Tenemos entre manos la revisión de una «nueva» distribución. El entrecomillado paso a explicarlo a continuación, se debe a que Mageia es un «fork», es decir, ha sido creada a partir de otra distribución, en este caso a partir de Mandriva. La idea surgió cuando la compañía francesa anunció una serie de despidos debido a la situación de quiebra en que se encontraba, momento en que algunos de los empleados afectados por tal decisión tomaron la iniciativa y, viendo que su proyecto estaba herido de muerte, se aventuraron a crear este fork. Mandriva Linux sigue existiendo, aunque con una clara orientación hacia empresas y usuarios de pago, a lo Red Hat Enterprise Linux. Mageia se dirige más a la comunidad, y de ella nos vamos a ocupar.
Tras descargar la iso y grabarla a un pendrive con Unetbootin’ descubro que no arranca. A veces ocurre con ciertas distribuciones en live-cd, pues están creadas exclusivamente para ejecutarlas desde un cd – como su propio nombre indica. Procedo a la grabación del CD y arranco la sesión. Escritorio KDE clásico, excepto por el menú, que recuerda sobremanera al de antiguas versiones del entorno. Tampoco soy un gran fan del menú de KDE 4, de modo que no lo veo mal. Un pequeño homenaje a KDE 3 que resulta intuitivo y funcional, sin problemas.
La instalación es muy sencilla, completamente guiada y en español, además de rápida, pues me llevó 15 minutos. Al arrancar te encuentras con un GRUB perfecto, que ha detectado todos los sistemas y además en modo gráfico y visualmente atractivo. Es una carta de presentación fantástica para la distro, da la sensación de profesionalidad y de que todo va a ir bien. No fue exactamente así, pero casi.
En el primer arranque de Mageia se actualizan las listas de paquetes automáticamente. «Bicheando» un poco por el menú principal nos encontramos opciones muy interesantes, el centro de control me ha gustado mucho, pone a tu disposición herramientas de configuración sencillas y eficaces. Un centro de control al estilo de yast, aunque no tan complejo, muy cuidado. Se nota que los desarrolladores dan importancia a los pequeños detalles en cosas como la inclusión de un salvapantallas propio – quizás uno de los puntos más flojos de KDE – consistente en una sucesión de imágenes de gran belleza. Son cosas que redondean el acabado de una distribución que ocupa muy poco en memoria, 180 Mb de inicio, y que viene con los servicios más pesados (akonadi, strigi, nepomuk) desactivados por defecto.
Navegación
Se incluyen dos navegadores, Firefox y Konqueror. Con cualquiera de los dos la experiencia de navegación resulta fluida, rápida y sin inconvenientes. Salvo uno: flash no viene instalado de inicio. Tan sencillo de subsanar como iniciar el centro de control, el módulo de agregar o quitar programas y buscar «flash», hallaremos el paquete instalador y listo. 4’5 puntos.
Vídeo
Optan por el reproductor Dragon Player. No es mi favorito, pero de nuevo se puede solucionar muy fácilmente. VLC está en los repositorios. De nuevo me encuentro con lo habitual, colores saturados y saltos en vídeos de alta definición. Como de costumbre, intento arreglarlo con la modificación del xorg.conf, sin éxito alguno. 2’5 puntos.
Música
Incluyen Amarok, con todas sus ventajas y su pequeño inconveniente (resulta algo pesado en uso de RAM). Sonido perfecto con pulseaudio bien configurado de entrada. 5 puntos.
Aplicaciones de oficina
Viene instalado Libreoffice. Poco más que añadir, funciona rápido y sin errores. 5 puntos.
Fotografía
En este caso obvian la instalación de un gestor de fotos, estando tanto Shotwell como digiKam disponibles en los repositorios, a un par de clicks de distancia. Gimp viene instalado, sin embargo. 4’5 puntos.
Impresora y escáner
Ambos se instalan a través del centro de control. Cero problemas. Tal vez podrían haber advertido al usuario que es preciso reiniciar la sesión después de instalar los controladores, de lo contrario no se detecta la impresora. Pecata minuta. 1 punto.
Webcam
Instalo Cheese desde los repositorios y lo inicio. La cámara es reconocida perfectamente y funciona todo. 1 punto.
Grub
Uno de los puntos fuertes, como comentaba más arriba. Modo gráfico, visualmente muy atractivo y detectando tanto Windows XP como Arch Linux. 1 punto.
Software disponible
Aquí es preciso googlear un poco para encontrar la solución, pues de entrada ninguno de mis programas de uso habitual están disponibles. Si añadimos el repositorio BDK tendremos dos de ellos, jDownloader y Skype. Del resto, Vagalume, Dropbox y Google Earth, decir que se deben instalar manualmente, pues no aparecen en ningún repositorio. 0’4 puntos.
Estabilidad y suspensión
El equipo suspende a RAM sin complicación alguna y no hay cuelgues. 1 punto.
Mageia 1 me parece una distribución espléndida en todos los sentidos. Estéticamente y funcionalmente. El problema de los vídeos en mi GPU Intel 82865G no es exclusivo de la distro que hoy nos ocupa, está presente en casi todas, incluyendo Arch, si bien esta última es la única en la que he sido capaz de solucionarlo. Por lo demás solo falla en pequeños detalles, todos subsanables a poco que se busque en Google.
En general, las primeras versiones de distribuciones nuevas suelen venir cargadas de errores. No es el caso, claro que considerar nueva a esta distro, que bebe en las fuentes de la legendaria Mandrake, tampoco le hace justicia. La impresión general que da Mageia 1 es de profesionalidad, y esto no es poco dado el carácter de «por y para la comunidad» que tiene la distribución. Me ha encantado y la pienso recomendar a todo aquel que no tenga el tiempo o los conocimientos para poner en pie una Arch. Excelente trabajo. 8’7 puntos.