La distribución con nombre de sombrero de Indiana Jones nunca fue de mis favoritas. Los problemas con los repositorios, la lentitud del gestor de software y problemas puntuales en la detección de mi hardware eran las piedras que solía encontrar en el camino con cada versión de la distro derivada de Red Hat. Sumándole a esto que su edición principal opta por GNOME 3 como entorno de escritorio, la revisión que ahora escribo tenía todas las papeletas para suponer una nueva decepción. Nada más lejos de la realidad.
De hecho, mi experiencia con Fedora 16 no comienza muy bien. Tras cargar la iso desde un pendrive e iniciarse el escritorio, una ventana me da la bienvenida con un mensaje indicando que GNOME 3 se inició en modo «fallback» por incompatibilidades con la tarjeta de vídeo. Y añade la ventana: «su sistema no permite una experiencia GNOME 3 completa». Vaya, qué lástima. Se ha vuelto muy exigente Gnome, qué le vamos a hacer, ya no se junta con cualquiera. A pesar de esto, decido continuar, para ver qué me depara una experiencia Gnome «incompleta». Pese a elegir como idioma el español, toda la instalación se realiza en inglés, dura unos 10 minutos y da paso, después de reiniciar, a una interfaz que te guía por los últimos elementos de la misma, como elegir el nombre de usuario y contraseña. Una vez hecho esto, arrancamos al escritorio.
Dada la filosofía de Fedora, lo primero que uno tiene que hacer es añadir algún repositorio de la comunidad. De lo contrario habrá gran cantidad de cosas que no podremos hacer, desde escuchar mp3 a ver vídeos en formato mpg. Añadir uno de estos repositorios es sencillo, basta iniciar el navegador por defecto – Firefox en este caso – y entrar en la siguiente dirección:
http://download1.rpmfusion.org/free/fedora/rpmfusion-free-release-stable.noarch.rpm
Seguimos los pasos indicados para instalar el repositorio y, a continuación, hacemos lo propio con la rama non-free del mismo:
http://download1.rpmfusion.org/nonfree/fedora/rpmfusion-nonfree-release-stable.noarch.rpm
Listo, con dos sencillos clicks tenemos el repositorio RPMFusion habilitado. Si entramos en el gestor de software, el sencillo y muy intuitivo gpk-application, podremos ahora instalar muchos paquetes que antes no teníamos disponibles. Veamos, paso a paso, como se comporta la distro:
Navegación
Como mencioné antes, el navegador «de cabecera» de Fedora 16 es Firefox, en su versión 7. Para poder disfrutar de flash es preciso instalarlo desde el repositorio de Adobe, en el enlace siguiente:
El enlace anterior habilita el repositorio, de modo que podremos encontrar en el gestor de software el paquete flash-plugin, que es preciso instalar, así como el nspluginwrapper. Una vez hecho esto, Firefox va fluido y reproduce los vídeos normalmente. El trabajo a realizar es simple, pero hay que saber hacerlo. 4 puntos.
Vídeo
Incluye el reproductor Totem. Al intentar reproducir un vídeo en mpg el propio reproductor te avisa de que necesitas instalar los complementos, cosa que hace sin problema alguno. Como es habitual, descargo VLC, que está disponible en RPMFusion, e intento reproducir vídeos en alta definición. Para mi sorpresa, no hay problemas de color ni de saltos. Perfecto, 5 puntos.
Música
Se incluye Rhytmbox, mi reproductor gtk favorito, quizás algo por detrás de Banshee. En este caso, al contrario que con Totem, al intentar reproducir un archivo mp3 no se oye nada y el programa no te avisa de que precisas instalar un complemento. El complemento en cuestión es el paquete gstreamer-plugins-ugly, que tendrás disponible en el gestor de software si has habilitado, como se indica más arriba, el repositorio RPMFusion. 4 puntos.
Aplicaciones de oficina
Fedora 16 no incluye ninguna aplicación ofimática por defecto. Tan sencillo como abrir el gestor de software e instalar Libreoffice. 5 puntos.
Fotografía
El gestor que incluye la distribución es Shotwell, mi preferido. Gimp se instala desde los repositorios. 5 puntos.
Impresora y escáner
Con el sencillo gesto de encender la impresora y en apenas 10 segundos, la tienes instalada y preparada para funcionar. Esta sencillez es lo que más echo de menos en distribuciones como Arch Linux. Con el escáner es más de lo mismo, lo enciendes, ejecutas el programa Simplescan y a escanear. Más sencillo, imposible. 1 punto.
Webcam
Para probar la webcam se puede usar Cheese, que viene instalado por defecto, pero en mi caso no logre hacerla funcionar. Me tiraba el error «could not negotiate format», lo que viene a ser «incapaz de negociar el formato». Sospechando que, quizás, podría ser un error del propio programa, decidí instalar Skype. Efectivamente, la cámara se detecta y funciona bien. 1 punto.
Gestor de arranque
GRUB se instala sin mayores dificultades durante la instalación, detectando tanto Windows XP como Arch Linux. 1 punto.
Software disponible
Si bien no todos los programas que suelo emplear están disponibles directamente en el gestor de software (tan solo Vagalume lo está), todos los demás tienen en sus respectivas webs un enlace en el que, con solo hacer click, tendremos instalado tanto Skype como Dropbox, Google Earth o jDownloader. En el caso de este último será preciso escribir dos sencillas instrucciones en la terminal, las cuales vienen especificadas en su web. 0’6 puntos.
Estabilidad y suspensión a RAM
En lo referente a la suspensión no hay ningún problema, basta elegir la opción tras pulsar en Apagar en el menú de configuración que se abre a la esquina derecha de la barra de tareas superior. Pero, lastimosamente, con Fedora 16 me ocurre lo mismo que con Ubuntu 11.10, el sistema se cuelga de forma extraña tras un tiempo de inactividad. Se dispara la CPU y ahí se queda. Debe tratarse de algún problema con GNOME 3. Solo puedo darle 0’5 puntos en este apartado.
De no ser por el problema de los cuelgues, que no hay manera de resolver de otra forma que pulsando el botón de apagado (y esto en Linux duele mucho, la verdad), Fedora 16 sería una perfecta distribución para mi equipo. Y eso a pesar de optar como escritorio principal por GNOME 3, entorno que para mí, y para muchas otras personas que siguen el mundillo Linux, ha dado un enorme paso atrás. Las opciones de configuración son casi inexistentes, es como si los desarrolladores del entorno de escritorio decidieran por el usuario cómo debe verse su equipo. Este es para mí el gran inconveniente de GNOME 3. Pero en fin, es algo ajeno a Fedora 16 como distribución, la cual me ha sorprendido para bien. No sé cómo resultará una «experiencia GNOME 3 completa», pero la verdad es que Fedora 16 se integra muy bien con el entorno y es estéticamente agradable aunque exageradamente simple para mi gusto. Pese a todo, 8’7 puntos para Fedora 16, a la altura que merece una distribución clásica, de fácil instalación y uso.