Linux Mint 12 Lisa: superando la adversidad

Vistas las últimas distribuciones con Gnome 3 no guardaba buenos presagios sobre la revisión del nuevo Linux Mint, distribución que fue siempre de mis preferidas desde los tiempos de Elyssa. Hoy, 7 versiones después, los desarrolladores irlandeses han optado por poner en circulación su número 12, Lisa, cuya edición principal no ha querido desmarcarse de Gnome ni de Ubuntu, a pesar de las muchas peticiones de sus adeptos para considerar salir con la versión denominada LMDE, basada en Debian o con KDE como escritorio principal. Mint decide seguir fiel a sus inicios, una base sobre el último Ubuntu, el 11.10 en este caso, y con el escritorio de la huella.

La experiencia con Mint 12 ha resultado agradablemente sorprendente, si bien hay una serie de bordes rugosos que se deben superar. Vamos a desgranar el análisis.

Instalación
A diferencia del último openSUSE, Linux Mint sí carga desde el pendrive. Pero lo único que obtengo en la pantalla es un fondo de escritorio similar al de la última edición, cambiando lógicamente el 11 por el 12, y tres iconos: Computer, Home e Install LM. Fin. Ni barra de tareas, ni menú, ni bordes de ventana. Cero. Nada. Como no tengo nada que perder salvo mi tiempo, decido aventurarme: clic en Install LM. Y allá vamos. El instalador se inicia con su look idéntico al de Ubuntu y treinta largos minutos después, finaliza. La tediosa descarga e instalación de los paquetes de idioma tienen gran parte de culpa.

Al reiniciar el equipo se presenta la pantalla de login, donde se me permite elegir entre cuatro tipos de sesión: Gnome, Gnome classic, Gnome classic sin efectos y MATE. La elección del primero da como resultado el mismo escritorio vacío de la sesión «live». El segundo de ellos me muestra el mismo escritorio con destellos negros ocasionales causados por la incompatibilidad del driver de vídeo con los efectos 3D activados. El último, MATE, es un fork del proyecto Gnome que busca dar continuidad a la versión número 2 de este entorno de escritorio, parecido a lo que Trinity es para KDE 3. En este caso se tiene un escritorio parecido a un Gnome 2, mucho más parco en opciones y con un renderizado de fuentes bastante lamentable. Decido, pues, ir por la tercera opción, un escritorio Gnome sin efectos, y es donde reside el buen hacer de esta versión de Mint para mi hardware.

Me encuentro un escritorio cuidado, con dos barras de tareas en color negro y una tipología de fuente adecuada para el acabado final del producto. El menú se ha simplificado, eliminando la opción Sistema, cuyo contenido se ha redistribuido entre los submenús de Aplicaciones, la mayoría en el llamado «Otras». Los iconos Faenza ponen el toque final de distinción en un «look and feel» que resulta muy elegante.

Llama poderosamente la atención que tan solo 4 días después de lanzarse esta versión, al entrar por primera vez se proponen nada menos que ¡188 actualizaciones!, con más de 100 Mb de descarga. No tiene mucho sentido que en 4 días ya se deban actualizar la práctica totalidad de aplicaciones, la verdad, pero todo sea por la imparcialidad de la revisión, me pongo a ello. Tras reiniciar, todo sigue funcionando bien. Mint instalado y causando buena impresión. Y la cosa mejora con el paso de los minutos.

Navegación
Una vez que actualizamos contamos con la versión 8.0 de Firefox en inglés. Para habilitar el español basta clicar en Tools –> Add-ons –> Languages –> Español (enable). Al reiniciar ya estará en castellano. Todo funciona como debe, fluido, flash sin complicaciones y con sonido. Curiosamente, los desarrolladores han optado por incluir DuckDuckGo como motor de búsqueda predeterminado en lugar de Google. Se trata de un motor relativamente nuevo que se está abriendo paso con fuerza. Tiene algunas particularidades que lo diferencian del gigante Google, como la inclusión de un primer resultado con el significado o la definición de aquello que buscamos, muy interesantes.

Vídeo
Contamos con un arsenal de aplicaciones de vídeo: Tótem, Gnome Mplayer y VLC. En todos ellos encuentro viejos problemas ya conocidos (¿kernel?). Los colores están muy saturados y los vídeos con más calidad se reproducen entrecortados. Sin embargo reconoce todo tipo de formatos sin necesidad de instalar nada.

Música
Banshee en todo su esplendor. No hay que añadir soporte, el mp3 se reproduce desde la instalación. Pulseaudio viene bien configurado también.


Ofimática
Al igual que Ubuntu, distribución en la que está basada, Mint viene con Libreoffice instalado de serie. Poco más que añadir, tenemos toda la funcionalidad en aplicaciones de oficina desde el principio.

Fotografía e imágenes
La elección de gThumb como gestor de fotos chirría un poco en una distribución como esta. Casaría mejor con distros más minimalistas, pero en cualquier caso hace su función. El más completo Shotwell está disponible en los repositorios. Gimp también viene instalado de inicio.

Gestor de software
Aquí Linux Mint tiene su propia «joya», el instalador de aplicaciones mintInstall, bautizado como Gestor de programas. Se trata de una pieza de software muy parecida al Ubuntu Software Center, o más bien al contrario, pues Mint ya incluía los comentarios y valoraciones en sus primeras versiones de mintInstall cuando no lo hacía Ubuntu en las del Software Center. Sea primero el huevo o la gallina, es una utilidad excelente que pone a nuestra disposición más de 30.000 programas, así como la posibilidad de hacer actualizaciones automáticas.


Reconocimiento de hardware
En la línea de las distros basadas en Ubuntu, esto es, un reconocimiento de hardware impecable. La impresora funciona con solo encenderla, el escáner también, e ídem la webcam. El programa Cheese, que instalé desde los repositorios, no conseguí que funcionara, al igual que ocurriera en la revisión de Fedora 16 con Gnome 3. Skype sí me demostró que la webcam era plenamente funcional.

Software de uso habitual
De entre los programas que suelo emplear solamente Simple Scan viene instalado en Linux Mint. En los repositorios pude encontrar sin esfuerzo, usando el Gestor de programas, Cheese, Dropbox, Vagalume y Skype. Para instalar jDownloader tuve que recurrir al script de su web, sin ningún tipo de problemas.

Gestor de arranque
Como quiera que quedé tan impresionado por Zorin 5.2 que decidí conservarla y emplearla en el día a día, y dado que aún no la he testeado lo suficiente como para aventurarme a borrar Arch, tuve que hacer sitio para seguir probando distros. Decidí redimensionar mi segundo disco duro para arañar 12 Gb de los 120 que estaban dedicados a datos en una partición NTFS. De modo que Grub debe a partir de ahora trabajar para hacer cuádruple boot. No hubo problemas, reconoció Windows XP, Arch y Zorin en el primer disco y nada más. Todas iniciables sin más. El editor del gestor de arranque Startupmanager está disponible en los repos. Se echa en falta un grub más gráfico, tipo Mageia o el BURG de Chakra, pero cumple su función.

Estabilidad y suspensión a RAM
Probablemente achacable a Gnome 3, se vuelve a reproducir el mismo error que en Ubuntu y Fedora, el cuelgue del sistema cuando lleva un rato de inactividad, con la CPU disparada al 100%. Ahí lo dejo, no dispongo del tiempo ni de las ganas para investigar esto más a fondo, está claro que tiene que ver con el entorno de escritorio Gnome 3. La suspensión a RAM funciona bien, sin embargo.


La sensación que a uno le queda tras probar Linux Mint Lisa es agridulce. Estéticamente es muy agradable, funcionalmente también, pero… La verdad es que Gnome 3 no te deja satisfecho del todo, vuelves a topar con los mismos impedimentos, sobre todo la falta de posibilidades de personalización del escritorio. En favor de Linux Mint debo decir que ponen empeño en salvar estas dificultades y se podría decir que lo logran parcialmente. Me resulta más usable esta distribución que la propia Ubuntu o que Fedora. Lo cual, dada mi animadversión hacia Gnome 3, puede considerarse un triunfo. Resumiendo, si te gusta Gnome 3, esta es tu distribución. La mejor, hasta el día de hoy, con el discutido entorno de escritorio por bandera. Obtiene un muy meritorio 8’90. Yo no la usaría, pero hay que reconocer que es muy buena.

2 comentarios sobre “Linux Mint 12 Lisa: superando la adversidad

  1. Te felicito, excelente comentario/análisis, buen lenguaje, suficientemente fluído y sin demasiados artilugios tecnológicos, asumo que lo anterior con el fín de no aturdir a los principiantes. Gracias, se agradece en lo que vale tu trabajo.Conste a pesar de que me gusta Linux Mint, despues de usar Ubuntu y haber encontrado Linux mint Debian no me cambio por nada, considero que LMDE es superior en todos los aspectos. Agradecería tu opinión y a la vez que informaras a tus lectores (as) de la existancia de esta opción tan agradable.

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  2. Muchas gracias por tus comentarios, adanadal. Yo también creo que LMDE es una distribución excelente, el motivo de no haberla analizado es que voy publicando conforme van saliendo nuevas versiones, y la última de LMDE es anterior al inicio del blog. No dudes que en cuanto se publique una nueva versión de LMDE será analizada, es una distro que me encanta. Un saludo.

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