La apasionante y entretenida actividad de revisar distribuciones Linux se está convirtiendo, con el paso de los días, en algo parecido a una vuelta al mundo. Distros de casi todas partes. Nos trasladamos hoy a las antípodas con una distribución basada en Fedora de orígen australiano llamada Kororaa. Sale con dos versiones principales, para Gnome y KDE, obviamente me voy a centrar en la segunda de ellas, que de decepciones con Gnome 3 ya voy sobrado.
El leit motiv de estos señores es facilitar al usuario la experiencia de uso de Fedora, para lo cual incluyen casi todo lo necesario para que no haya que comerse mucho el coco instalando cosas más allá del propio sistema. El aspecto es el mismo de una Fedora KDE, ni siquiera se ha cambiado el fondo de escritorio, pero esto no es necesariamente malo. Vamos a la revisión:
Instalación
Instalo Kororaa desde un pendrive. Al iniciar en modo live encontramos el escritorio KDE clásico con tres iconos, uno de ellos para instalar la distro, otro para ayuda y un tercero que es un archivo para leer en pdf en el que se desgranan las líneas maestras de Kororaa y se incluyen un par de consejos, entre ellos, las indicaciones de cómo instalar el soporte para flash en el navegador. Toda la instalación se hace en inglés, con el mismo software que Fedora que, entre otras cosas, no permite montar las particiones ntfs de inicio. Tampoco nos permite instalar el cargador de arranque Grub en un disco diferente a aquel en el que se va a instalar el sistema. Esto tiene una gran importancia y afecta muy negativamente, como veremos luego, hasta el punto de poder dejar tu sistema inutilizable.
El proceso de instalación nos lleva 20 minutos en los que podremos observar pacientemente como se llena una barrita hasta el 100%. Aconsejo aprovechar para hacer otras tareas. El slide show brilla por su ausencia. Tras reiniciar nos encontraremos con un escritorio KDE, lógicamente en inglés. La solución pasa por abrir un terminal (Konsole) y escribir la instrucción:
sudo yum install kde-l10n-es
Con esto tendremos instalado el soporte para castellano del escritorio. Ahora pulsamos el menú K –> System settings –> Locale –> Languages y allí movemos el español hasta la primera posición en el lado derecho. Luego salimos de la sesión (logout) y al volver a entrar ya está KDE traducido.
Si hacemos caso a las indicaciones del archivo «readme», cosa muy recomendable por cierto, debemos instalar las actualizaciones que se nos propondrán al cabo de unos minutos. En mi caso ascendieron al notable número de 223. Proceso de actualización lento donde los haya, marca de la casa, por desgracia, de Fedora. Tardé 1 hora en tener el sistema listo.
Navegación
El navegador que se incluye es la versión 8 de Firefox aderezada con algunos extras, como la integración con KDE (tema oxygen) y algunos complementos útiles como Adblock Plus, Flashblock, DownThemAll y xclear. El navegador está en inglés y por más que busqué en los repositorios no encontré el paquete de traducción. La navegación es fluida pero si queremos flash deberemos abrir Konsole e introducir:
sudo yum install flash-plugin-helper
Listo, navegador plenamente operativo con una instrucción. La misma operación, para los alérgicos al terminal, se puede hacer abriendo el gestor de software Apper y buscando el paquete flash-plugin-helper.
Vídeo
Nos ofrecen dos alternativas ya instaladas, VLC y Dragon Player. Teniendo la primera casi que sobra la segunda. En mi ordenador reproduce todos los formatos y de forma correcta, sin saltos ni problemas de color. Perfecto.
Música
También aquí tenemos doble ración, el completo Amarok y el más ligero juK. Ambos funcionan perfectamente.
Ofimática
El paquete Libreoffice está instalado. Si lo queremos traducir a nuestro idioma habrá que instalar, siguiendo el procedimiento visto más arriba, ya sea en consola o en Apper, el paquete libreoffice-langpack-es. En la pantalla principal de Libreoffice, se abre el menú Tools –> Options –> Language settings –> Language –> User interface. Ahí ponemos español y reiniciamos Libreoffice.
Fotografía e imágenes
Tanto digiKam como Gimp vienen instalados de serie y no dan ningún problema.
Gestor de software
Apper es el gestor predeterminado en Kororaa. Al contrario de lo que ocurría con openSUSE 12.1 aquí sí que funciona correctamente. La instalación de paquetes es, como señalaba antes, más lenta que en otras distribuciones. Apper ofrece actualizaciones automáticas.
Reconocimiento de hardware
Kororaa reconoce sin problemas la impresora al encenderla. El escáner, sin embargo, no encuentro la forma de hacerlo funcionar, ni a través del incluido Skanlite ni instalando Xsane. Nada de nada. La webcam va bien, aunque Cheese no funciona Skype sí lo hace.
Software de uso común
De entre los programas que utilizo con frecuencia, Kororaa incluye solamente el gestor de escáner, que visto lo visto vale para bien poco. Cheese, que tampoco va, está en los repos junto con Vagalume y Skype. La instalación de Dropbox también es posible, si bien instala junto con él el navegador de Gnome Nautilus. Innecesario de todas todas, cosas de las dependencias que se podrían haber ahorrado con la inclusión de KFilebox. Finalmente, jDownloader se puede instalar con su acostumbrado script.
Gestor de arranque
Sin duda el talón de Aquiles de Kororaa, la instalación de Grub en un disco duro físico distinto de aquel en el que ella misma se instala no es posible. Esto no es motivo para que no reconozca ningún sistema en la otra unidad de disco, como pasó, y tampoco se pueda iniciar la propia Kororaa. Tuve que hacer uso de la excelente utilidad Supergrub para poder restaurar el equipo. Fallo grave de los que hacen a la gente maldecir a Linux y volver corriendo a Windows.
Estabilidad y suspensión a RAM
No encontré problemas de cuelgues y la función de suspensión funcionó perfectamente.
Kororaa es una buena opción para aquellos a los que les gusta Fedora, pues evita al usuario las molestias de post-instalación, aquello de «x cosas que hacer después de instalar tal distro». Carece, no obstante, de un sello de identidad propio que la haga diferenciarse de su distribución de origen, no se puede decir que sea a Fedora lo que Mint es a Ubuntu, al menos yo no lo veo así. Por otra parte, el error de instalación de Grub la lastra sobremanera, pues es algo que no tiene sentido y que puede echar a perder un sistema. Es por ello que, pese a su 8’37 de nota no la recomendaría. Feliz Navidad.