No abandonamos por ahora a las derivadas de Debian, las cuales copan el top de distribuciones analizadas con autoridad. Zorin, LMDE, Ultimate, todas tienen en común el origen, que no es otro que la Gran Dama de las distribuciones, algunas previo paso por los desarrolladores de Canonical y su Ubuntu. Nuestra distro de hoy es Saline OS, versión 1.6, gestada en Estados Unidos a partir de la rama estable de Debian. Nos presenta un escritorio XFCE que destaca, y esto no es nada nuevo, por su carácter liviano y su rapidez en la ejecución de aplicaciones.
Las ventajas de basarse en la rama estable son por todos conocidas, al igual que los contras. Una estabilidad a prueba de bombas por un lado, software más obsoleto por el otro. Vamos a desglosar lo que dió de sí la experiencia de probar Saline OS en nuestros pasos habituales.
Instalación
A destacar, tras iniciar desde el pendrive, la presencia de un enlace en el escritorio al manual de instalación. Aunque está escrito en inglés, basta iniciar el proceso para que se nos permita el cambio de todo el escritorio al castellano, incluyendo la descarga automática del manual en nuestro idioma y de los paquetes de lenguaje de las aplicaciones incluidas con el sistema. Esto, que debería ser lo más habitual, es de agradecer por su sencillez y su utilidad. El asistente de instalación es, pues, muy simple e intuitivo, más aún si se combina con el uso del manual. El proceso dura unos 20 minutos, dándosenos la posibilidad de descargar también los códecs multimedia.
Una vez finaliza la instalación y tras reiniciar tenemos un escritorio XFCE sencillo, totalmente en castellano. El tema elegido es simple pero bonito, predominando los tonos azulados y el negro. Espectacular fondo de pantalla en la entrada (gdm), con una preciosa foto de una ola. En la parte superior del escritorio contamos con la clásica barra de tareas, que incluye el menú y los gadgets habituales en XFCE. En la parte inferior hay otro panel, que se oculta cuando no lo apuntamos con el ratón, el cual contiene enlaces a los principales programas del sistema. Así pues, instalación eficaz y sin dificultades de ningún tipo.
Navegación
Chromium 6.0 es el navegador que incorpora Saline OS. En principio está en inglés, deberemos abrir Synaptic y buscar el paquete chromium-browser-l10n, el cual contiene las traducciones. Si reiniciamos el navegador ya lo tendremos en castellano. Funciona muy bien, con soporte para flash.
Vídeos
El reproductor multimedia Parole es el que incorpora esta distribución de serie. Me topé con los típicos problemas de saltos en vídeos de alta definición más el añadido de la incapacidad de reproducir ficheros con extensión .mov. La instalación de VLC, disponible en los repos, no arregló el desaguisado.
Música
Como reproductor y organizador de nuestra colección de música tenemos el clásico Rhythmbox. Perfecto, como suele ser habitual en todas sus funciones.
Ofimática
La suite Libreoffice viene instalada. Además de funcionar perfectamente se nota una mejora en el tiempo que tarda en abrir la aplicación respecto a otras distribuciones. Un punto de velocidad que parece la principal distinción en esta Saline OS.
Fotografía e imágenes
Se incluye Gimp para la edición y ningún programa para gestionar las colecciones fotográficas. En Synaptic podremos encontrar Shotwell.
Gestor de software
Al tratarse de una distro que enarbola la sencillez por bandera no resulta extraño que opten por Synaptic, probablemente el gestor más escueto que existe en entornos GTK. Funciona muy bien. Para actualizar el sistema los desarrolladores han incluido un applet en la barra superior que lanza un script en la consola. Es muy sencillo y todo un acierto.
Reconocimiento de hardware
Un 10 en este apartado. Ejemplo de como una distro puede ser liviana y a la vez facilitar la vida al usuario final. Todos los dispositivos funcionan con solo conectarlos. Para la gestión del escáner se incluyen Xsane y para «juguetear» con nuestra webcam tenemos un Cheese que, y esto ya es noticia dadas las últimas revisiones, funciona sin problemas.
Software de uso habitual
El sistema ya trae instalados Xsane y Cheese, como veíamos más arriba. Dropbox y Vagalume se instalan desde los repos y funcionan muy bien. Skype debe instalarse descargando el paquete para Debian que esta en la web de la popular aplicación de videoconferencia. Con jDownloader, como es habitual, hay que bajar el script de su página y ejecutarlo en la consola. Todo funciona de maravilla.
Gestor de arranque
Para no salirnos del espíritu de simplicidad que rodea a Saline OS se instala Grub sin más artificio, sobre fondo azul. Se reconocen todos los sistemas operativos y se puede instalar Startupmanager desde los repositorios si deseamos editar el menú.
Estabilidad y suspensión a RAM
Sería lamentable que una distribución basada en Debian Stable fallara en este punto. No lo hace, es una roca. La suspensión también funciona bien.
Ciclo de desarrollo
Según se deduce de la información publicada en su web, Saline OS 1.6 recibirá soporte hasta la aparición de la siguiente versión estable de Debian, esto es Debian 7 Wheezy, lo cual está previsto que ocurra en verano de este año si siguen el ritmo habitual de 18 meses.
Una distribución que no conocía, Saline OS, y que me ha agradado bastante. Se postulan como una distro rápida y estable («La estabilidad y la velocidad importan», se puede leer en su web) y en resumidas cuentas cumplen lo que prometen. Sobre la conveniencia de usar software basado en una distribución que vio la luz hace ya un año (si bien esto no es del todo así, pues la última actualización de Debian Squeeze se ha lanzado hace apenas unos días) apuntaré lo de siempre, depende totalmente del usuario y de sus preferencias personales. Estabilidad contra novedad, la eterna disputa. Un muy merecido 8’94 para Saline OS, saludos.