Mageia 2: pequeños detalles

Una semana antes de que se cumpla el año de su primera versión ha visto la luz al mundo Linux la nueva Mageia 2, también llamada Caldero. Han sido siete las versiones candidatas, desde su primera alfa, las que los desarrolladores comunitarios de esta distribución han puesto a disposición del público en general para ayudar a corregir errores y contribuir (que de eso se trata, al fin y al cabo) en el auge de este «fork» de Mandriva que ya figura en el top diez de las más vistas en Distrowatch, en concreto en sexta posición en el momento de escribir estas líneas. Y he de añadir, merecidamente.

Si por algo llama la atención Mageia es por su cuidado aspecto gráfico, que le confiere un «look» muy profesional y un acabado en el que se nota la atención que prestan a los detalles. Y es precisamente ahí, en los detalles, donde se esconde todo lo bueno y lo no tan bueno que Mageia nos ofrece en su segunda aparición. Veremos como termina dando la sensación de que, con algo más de esmero, esta edición KDE que he tenido el gusto de probar podría ser la mejor con este escritorio de las que actualmente coexisten. Pero se queda ahí, cerquita, como vamos a ver a continuación.

Instalación
Mi pendrive con la iso de Mageia se queda intentando arrancar sin éxito. No es algo poco habitual, lamentablemente, de modo que tampoco se puede achacar el problema a la distribución en sí. Últimamente son mayoría las distros que intento probar que se niegan a iniciar desde un pendrive grabado con Unetbootin’. Vaya usted a saber por qué. Tras grabar un CD con Mageia 2, la cosa cambia. Tarda algo más de 3 minutos en terminar de iniciar al escritorio live, preguntando antes tanto el idioma en que queremos que éste se muestre como la distribución de teclado correspondiente. Detalles, de nuevo, muy necesarios que en otras distribuciones son sistemáticamente ignorados en pro del idioma «universal» de Shakespeare.

La estética del escritorio, como comentaba anteriormente, es impecable. Tema azulado, algo más ligero a la vista que el de Mageia 1 y que causa una muy grata impresión en el primer contacto con el usuario. Dicen que la primera impresión es la que queda, y puede ser que sea cierto, pues ya te vas adentrando en el mundo de Mageia con una cierta esperanza de que la experiencia va a ser positiva, como sugiere el aspecto profesional de este KDE. Los efectos de escritorio están activados – no así la tripleta Akonadi/Nepomuk/Strigi – y funcionan desde el primer momento, lo cual ayuda al gran efecto plástico que se consigue.

Tras elegir el acceso directo de instalación ésta se inicia sin más. El editor de particiones es sencillo y fácil de usar, sin mensajes alarmistas más allá de las siempre necesarias advertencias sobre la conveniencia de guardar una copia de seguridad de los datos antes de formatear esta o aquella partición. La instalación se lleva a cabo con rapidez, no más de diez minutos durante los que se muestra una única imagen, donde uno esperaba un slideshow a la altura gráfica de Mageia. Algo que tiene poca importancia, ciertamente, pero no estaría de más alegrar la espera con algunas instantáneas de la distro en acción.

Al terminar se presenta el primer problema de cierta envergadura: la no detección de mis otros sistemas Linux en el equipo. El instalador de Grub se detiene para que el usuario pueda revisar la configuración y añadir, si lo desea, más sistemas, pero esto no es algo al alcance de cualquiera. Windows sí que aparece en el listado. Asumo que me tocará tirar de Supergrub más tarde para recuperar el arranque con Chakra y continúo con la instalación.

Tras reiniciar el equipo se pide primero al usuario que configure las cuentas a usar, incluyendo la contraseña maestra de root. Luego de entrar al escritorio todo sigue en su sitio, el idioma es el correcto en todas las aplicaciones y los efectos siguen funcionando como si nada. Perfecto. El menú K tiene un aspecto que recuerda al de KDE 3, más simple que el de su versión moderna, pero eficiente en su uso. Al poco de empezar a juguetear con el escritorio aparece un mensaje que me advierte lo siguiente: «No se encontró ningún soporte, debe añadirse uno». Inquietante, ¿no es cierto? Ignoro si lo vago de esta frase es consecuencia de una traducción poco afortunada, el caso es que nos dice algo sin decirnos nada. ¿A qué se refieren con esto?

Al pulsar sobre el icono de la bandeja de sistema desde el cual parece que partió la ventanita con el mensaje se abre un gestor de repositorios. Es decir, Mageia nos está pidiendo que actualicemos y señalemos los repositorios que vamos a utilizar. La lista de los mismos es extensa y poco clara, con lo que aumenta la confusión. Decido dejar marcados los que vienen por defecto, pues no deseo investigar mucho más sobre este tema, y me centro en la propia revisión.

Navegación
Podemos elegir entre Firefox 10 (extraño que no se apueste por una versión más moderna) o el navegador de cabecera de KDE, es decir, Konqueror. El navegador de Mozilla viene en español y, pese a que se queja de la falta de un plugin para reproducir flash, o no es cierto o directamente pasa a HTML5, el caso es que los vídeos se ven sin problema alguno. Buena experiencia de navegación, flash fluido y con sonido.

Vídeo
Se quedan con el reproductor multimedia que integra KDE, llamado Dragon Player, que nunca fue mi preferido, si bien cumple su función. Al intentar ver un archivo en MP4 no se escucha el sonido, y Dragon Player lanza una ventana de búsqueda de complementos que termina cerrada y sin resultado alguno. Mis intentos de arreglar esto van a caer en saco roto. Primero instalo gstremer0.10-plugins-bad sin éxito. Luego opto por descargar VLC, que presenta el mismo problema y añade la coletilla «no existe solución posible», poco prometedora. Tras intentarlo con KMPlayer, después de googlear un poco, y no conseguir resolverlo lo dejo por imposible.

Música
La completa aplicación de gestión y reproducción de colecciones musicales llamada Amarok es la elegida por los desarrolladores para este fin. Rápida en iniciar y bastante fluida en su desempeño, cosa que no siempre fue así, aun recuerdo las primeras versiones 2.x de Amarok como muy pesadas y llenas de errores. No es el caso en la actual, con lo que todo perfecto.

Ofimática
La suite Libreoffice está instalada para resolver todas nuestras necesidades con este tipo de archivos. Además, viene en español sin necesidad de descargar e instalar el paquete correspondiente, Mageia lo ha hecho ya por nosotros.

Fotografía e imágenes
Para ocuparnos de clasificar y ver las fotos tenemos Gwenview. Para editarlas, tenemos la última versión, la 2.8, de Gimp. En los repositorios oficiales están también Shotwell y Digikam si tenemos otras preferencias.

Gestor de programas
En cuanto al gestor de software, me encuentro algo confuso. Los desarrolladores incluyen dos, de parecidas características, con lo que todo queda un poco redundante. Si nos atenemos al acceso directo desde el menú, se podría suponer que RPMDrake es el gestor por defecto y Apper el añadido, no lo sé con certeza. Quizás Apper es más visual, más en la línea del Centro de Software de Ubuntu y RPMDrake más parecido a Synaptic. Es posible que por ahí vayan los tiros. Ambos funcionan correctamente, aunque Apper tarda una barbaridad en cargar las listas de repositorios. Desde el centro de control de Mageia se pueden programar la frecuencia de las actualizaciones del sistema con gran facilidad.

Reconocimiento de hardware
Para activar nuestra impresora hay que abrir el centro de control, que se encuentra, además de en el menú, en la barra inferior, justo a la derecha del icono de Preferencias del Sistema. Desde ahí, si elegimos la opción Hardware y luego Configurar Impresoras, se nos ofrecerá la posibilidad de descargar todos los paquetes que conforman tanto el servidor de impresión como los drivers de las distintas marcas. Es de suponer que todo ello no se incluye de inicio debido a que habrá usuarios que no emplearán nunca una impresora, y es una forma de aligerar el sistema. Una vez se terminen de descargar e instalar los paquetes correspondientes es preciso reiniciar, o de lo contrario no se detectará nuestra impresora. Luego volvemos a entrar en Configurar Impresoras y aparecerá lista para, tras un par de clics, poder utilizarla.

Algo parecido ocurre con el escáner. En la sección de Hardware del centro de control se puede configurar, lo que descargará los paquetes de Sane, además de la utilidad Simple Scan. Tras hacer esto, no es preciso reiniciar en este caso para tener el escáner funcionando. La webcam solo precisa de la instalación de alguna aplicación que haga uso de ella, como Kamoso. Funciona bien.

Programas de uso habitual
En los repositorios de Mageia disponemos de Kamoso y Simple Scan. Kfilebox, el cliente de KDE para Dropbox, también está, pero no conseguí ponerlo en funcionamiento. Después de descargarlo se inicia y, a su vez, descarga el demonio de Dropbox, pero ahí se queda. Aunque inicia desde el menú, no hay forma de vincularlo a mi cuenta de Dropbox, desconozco el motivo, pues este es un programa que en casi todos los sistemas he sido capaz de hacer funcionar. Vagalume lo encontré en el repositorio de BlogDrake, pero únicamente en versión de 32 bits y se quejaba de una dependencia no satisfecha, con lo que tampoco lo pude instalar. En el propio repositorio de BlogDrake encontré Skype, que funciona sin problemas. Para tener jDownloader descargué el script de su web y el paquete java-1.7.0-openjdk de los repositorios oficiales de Mageia sin el cual el gestor de descargas no puede funcionar.

Gestor de arranque
En la línea de mis últimas revisiones, Grub no detecta más que Windows y el propio sistema que se está instalando, es decir, Mageia. Nada sobre Chakra Archimedes ni sobre Ubuntu Precise, que quedan en el limbo. Al intentar editar el gestor desde el centro de control de Mageia no me fue posible añadir los sistemas, pues la sintaxis que estoy habituado a usar no era reconocida después en el arranque. Opté por entrar a Chakra con Supergrub Disk y reinstalar Grub desde allí, de forma que sí se reconocía a Mageia.

Estabilidad y suspensión a RAM
Mageia nos ofrece un sistema muy rápido en el inicio y en el apagado, estable y fluido en su utilización. El hecho de que se instalen desde el principio los drivers privativos de ATI es una gran ventaja, pues donde en otras distribuciones solo hay dolores de cabeza y problemas con la suspensión a RAM, aquí solamente hay facilidades. Funcionan todos los efectos de escritorio y se puede suspender a RAM con solo escoger la opción el menú. Mejor, imposible.

Ciclo de desarrollo
En su web únicamente especifican que se separaron de Mandriva en 2010 y se publicaron dos versiones, la de 2011 y la actual. Nada de información sobre la hoja de ruta de futuros lanzamientos.

No puedo evitar cierta decepción al terminar de revisar Mageia, pues tengo la sensación de que la distro ha retrocedido un poco respecto a su anterior versión. Lo cierto es que no puedo sacar conclusiones definitivas por tanto, dado que aquella la probé en mi equipo anterior y esta en el actual, probablemente no son comparables los resultados. Centrándonos exclusivamente en la actual Mageia, como señalaba en un principio, son los pequeños detalles los que la hacen tan interesante y, a su vez, es por algunos bordes rugosos por lo que no termina de despegar como «la distro KDE» definitiva.

Por citar algunos de estos inconvenientes, siempre en mi humilde opinión, el sistema de repositorios se podría simplificar, lo encuentro muy complejo y repartido, amén de que existen algunos programas difíciles de conseguir (como Vagalume). El problema con los mp4 ignoro cuál es, durante mi búsqueda en Google encontré algunos casos que se resolvieron pero yo no conseguí lo mismo aplicando idénticos pasos. Luego está lo de Grub, que a mí, personalmente, me molesta mucho, pero ya digo que no ocurre solamente en Mageia, sino en muchas distribuciones.

Resumiendo, con más disponibilidad de paquetes y un par de detalles superfluos, Mageia sería una distro perfecta. Como ya sabemos que tal cosa no existe ni existirá, solo podemos concluir que estamos ante una de las mejores implementaciones del escritorio KDE disponibles ahí fuera. Chakra, Kubuntu y Mageia, por este orden para mí, son las ideales para los amantes del escritorio del dragoncito. Por si fuera poco, detrás de Mageia hay una ingente comunidad que trabaja por y para la distro, con entusiasmo por lo que puedo leer, y para ellos solo puedo tener palabras de halago. Gran trabajo. Mageia obtiene un 8’41 y mi reconocimiento por su facilidad de uso y espléndida apariencia. Saludos.

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