Peppermint OS 3: bajar de la nube

Vamos a revisar hoy una distribución estadounidense que era desconocida para mí hasta hace unas semanas. Dentro de la vorágine de información que recorre la red acerca de la fantástica SolusOS y su creador/mantenedor único Ikey Doherty encontré un enlace que relataba la participación por un tiempo del programador irlandés en el proyecto Peppermint. En un principio el nombre puede recordar, con razón, a la distro líder en clics en Distrowatch, o sea a Linux Mint. Ya adelanto que las semejanzas no se quedan en el nombre.

Peppermint OS, que va por su versión número tres, es una distribución ligera, enfocada a ordenadores menos potentes y cuya base es la edición de Mint con LXDE. Según refieren en su web, a esta ya de por sí rápida distribución se le añade la integración con aplicaciones en la nube, como Google Docs o Pixlr. Esto al menos es lo que incorpora la distribución por defecto, susceptible de ser cambiado por el usuario, como veremos.

Instalación
La iso de Peppermint OS 3 no arranca desde mi pendrive, grabado usando Unetbootin. Ya hace tiempo que rehusé grabar más CDs o DVDs para probar distribuciones, de modo que la revisión la voy a hacer corriendo bajo Virtualbox en mi Arch Linux. Es la única distro (Arch) en la que he conseguido que funcione plenamente Virtualbox, con su pantalla completa y sus directorios compartidos.

Nada más iniciarse la instalación se nos ofrece la oportunidad de actualizar el propio instalador, pero al hacer clic sobre el enlace nada sucede. El programa que nos ocupa no es otro que el de Ubuntu personalizado con los logos y el slideshow correspondientes a Peppermint. Mantiene las mismas opciones que en la distro de Canonical, es decir, permite elegir si se instalan los códecs multimedia propietarios y se actualizan los archivos durante la propia instalación. Algo sin duda útil, pero con la contrapartida de que añade bastantes minutos al proceso.

La estética del sistema recuerda mucho a Linux Mint. Y no solo la recuerda, también incluye el actualizador mintUpdate y el gestor de programas de la distro irlandesa. En el primer reinicio todo va bien, mintUpdate avisa de actualizaciones disponibles y Jockey de una versión del driver gráfico propietario que no soy capaz de instalar (tira un error). El sistema se siente ligero y agradable a la vista, pero realmente uno tiene la sensación de estar corriendo Linux Mint. Todo es demasiado familiar.

Navegación
En consonancia con el resto del sistema, donde Google es el rey, el navegador que nos ofrecen es Chromium en su versión 18. Aparte de la pantalla de inicio personalizada para la distro, algo muy común actualmente, no hay nada que destacar. Funciona bien con flash y va realmente fluido.


Vídeo
Lo que la traducción llama «tocador de media» (abstenerse de hacer chistes fáciles cuesta mucho) es Gnome Mplayer. Reproduce todos los tipos de archivo de vídeo que intento abrir sin ninguna complicación.

Música
El «tocador de música» es Guayadeque, una interesante opción pensada para escritorios ligeros en gtk. Funciona muy bien y tiene soporte lastfm (fundamental para mí) amén de otras funcionalidades que lo hacen realmente completo a la par que liviano.


Ofimática
Lo que debería ser el punto fuerte de la distro, GWOffice, pensado para integrar Google Docs en el escritorio, simplemente no funciona. Al menos, no me funciona a mí. Cuando intento abrir un archivo de hoja de cálculo, lo primero que me pide es mi cuenta y contraseña de Google. Hasta aquí es lógico y normal, pero si no eres usuario de Google ya te puedes olvidar de GWOffice. Luego, en el proceso de subir el archivo que pretendo abrir al servidor en la nube, falla sin dar motivo alguno para investigar el porqué. Tras varios intentos erróneos, uno se baja de la nube y pisa tierra firme, instalando Libreoffice.

Fotografía e imágenes
Al contrario que GWOffice, el editor de imágenes de Pixlr.com funciona adecuadamente. Si no nos convence esta solución en la nube también tenemos Gimp en los repositorios. Shotwell también está.


Gestor de programas
Como comentaba antes, mintInstall es el programa elegido para instalar y desinstalar software del sistema. Es exactamente el mismo programa que en la versión de Linux Mint, ofreciendo idénticas funcionalidades, entre las que se incluye el mintUpdate para proporcionar actualizaciones automáticas.


Reconocimiento de hardware
La impresora no se reconoce de forma automática, sino que es preciso ir al menú y elegir «Herramientas del Sistema –> Impresión –> Añadir». Tras estos simples pasos la impresora queda instalada y lista para funcionar. Escáner y webcam van bien, como pude comprobar con el uso de Simple Scan (viene instalado) y de Cheese (en los repos).

Programas de uso habitual
Peppermint trae Simple Scan ya instalado. Cheese y Vagalume se encuentran en los repositorios oficiales. Dropbox, del que viene incluida una extensión para el gestor de archivos PcManFM, se descarga desde la web (versión para Ubuntu) al igual que Skype. Por último, jDownloader se instala por medio del script que incluyen en su página.


Gestor de arranque
No me ha sido posible analizar el desempeño del gestor Grub, al no disponer de más sistemas instalados en el disco virtual.

Estabilidad y suspensión a RAM
Encontré pequeños fallos de funcionamiento en Peppermint, siendo el más molesto un cuelgue del programa mintInstall. Como comentaba anteriormente, tampoco funciona el instalador del driver gráfico correspondiente a la máquina virtual. Guayadeque se negó a arrancar en una ocasión. En cuanto a la suspensión a RAM no me aparece como opción a la hora de apagar la máquina, tan solo es posible la hibernación.


Ciclo de desarrollo
No aportan información sobre los tiempos de desarrollo de cada versión de Peppermint en la web. En poco menos de año y medio ya han sacado tres versiones.

Lo más novedoso que aporta Peppermint al mundillo Linux es Ice, una especie de navegador dedicado que soporta el peso de ejecutar aplicaciones basadas en la web, como ocurre con el editor de fotografías, por ejemplo. Aducen los desarrolladores que el uso de otro navegador, con sus múltiples pestañas y tareas, puede desembocar en la pérdida de valiosos datos si el navegador se cuelga. Por ello ofrecen Ice… como si éste no se pudiera colgar.

En el resto de cuestiones, Peppermint me parece una distribución redundante. Lubuntu, Linux Mint LXDE y ahora Peppermint me ofrecen básicamente lo mismo y de la misma forma. Las dos últimas incluso ofrecen un aspecto muy parecido. El estar preparada para trabajar en la nube no parece reclamo suficiente, más aun cuando en este aspecto funciona solo regular. Poniéndole nota es un 8’46. Si hablamos de sensaciones, me deja frío. Saludos.

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Tutorial Arch Linux IV: nuevo método de instalación

ACTUALIZADO A FECHA 9 DE DICIEMBRE DE 2012

Mucho se ha escrito últimamente sobre la decisión de los desarrolladores de Arch Linux de discontinuar el uso del AIF (Arch Installation Framework, Marco de Instalación de Arch) que simplificaba un poco la tarea de poner en funcionamiento el excelente sistema operativo que implementan. La mayor parte de las reacciones son negativas, en la senda de acusar a Griffin y compañía de pretender reducir aun más si cabe el espectro de usuarios «arqueros» hasta convertir la distribución en poco menos que elitista. La razón esgrimida para el cambio es la falta de contribuciones al mantenimiento del AIF, o sea, no hay recursos o no se desea dedicarlos a algo considerado trivial.

No comparto el revuelo que se ha montado en torno a este tema, la verdad. En principio me pareció que se estaban equivocando, pero una vez probada la instalación mediante scripts y consola no me ha parecido tan terrible. Además, el AIF es relativamente nuevo en Arch (se incluyó en febrero de 2009) y tampoco ha sido nunca la panacea en cuanto a facilidad de uso. Más controvertido me resulta el hecho de que se haya prescindido de las imágenes iso que apuntan al repositorio core-local (en el propio disco) en favor del repositorio actualizado en línea (core-remote). Este hecho sí que restringe sobremanera el acceso a Arch a personas con una buena conexión de red y, en mi modesta opinión, debiera ser revisado.

Esta introducción viene al caso de los numerosos «chascarrillos» y las muchas opiniones contrarias, algunas sin tener el más mínimo respeto por Arch, que he venido leyendo en los últimos días. Señor@s, nadie obliga a saber instalar Arch Linux. Nadie obliga a usar Arch Linux. En un panorama gobernado por Windows y con cientos de distribuciones cuasi-iguales en Linux, no veo porque no pueden unos desarrolladores tratar de ceñirse a sus ideas, a su principio KISS, y cambiar un escueto instalador (por llamar de alguna forma a AIF) por una serie de scripts de consola. Y si alguien se siente tan irresistiblemente atraído por esta distro, las razones no vienen al caso pero la sencillez es precisamente una de ellas, como para querer usarla tiene varias opciones a su disposición: la wiki de Arch, tutoriales como el que nos ocupa hoy, o distribuciones que facilitan el trabajo al entregarnos un Arch ya «montado», como KahelOS (Gnome), Chakra (KDE, aunque poco queda de Arch ya en Chakra), Nosonja (XFCE), Archbang (Openbox) o Bridge Linux (escritorio a elegir). Casi nada.

Y ahora, vamos al tema. Este tutorial viene a sustituir al primero que redacté, pues los cambios acaecidos lo invalidan.

Descargar Arch Linux
Lo primero que debemos conseguir es la iso de instalación de Arch Linux. Para simplificar (como no) las cosas se ofrece una única versión para arquitecturas de 32 bits y de 64 bits. Como indicaba antes es una imagen de instalación de tipo «netinstall», esto es, busca y descarga los paquetes en la red, con lo cual recomiendo encarecidamente hacerlo si disponemos de una buena conexión, a ser posible cableada (aunque no es imprescindible). Podemos descargar la imagen de aquí. Se puede grabar a un CD usando cualquier programa del que dispongamos para dicha tarea o a un pendrive con Unetbootin, por ejemplo.

Nuestro Arch básico en 30 pasos
Pueden parecer demasiados, lo sé, pero me ha parecido mejor dividir el proceso en órdenes sencillas para no hacerlo tan pesado. ¿Listos para el reto? Allá vamos:

1 – Iniciamos el CD o pendrive 
Al iniciar nos encontramos con el clásico menú de Arch que incluye varias opciones. La pantalla que veremos se parecerá a ésta, salvo que sin los bordes de la ventana que denotan que estoy haciendo la instalación en una máquina virtual de nombre Galileo (recuerdos de los viejos tiempos de la Facultad):
Menú de inicio de Arch Linux
Como podemos apreciar las opciones relevantes para nuestra tarea son las dos primeras, una inicia Arch de 32 bits, la siguiente inicia Arch para sistemas de 64 bits (todos los modernos, por otra parte). Elegimos según el hardware de cada cual.
2 – Entramos al sistema como root
Cuando se inicia Arch de nuevo se nos facilita la tarea: el propio sistema se loguea solo como usuario administrador. Lo que vemos es esto:
Entramos al sistema como root
3 – Cambiamos el mapa de teclado
En principio el teclado viene configurado para el idioma inglés. Con una sencilla instrucción lo podemos poner en el que queramos, español en nuestro caso:
[root@archiso ~]# loadkeys es
4 – Iniciamos el gestor de particiones
El tutorial lo escribo suponiendo que se va a instalar Arch en un disco vacío. El uso del particionador en consola no es excesivamente complejo, pero si se prefiere se puede tener el disco preparado de antemano usando un live cd de cualquier distribución que incluya un gestor de particiones, como por ejemplo, SolusOS. Para entrar al gestor:
[root@archiso ~]# cfdisk
Y nos encontraremos en la siguiente pantalla:
El gestor de particiones cfdisk
El disco, como podemos apreciar, está vacío.
5 – Creamos nuestras particiones
En nuestro ejemplo solamente voy a crear dos, una para la raiz del sistema (/) y otra de intercambio (swap). Son las mínimas requeridas (o no, también podemos prescindir de la swap si tenemos mucha memoria o no vamos a usar la función de hibernar) pero no las recomendadas. Lo ideal es crear también una partición para nuestros datos (/home) por si en algún momento se requiere la reinstalación del sistema tener los mismos a salvo. Hay quien recomienda una cuarta partición para /boot, pero hoy por hoy no le veo la utilidad.
Siguiendo con nuestro ejemplo, tenemos que seguir la secuencia siguiente:
New –> Primary –> introducimos el tamaño deseado –> Beginning
New –> Primary –> el tamaño que le demos a la swap, se recomienda al menos la mitad de nuestra RAM total –> Beginning
Nos posicionamos sobre sda1 y marcamos Bootable para que se pueda iniciar desde ella. Luego elegimos Write y recibimos la clásica advertencia de que se van a destruir todos los datos previos del disco:
Elegimos write para escribir los datos
Aceptamos con Yes y a continuación elegimos Quit.
6 – Creamos el sistema de ficheros raiz
Lo que hemos hecho antes es preparar el disco dividiéndolo en dos particiones, ninguna de las cuales tiene formato aún. Es lo próximo que haremos, empezando por la raíz, que en nuestro ejemplo es sda1:
[root@archiso ~]# mkfs.ext4 /dev/sda1
7 – Creamos y activamos la partición de intercambio
Hacemos ahora lo mismo con la swap que, por sus características, requiere de un comando extra para ser activada:
[root@archiso ~]# mkswap /dev/sda2 && swapon /dev/sda2
8 – Montamos la partición raíz
La swap ya está activada, ahora montamos la raíz con un sencillo comando:
[root@archiso ~]# mount /dev/sda1 /mnt
9 – Levantamos la red
El poder disponer de una conexión a Internet, como veíamos antes, es ya condición indispensable para instalar Arch. Si lo estamos haciendo con una conexión vía wifi es algo más complicado, por lo que recomiendo proveernos de una conexión cableada si nos es posible (¿para qué están los amigos?). En caso de no poder disponer de ella tenemos las instrucciones correspondientes en la wiki de Arch, en concreto en este artículo. No me queda muy claro al leerlo si en la iso netinstall se incluyen las herramientas para levantar la conexión wireless, si no es así estaríamos ante una situación absurda, como los propios desarrolladores indican: necesitamos Internet para obtener las herramientas, pero necesitamos las herramientas para acceder a Internet. Bucle recursivo y sin solución. Espero que no sea el caso.
Bien, pensemos en positivo y en que tenemos una conexión cableada. El modo de iniciar la red es muy sencillo:
[root@archiso ~]# dhcpcd
Y obtendremos algo parecido a esto:
Levantando la red con dhcpcd
10 – Eligiendo un repositorio
Ya que somos afortunados y podemos acceder a Internet es el momento de escoger un repositorio más o menos próximo a nuestra localización. Mis experiencias desde España me llevan a aconsejar actualmente los mirrors o espejos holandeses, por ser con los que he conseguido mejores resultados. Vamos a editar (usando nano, también se puede usar vi si se desea) el fichero que contiene los espejos:
[root@archiso ~]# nano /etc/pacman.d/mirrorlist
Lo que nos inicia el editor con dicho archivo:
Editando el mirrorlist de pacman
Para elegir un espejo basta descomentar su correspondiente línea, es decir, eliminar el carácter # del principio de Server = http… Ojo, las líneas que comienzan con Score no es preciso (provocaría error, de hecho) descomentarlas. Recomiendo elegir varios mirrors, pues pacman intenta conectar con ellos por orden y, caso de no conseguirlo con uno pasará al siguiente. De ahí que sea mejor tener varios por si alguno está caído en el momento de instalar.
11 – El script de instalación pacstrap
Vamos a proceder ya a la instalación de los paquetes del sistema, propiamente dicha. Haremos uso del nuevo script pacstrap, indicándole que instale en mnt los paquetes del sistema base y los de desarrollo, que serán más tarde necesarios. Es lo equivalente a lo que hacíamos antes en AIF, eligiendo base y base-devel:
[root@archiso ~]# pacstrap /mnt base{,-devel}
Y la descarga e instalación comienza:
Comienza la instalación de los paquetes
Descargando los paquetes del sistema básico de Arch
12 – Instalando el gestor de arranque
Cuando la instalación ha concluido es el momento de proceder a la configuración del gestor de arranque Grub. También se puede optar por Syslinux, como casi siempre es a gusto del consumidor. Recomiendo el primero, que es el que uso y que se debe instalar así:
[root@archiso ~]# pacstrap /mnt grub-bios
13 – Generando el archivo fstab
Fstab es el fichero donde se guarda la configuración de los sistemas de archivos y las particiones que nuestro Arch va a leer al iniciar. Hemos de generarlo con el siguiente comando:
[root@archiso ~]# genfstab -p /mnt >> /mnt/etc/fstab
14 – Configurando el fstab
Al momento de realizar mi instalación había un par de cosas que configurar en el archivo fstab si queremos evitar un error al iniciar el sistema. Y especifico al momento porque es posible que dicho error se vea subsanado en las siguientes imágenes de instalación de Arch. El caso es que debemos editar el archivo:
[root@archiso ~]# nano /mnt/etc/fstab
Y corregir la línea referente a la partición de intercambio, dejándola así:
/dev/sda2    swap    swap    defaults    0    0
En mi caso es sda2, cada uno que ponga la partición correspondiente a su swap. En la instalación que hice aparecía «none» en lugar de la partición correspondiente, lo cual provocaba un error durante el arranque (nada importante, tan solo no se activaba la partición de intercambio).
15 – Entrando al nuevo sistema
Aun no es momento de reiniciar, pero ya podemos operar con nuestro nuevo sistema instalado haciendo uso de la utilidad chroot:
[root@archiso ~]# arch-chroot /mnt
Esta instrucción nos hace entrar como superusuario en la partición que contiene ahora mismo nuestro sistema nuevo, es decir, /mnt.
16 – Definir el nombre de nuestra máquina
Para poder identificarla en red es preciso nombrar a nuestro equipo con Arch. Lo hacemos editando el fichero hostname:
[root@archiso /]# nano /etc/hostname
Nótese que ya no precisamos especificar el directorio /mnt porque estamos físicamente en él. Se abrirá un archivo en blanco donde solamente deberemos escribir una línea con un nombre, en minúsculas, sin entrecomillar. Por ejemplo, galileo.
17 – Completar el archivo hosts
El paso anterior no sirve para nada si no accedemos también al fichero hosts y añadimos el mismo nombre que pusimos.
[root@archiso /]# nano /etc/hosts
Quedará algo así:
127.0.0.1    localhost    localdomain    localhost    galileo
::1               localhost    localdomain    localhost    galileo
Como siempre que estamos en nano usamos CTRL+O para grabar, luego ENTER y CTRL+X para salir.
18 – Especificar nuestra localización
Para ello deberemos crear un enlace simbólico que incluya el lugar más próximo a nuestra localización. En nuestro ejemplo, vivo en Sevilla, sería Madrid:
[root@archiso /]# ln -s /usr/share/zoneinfo/Europe/Madrid /etc/localtime
19 – Configurar el archivo de localización
Bastará editar el fichero en cuestión:
[root@archiso /]# nano /etc/locale.conf
Y escribimos una única línea con el idioma y la codificación de texto deseada, en nuestro caso:
LOCALE=»es_ES.UTF-8″
20 – Descomentar las líneas de localización españolas
Esto se hace en el fichero locale.gen:
[root@archiso /]# nano /etc/locale.gen
Ahí tendremos que quitar el carácter # de delante de las tres líneas referidas al español, dejando activados es_ES.UTF-8, es_ES.ISO-8859-1 y es_ES.ISO-8859-15@euro.
21 – Generar los locales
El propio nombre lo indica, el comando es:
[root@archiso /]# locale-gen
Generamos los locales con locale-gen
Si queremos evitar posteriores advertencias del sistema hay que hacer que éste lea la nueva configuración de los locales así:
[root@archiso /]# source /etc/locale.conf
22 – Configurar el fichero mkinitcpio.conf
Este es un paso exclusivo para usuarios avanzados, quienes en su mayoría no precisan de tutoriales como éste para instalar Arch. En resumen, es una forma de configurar el modo en que se va a crear el archivo de imagen de inicio del sistema. Lo podemos dejar por defecto como está, pero si se desea investigar el asunto, basta hacer:
[root@archiso /]# nano /etc/mkinitcpio.conf
23 – Generar el archivo de inicio en RAM
Cualquier sistema Linux, tras cargarse en memoria el kernel, busca seguidamente un pequeño sistema de directorios que se crea en la memoria RAM. Simplificando el tema, busca el initramfs. En Arch, dicho mini-sistema se crea con el script mkinitcpio:
[root@archiso /]# mkinitcpio -p linux
El comando nos dará una salida parecida a la que vemos aquí:
Salida del comando mkinitcpio en Arch
Se han creado dos imágenes, una normal y otra de recuperación (fallback). El mensaje de advertencia respecto a los locales («failed to set default locale») que vemos en la imagen, si bien no afecta para nada al posterior desempeño del sistema, se puede evitar si hacemos lo reseñado en el punto 22.
24 – Instalar Grub
Paso importante, para poder iniciar Arch se debe instalar antes el gestor de arranque. Para ello hacemos:
[root@archiso /]# grub-install /dev/sda
No indicamos ningún número al final de sda puesto que vamos a instalar Grub en el MBR (Master Boot Record, Registro Principal de Arranque) del disco. La frase «Installation finished. No error reported» nos da la clave de todo ha salido bien.
25 – Configurar Grub
Para el sistema de nuestro ejemplo no tiene complicación alguna, ya que es el único sistema que se encuentra en el disco:
[root@archiso /]# grub-mkconfig -o /boot/grub/grub.cfg
Caso de no ser así, tras los pasos anteriores habría que modificar una serie de archivos a mano para añadir el resto de sistemas, incluyendo Windows. También podríamos dejarlo para más adelante y usar alguna de las alternativas gráficas que existen en AUR para desempeñar la tarea más fácilmente. Más información al respecto, aquí.
26 – Crear la contraseña de root
Todo superusuario requiere su «supercontraseña». Para generarla en nuestro Arch Linux de nuevo cuño escribiremos:
[root@archiso /]# passwd
Tras lo cual introduciremos por dos veces la contraseña que deseemos.
27 – Volver al sistema de instalación
Nos vamos acercando al gran final y hay que ir deshaciendo cosas. Para empezar tenemos que salir del entorno instalado en el que estamos trabajando con chroot para volver al sistema de instalación que se creó con la iso:
[root@archiso /]# exit
Más sencillo imposible. Quiero salir, escribo «exit».
28 – Desmontando lo antes montado
Como hay que ser ordenados debemos dejar las cosas en su sitio, es decir, como estaban al principio de nuestra tarea. Desmontamos el directorio mnt:
[root@archiso ~]# umount /mnt/
29 – Reiniciando el equipo
Llegó el momento cumbre de reiniciar, quitar el medio de instalación (CD o pendrive) y dejar a Grub aparecer en toda su gloria. La orden es clara y concisa:
[root@archiso ~]# reboot
Tras lo cual, segundo más o menos dependiendo del ordenador de cada uno, nos encontraremos con esto:
Aparece Grub, nuestro Arch Linux se ha instalado
Esta escueta pantalla, una espartana configuración que es el adalid de la sencillez de la que presume Arch (con razón, por otra parte) nos indica que vamos a iniciar a nuestro nuevo y flamante sistema arquero. Por cierto, hay multitud de aplicaciones en AUR para mejorar la apariencia de Grub, no hay que preocuparse por eso ahora…
30 – Entramos al sistema como root
Para finalizar la primera parte de la instalación de Arch Linux únicamente nos resta entrar al sistema como el único usuario existente en este momento, esto es, el administrador (root). En la pantalla de login escribimos root y la contraseña que hayamos escogido. Ya estamos en Arch Linux, os emplazo a un nuevo tutorial para configurar el sistema e instalar un entorno de escritorio.

Si algo ha fallado, quedan más cartuchos por usar. En primer lugar, recomiendo seguir escrupulosamente la wiki de Arch en su apartado dedicado a la instalación:

Y, dado que la finalidad de este tocho es ayudar a quien quiera adentrarse en el fascinante mundo de Arch, dos tutoriales más (mejores, y no es falsa modestia, lo digo en serio) por si algo se me ha pasado, aunque en esencia hacen lo mismo de parecida forma:
Y, por supuesto, como casi nadie pretenderá quedarse en un Arch Linux en consola, el siguiente paso obligado es la instalación de un entorno de escritorio y la configuración del mismo:
Mi escritorio actual Arch + XFCE
Nada más. Espero, como siempre, que el tutorial sirva de ayuda y a la vez de acicate para perder el miedo a instalar una de las mejores distribuciones que hay por ahí fuera en el mundo de Tux. Saludos.

Arch Linux, Flash y Juego de Tronos: solución

Sí, soy consciente de que el título del presente artículo mezcla conceptos que, en principio, poco tienen que ver entre ellos. Sigo escribiendo sobre Linux, lo prometo. El caso es que no han pasado ni dos días desde mi enésimo reencuentro con Arch y ya me he enfrentado a mi primer dilema de difícil solución, lo mío me ha costado resolverlo. Como es posible que haya más personas aquejadas del mismo problema, que paso a relatar a continuación, creo conveniente escribir sobre el tema para facilitar su arreglo.

Logo de Adobe Flash

Recientemente una conocida cadena de televisión en España ha comprado los derechos de emisión en abierto de la prestigiosa serie de la HBO llamada Game of Thrones (Juego de Tronos en español). Para quienes no la conozcan está basada en una colección de libros escritos por George R. R. Martin, que hasta el momento se compone de cinco, llamada A Song of Ice and Fire (Canción de Hielo y Fuego). Soy aficionado al género de espada y brujería, si bien de esto último tiene más bien poco la saga, aunque no tanto como para haberme propuesto verla antes.

Ahora que la emiten en abierto me ha parecido la ocasión idónea para darle un visionado a una serie de la que tanto y bien se ha hablado. En los dos primeros capítulos, únicos que llevo vistos, me da la impresión de que juega bastante con los elementos dramáticos que tanto gustan a los norteamericanos y que sirven de «enganche» para animar al público a seguir la trama. Un «culebrón medieval», para entendernos, que en principio me parece interesante de seguir.

Hasta aquí la parte de gustos personales e información trivial. Voy al grano: dado que ver una serie en una cadena privada española se convierte, la mayoría de las veces, en un suplicio insoportable debido a la gran cantidad de cortes publicitarios decidí aprovechar la web de la cadena para ver los capítulos. El primero lo ví en el portátil con Windows 7 sin problema alguno. Al día siguiente me fui al sobremesa, con Arch + XFCE, dispuesto a ver el segundo y comenzó la odisea.

Mi escritorio actual: Arch + XFCE

Al entrar en la página veía perfectamente los dos anuncios que preceden a la emisión del episodio en sí. Era cuando éste iba a comenzar que me tiraba un error de Flash y el capítulo no se veía. Hice diversas comprobaciones (vídeos en Youtube sin problemas) y no era capaz de entender dónde radicaba el error. Iniciando el navegador por consola y tratando de ver el capítulo daba un error bastante complejo que, en principio, nada tenía de relación con flashplugin o Firefox: «Attempt to remove filter function 0xb7f81200 user data 0x88165d8, but no such filter has been added» (se intentó quitar la función de filtro xxxx, pero no se ha añadido tal filtro). Ininteligible, al menos para mí.

Mi siguiente apuesta también falló: descargar Chrome, el navegador de Google que viene con Flash «incrustado» de serie. Un simple «yaourt -S google-chrome» y ya tenía, 120 Mb después, el programa instalado. Pero al intentar ver el vídeo aparecía el mismo error. Tercera idea, vamos a intentarlo con Chromium (bastante pobre, lo sé, pero eran las nueve y media de la noche de un largo día y no andaba prolijo en buenas ideas). Ni que decir tiene que ocurría lo mismo.

Chromium instalado en mi Arch Linux

Empeñado en resolver el problema opté por iniciar a SolusOS, para comprobar que en dicho entorno, que aún conservo en su versión estable, la 1.1 Eveline, el vídeo se reproducía sin mayor inconveniente. De este modo pude ver el episodio y convencerme de que el problema no estaba relacionado con el hecho de verlo bajo Linux en sí, sino que era algo que estaba fallando en mi Arch. Tras un buen rato de «googlear» por aquí y por allí encontré la solución en los foros de mi querida distro canadiense, en concreto en la respuesta de alguien con un problema para ver vídeos en la web de Amazon.

Y la solución está en la capa de abstracción de hardware (Hardware Abstraction Layer) conocida como hal. Se trata de un demonio cuyo uso está siendo discontinuado en muchas distribuciones, Arch entre ellas, por lo que en general no se indica que deba ser iniciado con el sistema. Al parecer hay webs, como las que nos ocupan, que implementan código más antiguo y buscan funciones que solamente provee el susodicho hal. Por tanto, hacemos:

sudo pacman -Sy hal
sudo /etc/rc.d hal start

Con esto ya tenemos el demonio funcionando. Para que se inicie cuando encendamos el sistema basta, como siempre, añadirlo a la lista de demonios en el archivo de configuración principal de Arch:

sudo nano /etc/rc.conf
DAEMONS=(……. hal …….)

donde los puntos suspensivos son el resto de demonios que iniciemos cada cual.

Firefox reproduciendo por fin Juego de Tronos

Siendo consciente ahora de la necesidad de seguir iniciando hal, por si acaso, he añadido el paso al tutorial de instalación de Arch, parte tres. Tutorial que, por cierto, viene necesitando una revisión a fondo en su primera parte en tanto en cuanto ya no existe el Arch Installation Framework (marco de instalación de Arch) que facilitaba bastante la tarea. Deberes pendientes que dejo, esperando que el presente artículo pueda servir de alguna ayuda. Saludos.

Actualización del tutorial sobre Arch

Como he podido constatar en varias ocasiones ya, la «maldición del archer» (así la llamó un lector del blog, fellsword, en sus comentarios en la entrada que dediqué al distrohopping) es de por vida. Sabía que era cuestión de tiempo, poco en esta ocasión, que volviera a disponer de una partición con Arch Linux en mi equipo. Ciertos problemillas con SolusOS 1, derivados en su mayoría de su base en Debian Stable, algo antigua para mi equipo, me han hecho aparcar por ahora, mientras espero a la versión 2, basada en Testing, a la distro de Doherty. Y, como siempre que me encuentro «huérfano» de distribución, regreso a Arch.

Tux como arquero, imagen creada por Evert Heylen
Tux como arquero, imagen creada por Evert Heylen

Los problemas con SolusOS no vienen al caso en esta entrada, pero los relato igualmente. En primer lugar fui incapaz de lograr que funcionase bien Skype: obtenía imagen, pero no sonido. Cada vez que iniciaba a SolusOS, un extraño sonido chirriante provenía de la webcam. La gestión de los puertos USB 3.0 en Debian Stable nunca me ha funcionado correctamente, tal vez tenga que ver con esto. Por otra parte está Virtualbox o mi incapacidad para conseguir que funcione a pantalla completa (a decir verdad, no lo he conseguido nunca más que en Arch). Luego está el hecho de que, aleatoriamente, al iniciar no se carga el tema de escritorio y me deja con un Gnome plano – esto no tengo ni idea de a qué se debe. Docky me tira errores con el plugin de Gmail y en ciertas ocasiones se desvanece solo (esto no es necesariamente problema de SolusOS, a lo mejor me conviene cambiar de dock). Resumiendo, las pequeñas excusas que todo distrohopper busca y en las que se escuda para dar el salto, una vez más. Culpable.

Bueno, voy al grano. Al instalar Arch por enésima vez he caído en la cuenta de que el tutorial que hice al respecto se encuentra algo desfasado, en concreto en su primera parte. Los cambios son una constante en Arch Linux y a veces son de tal magnitud que invalidan opciones anteriores y rompen sistemas otrora estables cuando no se tiene la precaución de leer las noticias de la web antes de usar «pacman -Syu». En cualquier caso, el tutorial es incorrecto a día de hoy en su primera parte, lo que me lleva a actualizar el contenido usando esta entrada.

Los dos cambios que afectan al modo de instalar Arch están referidos a la sustitución de ciertos directorios con enlaces simbólicos a los mismos, lo que hace que muchos paquetes busquen cosas en sitios donde ya no se encuentran. Es lo que provoca, explicado de modo muy simplificado, la ruptura del sistema. Para aquellos interesados en el tema, dejo los enlaces aquí y aquí.

El método para que esto no nos afecte al instalar es sencillísimo: usar el método «netinstall» para hacerlo. Referido a nuestro tutorial, como vemos en la imagen de debajo, elegíamos el repositorio core local. Ahora deberemos escoger el core remote, es decir, el que está en la red. A la hora de elegir los mirrors recomiendo los holandeses (terminados en .nl) por ser los que menos problemas me han causado. Al estar instalando así las últimas versiones de los paquetes ya nos podemos olvidar de los problemas antes mencionados.

El repositorio core-local se debe deseleccionar y elegir core-remote

El resto del tutorial sigue siendo válido actualmente. Respecto a mi nueva instalación he optado por XFCE. Intenté en un principio usar un curioso script llamado AUI (Archlinux Ultimate Install) que simplifica todos los pasos siguientes a la instalación del sistema base, lo que serían las partes dos y tres del tutorial. No voy a negar que es tremendamente completo y está muy trabajado, el problema es que no me funcionó del todo, pues el sistema no entraba a modo gráfico. En mi opinión no es aconsejable el uso del script, pues es absurdo instalar un sistema tan complicado de mantener si se desconocen las bases de su funcionamiento, a la par que se instalan multitud de paquetes que, al hacerlo paso a paso, no siempre son necesarios. Pero, como siempre, esto es a gusto del consumidor y se averigua probándolo.

Mi escritorio Arch+XFCE antes de empezar a personalizarlo

Nada más, espero que esta entrada sirva para ayudar a quienes pretenden iniciarse en el complicado y a la vez satisfactorio mundo de Arch Linux. No voy a negar que conseguir instalar un sistema a partir de una pantalla negra con una consola me sigue produciendo una sensación muy agradable. Quizás en esto está el motivo que me lleva a regresar a Arch una y otra vez. Saludos.

Crunchbang 11 beta: por buen camino

Todo lo bueno se acaba y, por lo general, suele durar poco. Fin de mi período vacacional estival, vuelta al trabajo – lo que hoy en día en España es para estar dando gracias permanentemente – y regreso a las revisiones. Durante el verano no se presentan demasiadas novedades entre las distribuciones linuxeras, al menos, no que llamen mi atención. Intenté en vano probar Slackel pero no fui capaz de arrancarla, imagino que mis escasos conocimientos sobre LILO y Slackware (en la que se basa), unidos a que pretendía instalarla en mi disco externo USB habrán tenido algo que ver. Sea como fuere, dado que bajo Virtualbox en SolusOS tampoco andaba bien la cosa, tuve que desestimarla.

Logo de Crunchbang

Y rebuscando en un cajón me topé con un DVD de Crunchbang 11 Waldorf, distribución que siempre ha sido de mis favoritas y que recuerdo haber intentado instalar con no muy buen resultado al poco de obtener mi ordenador nuevo, allá por el mes de marzo. En realidad fueron los problemas con los drivers ATI privativos los que me llevaron a desinstalar Crunchbang, o eso creo, pero dado que se basa en Debian Testing y he tenido tan buena experiencia usando SolusOS, está segunda oportunidad que le brindaba se me antojaba más prometedora. Craso error por mi parte, pues los problemas llegaron igualmente, como veremos más adelante. La simple constatación de que, en Linux, dos distribuciones basadas en casi lo mismo (Debian en este caso, aunque ramas distintas) tienen comportamientos muy diferentes.

Debo dejar claro antes de continuar que este es el análisis de una distribución en fase de desarrollo. Una vez que ya había realizado todo el trabajo caí en la cuenta de que aún no se había lanzado la versión definitiva. Como me fastidia mucho trabajar para nada, he decidido publicar las impresiones, pero insisto en que es una versión beta. Una vez Crunchbang 11 vea la luz haré una entrada sobre la versión final por si los pocos errores han sido solventados con éxito.

Instalación
Antes de comenzar el relato de una instalación compleja en la parte referida a los drivers ATI he de advertir que he vuelto a particionar mi disco duro principal para poder realizar las pruebas de distribuciones. No he quedado satisfecho con los resultados ni bajo Virtualbox ni en el disco externo, que me plantea problemas con la instalación de Grub que no he podido resolver. De modo que la presente instalación de Crunchbang se realiza en mi disco con cuatro particiones ahora: SolusOS 1.1 Eveline, la de intercambio, la de datos y la de pruebas.

El instalador de Crunchbang está en español y mantiene la clásica estética debianita, salvo por los colores, ya que prefieren los tonos negros, blancos y grises en lugar del carmesí.  Es un instalador que destaca por su sencillo aspecto y su facilidad de uso. Llegados al punto en que Grub busca otros sistemas operativos instalados en el equipo me avisa de que no encuentra ninguno, pese a que en una partición está SolusOS. Lo bueno de esto, si lo tiene, es el carácter de preaviso: advierte de esta circunstancia y permite saltarse el paso de la instalación del gestor de arranque, de manera que podamos luego solucionar el entuerto desde nuestro otro sistema. Este sencillo gesto es de agradecer, pues en otras ocasiones nos encontramos con el problema cuando ya precisa de otras herramientas – como Super Grub – para resolverse.

Escritorio limpio en Crunchbang

Después de reiniciar tras la instalación nos encontramos con el entorno exiguo habitual de Crunchbang, representado por el gestor de ventanas Openbox y una combinación escueta pero adecuada de herramientas y programas típicos de otros escritorios, predominando los basados en aplicaciones gtk, y fundamentalmente minimalistas. Nos da la bienvenida el script creado por Philip Newborough, más conocido como corenominal, alma máter y mantenedor de esta distribución. Es un sencillo programa que solventa el principal inconveniente de otras distros minimalistas, esto es, intentar mantener lo indispensable para el funcionamiento y que quepa en un CD. Con el script, se nos permite descargar e instalar cosas como el soporte de impresora, el entorno de ejecución de Java, Libreoffice y hasta herramientas de programación si las precisamos. Para mí esta es la principal ventaja que ofrece Crunchbang, que permite, con muy poco trabajo, un escritorio personalizado al máximo.

Aunque Openbox aparece por defecto en inglés, es posible cambiarlo a español, si bien no es sencillo. La única manera que he encontrado es editando a mano el menú, cosa que, por otra parte, se debe hacer cada vez que se instala un programa nuevo, ya que Openbox no añade ningún software a su menú automáticamente. Es el precio a pagar por un total control sobre lo que se instala y su carácter marcadamente minimalista.

A las alturas a las que he probado la versión de desarrollo de Crunchbang 11, tres meses después de su salida, me encuentro como es normal con gran cantidad de actualizaciones, en concreto 659 paquetes que conforman un total de 556 Mb que descargar. Una vez actualizado al máximo, pretendo librarme de los siempre molestos parpadeos iniciales del driver radeon mediante la instalación del privativo de ATI. Para ello instalo primero el paquete linux-headers-xxxx, donde la numeración final depende de lo que obtengamos del comando «uname -r» en consola. A continuación descargo el útil script sgfxi, una utilidad que analiza la tarjeta gráfica y descarga el correspondiente driver propietario, sea cual sea el fabricante. Este script lo he probado con éxito en SolusOS, tanto en mi ordenador principal (ATI) como en el portátil (Intel) e incluso en un viejo ordenador con Nvidia en el lugar de trabajo de mi mujer. Todas las veces el proceso fue como la seda… pero en Crunchbang no.

Script de actualización en Crunchbang

El problema que encuentra el script, según informa la salida de depuración, es que no se consigue desinstalar el driver radeon libre. El propio programa da instrucciones sobre lo que hay que hacer para arreglar esto, que es tan sencillo como reiniciar, entrar en modo consola (CTRL+ALT+F1), loguearse como root y volver a ejecutar por segunda y última vez el script sgfxi. Tras seguir todos estos pasos, no hay arreglo: el sistema gráfico no inicia y me deja en modo consola. La solución para seguir analizando la distro es volver al driver libre, lo cual consigo haciendo uso del script smxi (que se obtiene en el mismo sitio que el anterior), una de cuyas opciones es precisamente ésa, regresar al controlador gráfico original.

Instalación de sgfxi en Crunchbang

Navegación
En el menú de Openbox, al que se accede haciendo clic con el botón derecho del ratón en cualquier parte vacía del escritorio, barra de tareas tint2 incluida,  podremos seleccionar qué navegador queremos instalar de entre Iceweasel (el Firefox de Debian), Chrome, Chromium y Opera. Es el tercero el que viene instalado de inicio, en su versión 20, y funciona perfectamente, flash incluido si lo hemos instalado con el script de inicio.

Vídeo
Crunchbang confía a VLC la tarea de reproducción audiovisual, ya sea con vídeo o únicamente sonido. Trae la versión 2 del popular programa y funciona con los errores clásicos de esta saga, siendo el más conocido y molesto el que provoca la distorsión del sonido si se aumenta el volumen por encima del 100%.

Música
VLC, como indicaba antes. Reproduce MP3 de serie sin dificultad alguna. Instalé Clementine e igualmente iba como la seda.

Clementine en Crunchbang


Ofimática
De entrada nos encontraremos con Abiword y Gnumeric. Haciendo uso del script de inicio podemos instalar Libreoffice con total facilidad.

Fotografía e imágenes
Si bien GIMP está instalado de inicio no creen conveniente la inclusión de ningún programa para gestionar colecciones fotográficas. En los repositorios tenemos para elegir, yo instalé Shotwell y funciona bien.

Shotwell en Crunchbang


Gestor de software
El manejo de los paquetes se realiza con Synaptic, una solución sencilla y eficaz en la que solamente se echa en falta la posibilidad de incluir avisos cuando hay actualizaciones.

Reconocimiento de hardware
Tras encender la impresora y ejecutar el instalador que aparece en el menú, ésta es reconocida. Sin embargo no hubo manera de imprimir nada, pese a que los trabajos aparecen en la cola como finalizados. No entiendo el problema, que no tuve con la versión anterior. Con el escáner y la webcam todo funcionó bien, como pude comprobar tras instalar Simple Scan y Cheese, respectivamente.

Programas de uso habitual
El único de los programas que suelo emplear que viene, por así decirlo, «instalado» de inicio es Dropbox. En el menú de Openbox se incluye un enlace que permite la rápida descarga e instalación del programa de almacenamiento en la nube. En los repositorios encontré soluciones para escáner y webcam, como mencionaba arriba, además de Vagalume. Skype lo instalé desde su web (eligiendo el paquete para Debian, que se instala usando Gdebi con tan solo hacer clic) y lo mismo hice con JDownloader, bajando el script que aparece en la página correspondiente.

Vagalume en Crunchbang

Gestor de arranque
Ya hice hincapié al principio en el problema, advertido a tiempo, del no reconocimiento de mi partición de SolusOS por parte de Grub. Lo solucioné entrando en SolusOS y haciendo un «update-grub» en consola para que sea éste quien reconociese a Crunchbang. Como nota positiva en los repositorios de Crunchbang sigue existiendo el programa startupmanager que permite la edición del menú de arranque, si bien en mi caso se queda en algo inútil dado que el Grub que empleo es externo al sistema en sí.

Startupmanager en Crunchbang

Estabilidad y suspensión a RAM
El sistema es estable, como era de esperar dado que se basa en la distro «rock solid» por excelencia. Sobre la suspensión no puedo opinar debido al consabido problema del driver radeon libre con mi APU A8. Al menos se tiene la posibilidad de inhibir el modo «sleep» del monitor mediante el menú Openbox, con las opciones de gestión de energía, escogiendo que la pantalla no pase nunca a reposo.

Ciclo de desarrollo
No he conseguido averiguar cuál es el ciclo de desarrollo de Crunchbang. La wiki es extensa pero mal organizada, en mi opinión, y no doy con el dato. Lo cierto es que se puede hablar de una auténtica experiencia rolling-release, dado que está basada en – y sus repos apuntan a – la rama testing de Debian.

Skype en Crunchbang

Consciente de mi metedura de pata al analizar una distro aún en fase de desarrollo no quería dejar de compartir la experiencia en el blog. Lógicamente, en aras de la justicia, una vez salga la nueva Crunchbang Waldorf la instalaré y trataré de confrontar la experiencia con ésta, haciendo las oportunas correcciones en la nota final. Es de recibo, por supuesto, y pido perdón de antemano si a algún «crunchbanguero» que pase por aquí le molesta esta situación. En un futuro, salvo error como es el caso de hoy, no pienso analizar distribuciones en esta fase de su desarrollo.

Y ciñéndome a la experiencia en sí, lo cierto es que esperaba más de Crunchbang. El problema con la impresora unido al de la gráfica me causó cierta decepción, pero en realidad todo se puede quedar en nada al estar refiriéndonos a una versión de prueba. Veremos que nos depara el lanzamiento definitivo, de momento apunta maneras y es una distro de obligada cata para los amantes (que los hay a montones) del entorno liviano Openbox. Un 7’39 en la primera evaluación, ya veremos la nota en los exámenes finales. Saludos.