ACTUALIZADO A FECHA 9 DE DICIEMBRE DE 2012
Mucho se ha escrito últimamente sobre la decisión de los desarrolladores de Arch Linux de discontinuar el uso del AIF (Arch Installation Framework, Marco de Instalación de Arch) que simplificaba un poco la tarea de poner en funcionamiento el excelente sistema operativo que implementan. La mayor parte de las reacciones son negativas, en la senda de acusar a Griffin y compañía de pretender reducir aun más si cabe el espectro de usuarios «arqueros» hasta convertir la distribución en poco menos que elitista. La razón esgrimida para el cambio es la falta de contribuciones al mantenimiento del AIF, o sea, no hay recursos o no se desea dedicarlos a algo considerado trivial.

No comparto el revuelo que se ha montado en torno a este tema, la verdad. En principio me pareció que se estaban equivocando, pero una vez probada la instalación mediante scripts y consola no me ha parecido tan terrible. Además, el AIF es relativamente nuevo en Arch (se incluyó en febrero de 2009) y tampoco ha sido nunca la panacea en cuanto a facilidad de uso. Más controvertido me resulta el hecho de que se haya prescindido de las imágenes iso que apuntan al repositorio core-local (en el propio disco) en favor del repositorio actualizado en línea (core-remote). Este hecho sí que restringe sobremanera el acceso a Arch a personas con una buena conexión de red y, en mi modesta opinión, debiera ser revisado.
Esta introducción viene al caso de los numerosos «chascarrillos» y las muchas opiniones contrarias, algunas sin tener el más mínimo respeto por Arch, que he venido leyendo en los últimos días. Señor@s, nadie obliga a saber instalar Arch Linux. Nadie obliga a usar Arch Linux. En un panorama gobernado por Windows y con cientos de distribuciones cuasi-iguales en Linux, no veo porque no pueden unos desarrolladores tratar de ceñirse a sus ideas, a su principio KISS, y cambiar un escueto instalador (por llamar de alguna forma a AIF) por una serie de scripts de consola. Y si alguien se siente tan irresistiblemente atraído por esta distro, las razones no vienen al caso pero la sencillez es precisamente una de ellas, como para querer usarla tiene varias opciones a su disposición: la wiki de Arch, tutoriales como el que nos ocupa hoy, o distribuciones que facilitan el trabajo al entregarnos un Arch ya «montado», como KahelOS (Gnome), Chakra (KDE, aunque poco queda de Arch ya en Chakra), Nosonja (XFCE), Archbang (Openbox) o Bridge Linux (escritorio a elegir). Casi nada.
Y ahora, vamos al tema. Este tutorial viene a sustituir al primero que redacté, pues los cambios acaecidos lo invalidan.
Descargar Arch Linux
Lo primero que debemos conseguir es la iso de instalación de Arch Linux. Para simplificar (como no) las cosas se ofrece una única versión para arquitecturas de 32 bits y de 64 bits. Como indicaba antes es una imagen de instalación de tipo «netinstall», esto es, busca y descarga los paquetes en la red, con lo cual recomiendo encarecidamente hacerlo si disponemos de una buena conexión, a ser posible cableada (aunque no es imprescindible). Podemos descargar la imagen de aquí. Se puede grabar a un CD usando cualquier programa del que dispongamos para dicha tarea o a un pendrive con Unetbootin, por ejemplo.
Nuestro Arch básico en 30 pasos
Pueden parecer demasiados, lo sé, pero me ha parecido mejor dividir el proceso en órdenes sencillas para no hacerlo tan pesado. ¿Listos para el reto? Allá vamos:
1 – Iniciamos el CD o pendrive
Al iniciar nos encontramos con el clásico menú de Arch que incluye varias opciones. La pantalla que veremos se parecerá a ésta, salvo que sin los bordes de la ventana que denotan que estoy haciendo la instalación en una máquina virtual de nombre Galileo (recuerdos de los viejos tiempos de la Facultad):
Como podemos apreciar las opciones relevantes para nuestra tarea son las dos primeras, una inicia Arch de 32 bits, la siguiente inicia Arch para sistemas de 64 bits (todos los modernos, por otra parte). Elegimos según el hardware de cada cual.
2 – Entramos al sistema como root
Cuando se inicia Arch de nuevo se nos facilita la tarea: el propio sistema se loguea solo como usuario administrador. Lo que vemos es esto:
3 – Cambiamos el mapa de teclado
En principio el teclado viene configurado para el idioma inglés. Con una sencilla instrucción lo podemos poner en el que queramos, español en nuestro caso:
[root@archiso ~]# loadkeys es
4 – Iniciamos el gestor de particiones
El tutorial lo escribo suponiendo que se va a instalar Arch en un disco vacío. El uso del particionador en consola no es excesivamente complejo, pero si se prefiere se puede tener el disco preparado de antemano usando un live cd de cualquier distribución que incluya un gestor de particiones, como por ejemplo,
SolusOS. Para entrar al gestor:
[root@archiso ~]# cfdisk
Y nos encontraremos en la siguiente pantalla:
El disco, como podemos apreciar, está vacío.
5 – Creamos nuestras particiones
En nuestro ejemplo solamente voy a crear dos, una para la raiz del sistema (/) y otra de intercambio (swap). Son las mínimas requeridas (o no, también podemos prescindir de la swap si tenemos mucha memoria o no vamos a usar la función de hibernar) pero no las recomendadas. Lo ideal es crear también una partición para nuestros datos (/home) por si en algún momento se requiere la reinstalación del sistema tener los mismos a salvo. Hay quien recomienda una cuarta partición para /boot, pero hoy por hoy no le veo la utilidad.
Siguiendo con nuestro ejemplo, tenemos que seguir la secuencia siguiente:
New –> Primary –> introducimos el tamaño deseado –> Beginning
New –> Primary –> el tamaño que le demos a la swap, se recomienda al menos la mitad de nuestra RAM total –> Beginning
Nos posicionamos sobre sda1 y marcamos Bootable para que se pueda iniciar desde ella. Luego elegimos Write y recibimos la clásica advertencia de que se van a destruir todos los datos previos del disco:
Aceptamos con Yes y a continuación elegimos Quit.
6 – Creamos el sistema de ficheros raiz
Lo que hemos hecho antes es preparar el disco dividiéndolo en dos particiones, ninguna de las cuales tiene formato aún. Es lo próximo que haremos, empezando por la raíz, que en nuestro ejemplo es sda1:
[root@archiso ~]# mkfs.ext4 /dev/sda1
7 – Creamos y activamos la partición de intercambio
Hacemos ahora lo mismo con la swap que, por sus características, requiere de un comando extra para ser activada:
[root@archiso ~]# mkswap /dev/sda2 && swapon /dev/sda2
8 – Montamos la partición raíz
La swap ya está activada, ahora montamos la raíz con un sencillo comando:
[root@archiso ~]# mount /dev/sda1 /mnt
9 – Levantamos la red
El poder disponer de una conexión a Internet, como veíamos antes, es ya condición indispensable para instalar Arch. Si lo estamos haciendo con una conexión vía wifi es algo más complicado, por lo que recomiendo proveernos de una conexión cableada si nos es posible (¿para qué están los amigos?). En caso de no poder disponer de ella tenemos las instrucciones correspondientes en la wiki de Arch, en concreto en
este artículo. No me queda muy claro al leerlo si en la iso netinstall se incluyen las herramientas para levantar la conexión wireless, si no es así estaríamos ante una situación absurda, como los propios desarrolladores indican: necesitamos Internet para obtener las herramientas, pero necesitamos las herramientas para acceder a Internet. Bucle recursivo y sin solución. Espero que no sea el caso.
Bien, pensemos en positivo y en que tenemos una conexión cableada. El modo de iniciar la red es muy sencillo:
[root@archiso ~]# dhcpcd
Y obtendremos algo parecido a esto:
10 – Eligiendo un repositorio
Ya que somos afortunados y podemos acceder a Internet es el momento de escoger un repositorio más o menos próximo a nuestra localización. Mis experiencias desde España me llevan a aconsejar actualmente los mirrors o espejos holandeses, por ser con los que he conseguido mejores resultados. Vamos a editar (usando
nano, también se puede usar
vi si se desea) el fichero que contiene los espejos:
[root@archiso ~]# nano /etc/pacman.d/mirrorlist
Lo que nos inicia el editor con dicho archivo:
Para elegir un espejo basta descomentar su correspondiente línea, es decir, eliminar el carácter # del principio de Server = http… Ojo, las líneas que comienzan con Score no es preciso (provocaría error, de hecho) descomentarlas. Recomiendo elegir varios mirrors, pues pacman intenta conectar con ellos por orden y, caso de no conseguirlo con uno pasará al siguiente. De ahí que sea mejor tener varios por si alguno está caído en el momento de instalar.
11 – El script de instalación pacstrap
Vamos a proceder ya a la instalación de los paquetes del sistema, propiamente dicha. Haremos uso del nuevo script pacstrap, indicándole que instale en mnt los paquetes del sistema base y los de desarrollo, que serán más tarde necesarios. Es lo equivalente a lo que hacíamos antes en AIF, eligiendo base y base-devel:
[root@archiso ~]# pacstrap /mnt base{,-devel}
Y la descarga e instalación comienza:
12 – Instalando el gestor de arranque
Cuando la instalación ha concluido es el momento de proceder a la configuración del gestor de arranque
Grub. También se puede optar por
Syslinux, como casi siempre es a gusto del consumidor. Recomiendo el primero, que es el que uso y que se debe instalar así:
[root@archiso ~]# pacstrap /mnt grub-bios
13 – Generando el archivo fstab
Fstab es el fichero donde se guarda la configuración de los sistemas de archivos y las particiones que nuestro Arch va a leer al iniciar. Hemos de generarlo con el siguiente comando:
[root@archiso ~]# genfstab -p /mnt >> /mnt/etc/fstab
14 – Configurando el fstab
Al momento de realizar mi instalación había un par de cosas que configurar en el archivo fstab si queremos evitar un error al iniciar el sistema. Y especifico al momento porque es posible que dicho error se vea subsanado en las siguientes imágenes de instalación de Arch. El caso es que debemos editar el archivo:
[root@archiso ~]# nano /mnt/etc/fstab
Y corregir la línea referente a la partición de intercambio, dejándola así:
/dev/sda2 swap swap defaults 0 0
En mi caso es sda2, cada uno que ponga la partición correspondiente a su swap. En la instalación que hice aparecía «none» en lugar de la partición correspondiente, lo cual provocaba un error durante el arranque (nada importante, tan solo no se activaba la partición de intercambio).
15 – Entrando al nuevo sistema
Aun no es momento de reiniciar, pero ya podemos operar con nuestro nuevo sistema instalado haciendo uso de la utilidad chroot:
[root@archiso ~]# arch-chroot /mnt
Esta instrucción nos hace entrar como superusuario en la partición que contiene ahora mismo nuestro sistema nuevo, es decir, /mnt.
16 – Definir el nombre de nuestra máquina
Para poder identificarla en red es preciso nombrar a nuestro equipo con Arch. Lo hacemos editando el fichero hostname:
[root@archiso /]# nano /etc/hostname
Nótese que ya no precisamos especificar el directorio /mnt porque estamos físicamente en él. Se abrirá un archivo en blanco donde solamente deberemos escribir una línea con un nombre, en minúsculas, sin entrecomillar. Por ejemplo, galileo.
17 – Completar el archivo hosts
El paso anterior no sirve para nada si no accedemos también al fichero hosts y añadimos el mismo nombre que pusimos.
[root@archiso /]# nano /etc/hosts
Quedará algo así:
127.0.0.1 localhost localdomain localhost galileo
::1 localhost localdomain localhost galileo
Como siempre que estamos en nano usamos CTRL+O para grabar, luego ENTER y CTRL+X para salir.
18 – Especificar nuestra localización
Para ello deberemos crear un enlace simbólico que incluya el lugar más próximo a nuestra localización. En nuestro ejemplo, vivo en Sevilla, sería Madrid:
[root@archiso /]# ln -s /usr/share/zoneinfo/Europe/Madrid /etc/localtime
19 – Configurar el archivo de localización
Bastará editar el fichero en cuestión:
[root@archiso /]# nano /etc/locale.conf
Y escribimos una única línea con el idioma y la codificación de texto deseada, en nuestro caso:
LOCALE=»es_ES.UTF-8″
20 – Descomentar las líneas de localización españolas
Esto se hace en el fichero locale.gen:
[root@archiso /]# nano /etc/locale.gen
Ahí tendremos que quitar el carácter # de delante de las tres líneas referidas al español, dejando activados es_ES.UTF-8, es_ES.ISO-8859-1 y es_ES.ISO-8859-15@euro.
21 – Generar los locales
El propio nombre lo indica, el comando es:
[root@archiso /]# locale-gen
Si queremos evitar posteriores advertencias del sistema hay que hacer que éste lea la nueva configuración de los locales así:
[root@archiso /]# source /etc/locale.conf
22 – Configurar el fichero mkinitcpio.conf
Este es un paso exclusivo para usuarios avanzados, quienes en su mayoría no precisan de tutoriales como éste para instalar Arch. En resumen, es una forma de configurar el modo en que se va a crear el archivo de imagen de inicio del sistema. Lo podemos dejar por defecto como está, pero si se desea investigar el asunto, basta hacer:
[root@archiso /]# nano /etc/mkinitcpio.conf
23 – Generar el archivo de inicio en RAM
Cualquier sistema Linux, tras cargarse en memoria el
kernel, busca seguidamente un pequeño sistema de directorios que se crea en la memoria RAM. Simplificando el tema, busca el initramfs. En Arch, dicho mini-sistema se crea con el script mkinitcpio:
[root@archiso /]# mkinitcpio -p linux
El comando nos dará una salida parecida a la que vemos aquí:
Se han creado dos imágenes, una normal y otra de recuperación (fallback). El mensaje de advertencia respecto a los locales («failed to set default locale») que vemos en la imagen, si bien no afecta para nada al posterior desempeño del sistema, se puede evitar si hacemos lo reseñado en el punto 22.
24 – Instalar Grub
Paso importante, para poder iniciar Arch se debe instalar antes el gestor de arranque. Para ello hacemos:
[root@archiso /]# grub-install /dev/sda
No indicamos ningún número al final de sda puesto que vamos a instalar Grub en el
MBR (Master Boot Record, Registro Principal de Arranque) del disco. La frase «Installation finished. No error reported» nos da la clave de todo ha salido bien.
25 – Configurar Grub
Para el sistema de nuestro ejemplo no tiene complicación alguna, ya que es el único sistema que se encuentra en el disco:
[root@archiso /]# grub-mkconfig -o /boot/grub/grub.cfg
Caso de no ser así, tras los pasos anteriores habría que modificar una serie de archivos a mano para añadir el resto de sistemas, incluyendo Windows. También podríamos dejarlo para más adelante y usar alguna de las alternativas gráficas que existen en
AUR para desempeñar la tarea más fácilmente. Más información al respecto,
aquí.
26 – Crear la contraseña de root
Todo superusuario requiere su «supercontraseña». Para generarla en nuestro Arch Linux de nuevo cuño escribiremos:
[root@archiso /]# passwd
Tras lo cual introduciremos por dos veces la contraseña que deseemos.
27 – Volver al sistema de instalación
Nos vamos acercando al gran final y hay que ir deshaciendo cosas. Para empezar tenemos que salir del entorno instalado en el que estamos trabajando con chroot para volver al sistema de instalación que se creó con la iso:
[root@archiso /]# exit
Más sencillo imposible. Quiero salir, escribo «exit».
28 – Desmontando lo antes montado
Como hay que ser ordenados debemos dejar las cosas en su sitio, es decir, como estaban al principio de nuestra tarea. Desmontamos el directorio mnt:
[root@archiso ~]# umount /mnt/
29 – Reiniciando el equipo
Llegó el momento cumbre de reiniciar, quitar el medio de instalación (CD o pendrive) y dejar a Grub aparecer en toda su gloria. La orden es clara y concisa:
[root@archiso ~]# reboot
Tras lo cual, segundo más o menos dependiendo del ordenador de cada uno, nos encontraremos con esto:
Esta escueta pantalla, una espartana configuración que es el adalid de la sencillez de la que presume Arch (con razón, por otra parte) nos indica que vamos a iniciar a nuestro nuevo y flamante sistema arquero. Por cierto, hay multitud de aplicaciones en AUR para mejorar la apariencia de Grub, no hay que preocuparse por eso ahora…
30 – Entramos al sistema como root
Para finalizar la primera parte de la instalación de Arch Linux únicamente nos resta entrar al sistema como el único usuario existente en este momento, esto es, el administrador (root). En la pantalla de login escribimos root y la contraseña que hayamos escogido. Ya estamos en Arch Linux, os emplazo a un nuevo tutorial para configurar el sistema e instalar un entorno de escritorio.
Si algo ha fallado, quedan más cartuchos por usar. En primer lugar, recomiendo seguir escrupulosamente la wiki de Arch en su apartado dedicado a la instalación:
Y, dado que la finalidad de este tocho es ayudar a quien quiera adentrarse en el fascinante mundo de Arch, dos tutoriales más (mejores, y no es falsa modestia, lo digo en serio) por si algo se me ha pasado, aunque en esencia hacen lo mismo de parecida forma:
Y, por supuesto, como casi nadie pretenderá quedarse en un Arch Linux en consola, el siguiente paso obligado es la instalación de un entorno de escritorio y la configuración del mismo:
Nada más. Espero, como siempre, que el tutorial sirva de ayuda y a la vez de acicate para perder el miedo a instalar una de las mejores distribuciones que hay por ahí fuera en el mundo de Tux. Saludos.