Chakra Claire: acercando KDE a la excelencia

Se ha hecho esperar un poco, como las cosas buenas, pero ya está aquí desde hace unos días la nueva iso de Chakra, de nombre Claire en homenaje a Claire Lotion. Me preguntaba si merecía la pena hacer una revisión de una distro que sigue el modelo semi-rolling, aunque sea la que actualmente utilizo. En suma no ha cambiado tanto, es cierto, pero se presenta con alguna novedad que merece la pena ser comentada. Dicho motivo, unido a la falta de motivación para probar nuevas distribuciones que me afecta últimamente me lleva a re-analizar Chakra.

KDE Splash de Chakra Claire

Antes de decidirme a hacerlo pasé una interesante tarde instalando y probando Linux Mint Maya Cinnamon, distro que ya analicé en su versión con MATE y que, de hecho, ocupa el primer lugar en el ranking de distribuciones de nuestra peculiar clasificación. La tarde de probaturas me dio para sacar un par de conclusiones. La primera es que Cinnamon, motivo principal que me llevó a hacer la instalación, sigue estando verde para mi gusto. Cinco minutos con el entorno me hicieron perder los nervios, dos kernel panic incluidos, que ya es decir. Lentitud, errores inexplicables y dos pantallazos negros de la muerte. No se puede pedir más, Cinnamon + drivers propietarios de ATI resultan en una combinación infumable actualmente. La otra conclusión viene dada por la cantidad de visitas que recibe el análisis de Linux Mint Maya en el blog. Es evidente que muchas de las personas que nos visitan no pasan por alto el lugar que ocupa en la clasificación de distribuciones, de ahí que ocupe también el primer puesto entre las entradas más vistas en La Sombra del Helicóptero.

Este hecho me da mucho que pensar. En primer lugar, supone una tremenda responsabilidad, pues si bien los análisis que hago son muy particulares y siempre tratando de ver la distro desde el punto de vista de alguien con pocos conocimientos, está claro que el puntuar las distribuciones tiene una gran influencia entre quienes navegan y se topan con el blog. Me dispuse, pues, a revisar concienzudamente la forma de puntuar una distribución y encontré un punto en concreto, el referido al software de uso habitual, que simplemente, no tenía sentido alguno. Hay decenas de miles de paquetes en Linux, y la definición de «uso habitual» depende tanto de cada uno que es absurdo puntuar a una distribución en base a los programas que ofrece o deja de ofrecer. A partir de esta revisión nos olvidamos de este punto y añadimos uno referido al navegador de archivos y sus opciones de red (samba) y de montaje de dispositivos (pendrive, tarjetas de memoria y esas cosas). Espero que se entienda el cambio y las razones que lo han motivado.

Fin del tocho, vamos con Chakra:

Instalación
En el anuncio oficial sobre el lanzamiento de Chakra Claire se advierte que no se debe intentar grabar la iso a un pendrive con Unetbootin. Nada se dice sobre Imagewriter, el programa que yo empleé y que no me dió ningún tipo de problema. Recuerdo que Chakra ya no está disponible para arquitecturas de 32 bits, como se discutió en la entrada anterior.

Chakra es de las pocas distribuciones que permite iniciar con los drivers propietarios de cada tarjeta gráfica. Lo cierto es que esta es una ventaja importante, sobre todo en ATI, donde los drivers libres pueden llevar el equipo a estado de reposo y dejarlo allí, esto es, obligarte a hacer un hard reset a poco que te levantes a por un café y dejes de mover el ratón cinco minutos. Tribe sigue en estado alfa (en Chakra son pocos desarrolladores y bien que se nota) pero aun así continúa siendo el mejor (opinión personal) instalador de Linux. Las nuevas capturas de pantalla que adornan el slide show lo hacen todavía más impresionante.

Escritorio limpio de Chakra Claire

Una rápida instalación y reiniciamos el sistema. El nuevo tema de KDM es también muy bonito, pero por desgracia no se muestran las fotos de usuario a elegir. Tras hacer el correspondiente login, aparece el escritorio conocido, un KDE que con su versión 4.9 ha dado un paso más hacia la consolidación como mejor opción dentro de los entornos de escritorio. Nuevos fondos de pantalla, nuevo tema (el popular Caledonia) pero el sabor de la Chakra de siempre.

En esta nueva versión nos da la bienvenida Kapudan. Se trata de una adaptación de un programa de la otrora popular Pardus, conocido como «desktop greeter» o «saludador de escritorio». Kapudan nos ayuda a dar los primeros pasos en Chakra, al mismo tiempo que nos permite configurar algunos aspectos del sistema. Las pantallas a través de las cuales nos guía el Kapudan (capitán en turco antiguo) son:

– Creación de carpetas de usuario. En Chakra no vienen por defecto las típicas carpetas de Documentos, Imágenes, Vídeos, etc. Podemos crearlas aquí.

– Elección de fondo de pantalla. Varios bonitos wallpapers entre los que elegir.

– Elección del menú de KDE. El habitual, Lancelot, estilo KDE3 o estilo dashboard.

– Elección del tema de plasma. Igualmente tenemos varios entre los que elegir, recomiendo tanto Caledonia como Helium, uno oscuro, el otro claro.

– Elección de la foto de usuario. Como apuntaba antes, las imágenes que podemos seleccionar como foto para el KDM no aparecen correctamente. Lo que sí que funciona es la posibilidad de tomar una foto con nuestra webcam (al estilo del instalador de Ubuntu) la cual podremos usar para dichos menesteres.

– Elección de la distribución de teclado. Este apartado permite seleccionar un teclado distinto al del idioma por defecto de nuestro sistema, que ya se eligió en Tribe.

– Configuración de las notificaciones de actualizaciones disponibles. Lo que su propio nombre indica, cada cuánto tiempo deberá el script Spun advertirnos de que es momento de hacer «sudo pacman -Syu» para actualizar el sistema.

– Elección de demonios al inicio. Podemos, por ejemplo, indicar al sistema que inicie el servidor de impresión, que por defecto viene desactivado. Ello posibilitará, entre otras cosas, que se detecte automáticamente nuestra impresora al encenderla por vez primera en Chakra.

– Configuración de las herramientas de seguridad. Activar el cortafuegos y algunas opciones para usuarios más preocupados por la cuestión. Permite incluso instalar Clam AV, el antivirus con versión para Linux… (su utilidad real es un tema controvertido, ciertamente).

Kapudan en Chakra Claire

Estas son las variadas elecciones que nos permite esta primera versión del Kapudan de Chakra. Se puede convenir que es un muy buen punto de partida, si bien tiene sus pequeños fallos, como la mala aplicación del tema de plasma Caledonia (se usa un color para las tipografías que choca, al ser oscuro, con el fondo usado en la barra de tareas). Nada que no se solucione con un reinicio, por otra parte.

Quizás el único punto negro de mi primera impresión post-instalación de Chakra Claire ha venido por el lado del applet de sonido en la barra de tareas. En otras ocasiones, incluso en alguna instalación de Arch Linux con KDE, me ha ocurrido que el sistema detecta como predeterminada la tarjeta de sonido referida como «IEC958». Casi siempre que ha ocurrido esto (extrañamente no me pasó con la anterior versión de Chakra) me ha bastado con instalar dos paquetes, pulseaudio y pulseaudio-alsa, para zanjar la cuestión de forma positiva. Sin embargo, no ha sido así en esta ocasión. Ni la medida anterior, ni crear un archivo .asoundrc en mi /home, ni trastear con alsamixer han dado fruto alguno. El applet sigue mostrando el canal equivocado y no me permite subir ni bajar el volumen del sistema. Extraña cuestión…

Navegación
Como es norma en Chakra, todo sigue la senda de las librerías Qt. Los navegadores no son una excepción, claro, y es por eso que tenemos Qupzilla y Rekonq, por orden de preferencia de quien escribe estas líneas. Es justo reconocer que ambos han mejorado mucho, de hecho la última versión de Qupzilla incluso permite instalar scripts de Greasemonkey. En mi caso particular es casi el único que utilizo, solo empleo Firefox (disponible como bundle) cuando es preciso, pues todavía hay quien programa sus webs para uso exclusivo de la terna de navegadores más famosa. El problema que aparece en esta versión de Chakra es que no hay sonido en los vídeos en flash, probablemente esté relacionado con el problema del applet que menciono en el anterior párrafo.

Qupzilla sin flash en Chakra Claire

Comentar, en lo referente a flash, que tanto Qupzilla como Rekonq no lo traen incorporado, no así Firefox, que sí lo tiene de serie. Se puede instalar el plugin de flash, junto a otras cosillas útiles con:

ccr -S chakra-essentials

Firefox con flash en Chakra Claire

Vídeos
El reproductor por defecto sigue siendo Bangarang. Comprendo su inclusión, pero no me hallo entre sus admiradores. Algo que me molesta bastante es que al hacer clic para abrir un archivo de vídeo éste no se reproduce automáticamente, sino que únicamente se abre Bangarang y el usuario debe pulsar el botón de inicio para que comience la reproducción. Desconozco si es un bug que me afecta solo a mí, o tiene que ver con mi hardware, el caso es que es algo fastidioso. Por lo demás, reproduce todo lo que se le echa.

Música
Amarok es el reproductor/organizador de colecciones musicales elegido. Ambas cosas las hace a la perfección.

Amarok en Chakra Claire

Ofimática
La «fidelidad de marca», entendida en este caso como apostar por KDE, hace que los desarrolladores de Chakra incluyan la suite Calligra como la predeterminada en su distribución. Sigue creciendo, pero aún no alcanza a Libreoffice. Si preferimos dicha opción, tenemos un Libreoffice sin dependencias gtk disponible a golpe de pacman.

Calligra Word en Chakra Claire

Fotografía e imágenes
Gwenview se incluye como organizador de fotos y visor de imágenes al mismo tiempo. Se puede instalar Digikam si se desea. Gimp es un bundle que funciona sin problemas. En este apartado siempre voy a echar de menos a mi preferido Shotwell. Para mi desgracia, depende demasiado de gtk como para poder instalarlo en Chakra. Pero Digikam está bien y por fin he aprendido a ordenar las fotografías con la fórmula año/mes/día.

Gwenview en Chakra Claire

Gestor de programas
No hay tal cosa en Chakra, al menos, todavía no. En esta versión seguiremos instalando las actualizaciones con pacman (sudo pacman -Syu) si bien se incluye un script, que se ejecuta por defecto, para notificarnos cuándo hay disponibles nuevas versiones de los paquetes. El citado script se denomina Spun y no hemos de hacer nada con él, su única misión es notificar. Como he indicado en otras ocasiones, el nuevo gestor de paquetes Akabei se encuentra en fase de desarrollo y, una vez se termine, podremos empezar a considerar el uso de programas para instalar o desinstalar software. De momento, no es posible, y aquí es donde quizás Chakra patina un poco para los usuarios noveles.

Reconocimiento de hardware
Si hemos indicado a Kapudan que se inicie el servicio de impresión (cups) no debemos tener problemas con nuestra impresora. En mi caso, solo encenderse y se configura todo correctamente. Para probar el escáner instalé Skanlite e igualmente funcionó bien. La webcam ni tan siquiera precisé de un programa para probarla, el propio Kapudan hizo uso de ella para la foto de usuario. Todo perfecto «out of the box».

Reconocimiento de impresora en Chakra Claire

Navegador de archivos
Dolphin, el navegador de KDE, cumple todas las expectativas. Dispone de innumerables opciones de configuración, panel de vista previa, miniaturas… Las funciones de red están habilitadas y también cumplen su cometido, permitiendo conectar con un equipo Windows con solo conocer la contraseña correspondiente. El auto-montaje de dispositivos, como un pendrive y una tarjeta SD de memoria, funciona también sin fisuras.

Dolphin en Chakra Claire

Gestor de arranque
Chakra emplea Grub2 como gestor de inicio, adornado con el bonito tema creado por el usuario Malcer. Reconoció el otro sistema instalado en el equipo (mi partición de trabajo, también con Chakra) y además permite hacer cuantas modificaciones se deseen gracias al módulo de configuración incluido en el menú de KDE –> Preferencias del Sistema –> Arranque y Apagado. Perfecto, una vez más.

Editar Grub2 en Chakra Claire

Estabilidad y suspensión a RAM
El sistema destaca, sobre todo, por su rapidez. Si se deshabilitan las opciones de búsqueda de escritorio (lo hago siempre, aunque tenga equipo de sobra) como se sugiere en esta entrada se consigue una experiencia inmejorable con KDE. Si añadimos la gran estabilidad y la suspensión a RAM de serie, gracias a la inclusión de los drivers propietarios de ATI desde el comienzo, no podemos pedir más.

Ciclo de desarrollo
Chakra emplea el modelo semi-rolling, no es necesario volver a instalar el sistema cada vez que aparece una nueva versión. Los desarrolladores mantienen con especial cuidado los paquetes más críticos (relacionados con el kernel, el servidor gráfico y ese tipo de cosas) al mismo tiempo que se proporcionan las últimas versiones de los paquetes de aplicaciones. Si se desea aún más rapidez (casos de versionitis aguda) se puede habilitar el repositorio testing. Más información, aquí.

Se podría concluir que este es un análisis sesgado dado que Chakra es la distro que uso y con la que colaboro en lo que puedo. No era mi intención, desde luego, pero tal vez me pueda el entusiasmo. Chakra tiene una serie de ventajas muy claras entre las que destaca su definición como distribución con KDE, que la hacen dedicarse exclusivamente a este entorno, y a la vista está el excelente resultado. La creciente y amigable comunidad que la respalda es otra de sus virtudes. Un entorno libre de gtk… no tanto.

Powered by Chakra Project

Pero no voy a perder más tiempo en debatir una filosofía, es absurdo a todas luces. Chakra nació libre de gtk y así va a continuar. Tal vez sea ese el secreto de su estabilidad y velocidad, no lo sé con certeza. Cosas a mejorar de esta última versión, algunas las he apuntado más arriba: el problema del applet de sonido en determinado hardware, el «molesto» Bangarang y un error al apagar el sistema que lo hace demorar unos segundos debido a un fallo en networkmanager, si bien esto último ocurre igualmente en Arch y es achacable a los desarrolladores de dicho paquete (Gnome, me temo). Por lo demás, la considero – a la espera de la nueva openSUSE – la distribución de referencia y obligada probatura para todo amante de KDE. Ahí queda, con sus 9’13 de puntuación. Saludos a todos.

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Fin del soporte a 32 bits en Chakra

Me hago eco, por lo importante de la noticia, del anuncio que el equipo de Chakra publicaba ayer en su web acerca de las razones y argumentos que andan detrás de la decisión de discontinuar el soporte a equipos con procesadores de 32 bits (i686) en favor únicamente de arquitecturas de 64 bits (x86_64). Si bien estas últimas constituyen la abrumadora mayoría actualmente, estoy seguro de que aún sobreviven bastantes equipos antiguos que no soportan x86_64, yo mismo tenía uno hasta hace unos meses. Reproduzco el comunicado a continuación:

«Dado que Chakra es una distro comunitaria, es modelada completamente por aquellos que trabajan de manera activa en su desarrollo. Por un gran número de razones, explicadas en este artículo, el equipo del Proyecto Chakra ha decidido que es mejor para este proyecto centrarse de ahora en adelante solo en x86_64.

Hace unos 10 o 15 años la arquitectura estándar que se usaba era la i486. Luego, lentamente, i686 tomó el relevo. Desde más o menos 2004-2006 la gran mayoría de los sistemas de escritorio y portátiles fabricados lo eran bajo la arquitectura x86_64. Aunque algunas distribuciones aún soportan hardware muy antiguo con arquitecturas i486, Chakra había escogido desde el principio no soportar dicho hardware y centrarse en ser una distribución de escritorio moderna. En esta tesitura, ha habido muchas discusiones (principalmente en los foros), desde hace unos 18 meses, sobre cuánto tiempo iba a soportarse i686 y por qué. Hay docenas y docenas de distribuciones que se centran exclusivamente en el hardware antiguo, que no ofrecen soporte para x86_64, solamente una arquitectura, la i686. Parece el momento adecuado para que una distribución centrada en el hardware moderno haga lo propio y se centre únicamente en x86_64.

Como todos los que trabajan y apoyan a Chakra, haciendo paquetes y programando, usan sistemas 86_64, se hace más y más complicado mantener la calidad en todas las fases de pruebas para i686, ya que no hay nadie que use diariamente este tipo de sistemas.

Además, Chakra ha crecido a un ritmo mucho mayor de lo que cualquiera de nosotros hubiera imaginado. Al inicio de la separación de Arch, el lanzamiento de una iso provocaba entre 7.000 y 10.000 descargas. La serie Edn (la iso que siguió al lanzamiento de KDE SC 4.7.x) tuvo un total de 100.000. La última serie, Archimedes, va por las 260.000. Todos esos nuevos usuarios llegan con peticiones de todo tipo de paquetes y características, y Chakra sigue atendiendo estas demandas tanto como puede, sin prestar atención al hecho de que las peticiones de los usuarios iban rápidamente superando al número de voluntarios que participan activamente en la distro. Mantener unos 7.000 paquetes (bundles incluidos) en una distro semi-rolling, con el nivel de calidad que Chakra se exige, con 2 o 3 empaquetadores haciendo el trabajo con unos 5.000-6.000 paquetes no es sostenible.

Esperemos que todo lo reseñado arriba deje claro que dejar de soportar i686 es el siguiente paso necesario y lógico para Chakra. Nos devolverá a un punto de  solidez y sostenibilidad. Y de ahora en adelante, el desarrollo solo llegará a partir de una creciente y dedicada base de voluntarios.

¿Qué significa esto para aquellos que usan actualmente nuestra versión i686? En un futuro inmediato, nada, no habrá cambios. Vuestro sistema está totalmente actualizado y sincronizado con x86_64 en el momento de escribir estas líneas. En los próximos 2-3 meses recibiréis todas las actualizaciones de seguridad y correcciones de errores. Después de eso, los repositorios i686 permanecerán en línea indefinidamente, pero ya no serán mantenidos. De modo que será bastante parecido a estar en una distro no-rolling, donde normalmente debes reinstalar cada 6 meses, o elegir otra distro, para volver a estar al día.

No se harán más isos para i686, y es por esto que creemos que es el momento de terminar el soporte. La próximo iso (Claire) nos traerá el nuevo KDE SC 4.9, un artwork totalmente nuevo, la primera versión de Kapudan y Spun, de modo que probablemente atraerá un buen número de nuevos usuarios. Es mejor asegurarse de que eligen una distribución x86_64 ahora, y no ver que en unos meses el soporte de su arquitectura ya no es soportado.

Para cualquier comentario, sugerencia o pregunta, por favor usad el hilo abierto en el foro.»

La noticia la firma Anke Boersma, una de las desarrolladoras principales de Chakra, y según parece por lo leído en los foros hay bastante consenso en torno a la decisión. Personalmente no me parece mal, como apunta ella hay gran número de distros que se centran en dar soporte a hardware más antiguo, aparte de que es posible que Chakra no sea la ideal para ese tipo de ordenadores (KDE pesa algo más que otros entornos).

Parece el movimiento lógico, desde luego, para una distribución que se precia de tener las ideas muy claras (esto es indiscutible) y cuyo crecimiento, como afirman ellos mismos, les está desbordando. Es por esto que eligen centrarse cada vez más y concretar la dirección que toma Chakra y los objetivos que pretende conseguir. Lo veo lícito y aplaudo su decisión.

Los usuarios con i686 verán los repositorios congelados de aquí a 2 o 3 meses. Intuyo que deberán elegir otra distro, casi con toda seguridad. Me permito recomendar Arch con KDE, naturalmente. Un saludo.

Presento mis disculpas y cábalas sobre el Distrohopping

Artículo escrito por Vicente Seguí para este blog. La autoría no es de Enrique Bravo, cuyo nombre figura por error al traspasar el blog a un nuevo alojamiento.

Lo cierto es que no podía titular esta entrada de otra manera. Antes que nada y para empezar, me gustaría pediros perdón, y expresaros que no era mi intención.
Hace unos meses, cuando presenté mi solicitud de colaboración a shadow, de verdad pensaba y tenía ganas de hacer cosas, pero el tiempo y mi situación personal hacen que tenga poco tiempo que dedicarle al análisis de distros, incluso llegué a hacer uno. Pero el tiempo pasaba, y mi enfermedad de distro hopping disminuía, ¿por qué?, simple, el tiempo.
Hubo un momento en el que me sentí muy agobiado, deseaba probar nuevas distros, pero al mismo tiempo también tenía cosas importantes que hacer en mi vida, que había dejado de lado «gracias» al distro hopping.

Pero… ¿por qué se vuelve uno distro hopper? 

Después de mucho cavilar, he llegado a la conclusión de que el distro hopping funciona como una adicción. Exactamente igual.
Al principio, se hace de vez en cuando, el miedo a lo nuevo, el «gusanillo» de probar, el reto personal de «este problema lo soluciono yo». La siguiente fase es la fase de «resolución de problemas»; de repente, te falta un paquete ABSOLUTAMENTE IMPRESCINDIBLE -¿o no lo es tanto?- para tu supervivencia en la vida digital, un programa que está para Arch pero no para Ubuntu, o bien para Ubuntu pero no para Opensuse. Quizás un paquete que sí funciona en Ubuntu 10.04 pero no en Debian… Es en esta fase donde se fragua la adicción, donde adquiere sus raíces, de las que luego te va a costar mucho mucho soltarte.
Finalmente está la fase de «versionitis». Una vez ya estás enganchado, una vez ya sabes formatear las particiones de tu ordenador mejor que freír un huevo, llegas aquí. La NUEVA versión de Gnome-shell, la NUEVA versión de Unity, o la versión menor del NUEVO KDE…
No voy a entrar en detalles de como el concepto «Novedad» afecta a nuestro cerebro y a nuestro comportamiento. Para la muestra un botón: estoy seguro de que todos los que lean esto, en algún momento de su vida habrán comprado algo (normalmente un gadget tecnológico) porque no podían esperar, y tiempo después se han arrepentido de su compra, descubriendo que, si hubiesen sido capaces de esperar un poco, hubiesen ahorrado un buen dinero (o comprado un producto mejor a un precio similar).
Finalmente, hay una razón oculta, más «meta» en mi opinión (más profunda), que al mismo tiempo es muy sencilla. Simplemente, el entorno no nos da lo que a nosotros nos gusta, por eso andamos saltando de distro en distro.
Algo similar pasa con el distro hopping, pero con un agravante. Es gratis.
Quiero aclarar una cosa antes que nada. Las tres primeras fases descritas arriba forman parte del impulso, de la parte irracional del comportamiento humano. La última forma parte del comportamiento racional -un argumento lógico- que en muchas ocasiones hará las veces de verdad, pero también de autoengaño para autotranquilizarnos a nosotros mismos, a sabiendas de que el comportamiento que seguimos no es del todo normal.
Que conste que estoy dando la explicación desde el punto de vista patológico del distro hopping. Es muy posible y probable que haya personas a las cuales esta conducta no les cause ninguna molestia ni quebradero de cabeza, simplemente sea un hobby o incluso su trabajo. Nada de que preocuparse entonces.
Pero yo he venido a aquí a hablar de mi libro :-D. Resultaba que para mi el distro hopping SÍ era un problema. No soy informático, y tengo más cosas en la vida, y para ser franco, estaba bastante cansado de tener que andar arreglando cosas a través de las distros en linux.
Creo que principalmente fue la fatiga la que hizo que replanteara las cosas. Hablando en términos psicológicos, creo que sufrí burnout (o síndrome de estar quemado). Sí, estaba quemado de no tener estabilidad, de andar con problemas. Llegó un día en que, sentado frente al ordenador, le dije:
– Sólo quiero que funcione todo correctamente ¿es mucho pedir?
Y así se activó un clic en mi cabeza, tenía que hacer algo. Y eso hice…
Como he dicho anteriormente, el argumento lógico utilizado es que no había una distro que me diera todo lo que yo quería, y no existía esa distro porque yo LO QUERÍA TODO. Quería que Unity se pareciese a Gnome-shell, quería que Gnome-shell tuviese cosas de KDE, quería que Ubuntu fuese Debian, y Debian, Ubuntu. Quería utilizar los mismos programas en todas las distros, y eso, simplemente no podía ser. No puedo tener un K3b con apariencia perfecta Gnome, no puedo hacer que Banshee tenga las mismas opciones que Amarok y a su vez sea ligero como Audacious. Por lo tanto sólo quedaba un camino, el fin del distro hopping pasaba por tener MUY CLARO, cómo iba a trabajar con mi ordenador y qué es lo que necesitaba y no necesitaba de él. ¿Para qué quiero dos programas de ripear DVD si ya nunca voy al videoclub? ¿Para qué quiero programas conversores de formatos si todos mis dispositivos leen todos los formatos?
Así pues, esa fue la solución. Definir YO MISMO como quería que fuese mi experiencia de usuario, y luego, buscar la distro que más se aproximase a ello. No dejarme llevar por el «NUEVO», sino por «¿yo necesito esto?» -este es mi consejo-.
Y llegué a conclusiones. Y encontré una distro. Ya no salto de distro en distro, pero sigo siendo parte de Linux. Así pues, con permiso de shadow, quiero deciros que no voy a realizar más análisis de distros, no al menos como comúnmente los vemos. Me gustaría que a partir de ahora, mis publicaciones fuesen más «experiencias» en Linux (como por ejemplo, mi opinión de Unity, ¿qué se entiende por productividad?, «bondades y defectos de Opera en Linux») en vez de análisis per se de diferentes distros.
Por supuesto, siempre a disposición del beneplácito de shadow y de vosotros, claro. Si no contase con este, simplemente seré como era antes, un lector encantado de haber descubierto este blog y a sus seguidores.
P.D.: Muchas gracias por leerme, sé que puede haber quedado un poco tostón, pero tenía ganas de expresar lo que sentía.

A propósito de Chakra

Hace año y medio, aproximadamente, mi cuñado decidió dar el salto hacia la era digital. Esto no es cualquier cosa, tratándose de una persona que nunca había tenido móvil, jamás había utilizado un ordenador y sus conocimientos de Informática no llegaban, por razones obvias, al tan manido «nivel de usuario». Por motivos que no vienen al caso se vió forzado a dejar de ser «el hombre desactualizado» y entró de lleno, con ganas y energía, en la vida digital.

Logo de Chakra

Por mi pasado y mi presente soy, en mi familia, el consultor preferido para dos temas: tecnología y salud. Estaba claro que tendría que aconsejarle sobre lo que para él era un mundo totalmente nuevo, y el obligado primer paso era comprarse un ordenador. Estuve consultando ofertas de aquí y de allá hasta que encontré una buena (en APP informática) de un Intel Core Duo, no recuerdo el modelo en concreto. Venía con tarjeta NVidia, 3 Gb de RAM y con Ubuntu 10.04 LTS preinstalado. Antes de hacer la compra me esmeré en poner al día a mi cuñado sobre lo que es el software libre, sus implicaciones y principales argumentos a favor y en contra. No dudó ni un instante en decantarse por dicha opción en detrimento de Windows.

El problema que se me planteaba era si debía ceñirme a Ubuntu o no. Si bien el equipo traía la LTS de Lucid instalada, era obvio que el soporte de ésta se encontraba en sus últimos meses, y el resto de opciones con Unity no me agradaban. Como tampoco andaba sobrado de tiempo (mal endémico este), me limité a cambiar a Ubuntu Lucid con el excelente tema Macbuntu, del que estaba enamorado en aquellos días (creo que por aquel entonces yo usaba Debian Testing con Gnome) y le dejé el escritorio tal que así:

Tema Macbuntu en Ubuntu Lucid

Varias sesiones sobre el manejo básico del ordenador y sucesivas llamadas telefónicas para resolver pequeños inconvenientes hasta que, un buen día, mi cuñado era ya autosuficiente. Y lo ha seguido siendo hasta hace poco, cuando se vio obligado a cambiar su tarjeta wireless y comenzaron los problemas, al tratarse de hardware nuevo que Ubuntu Lucid no manejaba bien. La conexión se cortaba continuamente. Así que decidí que había llegado el momento de dejar atrás su Ubuntu… ¿y ahora qué?, pensé.

Lo más fácil hubiera sido instalarle Xubuntu, es lo más parecido a lo que él estaba acostumbrado a usar. Pensé también en SolusOS, pero su estado «a caballo» entre dos versiones me hacía dudar, a parte de una serie de problemas que tuve cuando la instalé en el ordenador de mi padre. Por no hablar de que, basada en Debian Stable era posible que se reprodujera el problema con la tarjeta wireless. Al final decidí liarme la manta a la cabeza y llevarme a su casa tres distros: SolusOS, Xubuntu y… Chakra.

No tengo muy claro por qué elegí a Chakra en la terna, el caso es que me pareció que debía incluir alguna no basada en Debian y sí cercana a Arch, sin ser esta misma. Ocurrió que probé primero con Chakra y… todo iba perfecto. Rápido, bastante más que Ubuntu Lucid según mi cuñado. Y además se quedó prendado del artwork y la sensación general que le causó la distribución fue muy positiva. No quiso probar más. Chakra Archimedes para él.

Como aquel día tampoco tenía demasiado tiempo (lo sé, me repito en exceso pero es la realidad) le ofrecí no instalarla en ese momento, pero ya estaba prendado y ni siquiera le importó tener que aprender a manejar un sistema muy diferente a aquel que conocía. «Ya no le tengo miedo a experimentar», me comentó. Así que le instalé Chakra, le dí algunas nociones básicas y lo dejé, tan a gusto, con su nueva y flamante distribución. El caso es que al día siguiente se fue de vacaciones y aún no ha tenido tiempo de toquetear mucho.

Pero yo ya andaba barruntando la idea de disponer de una partición con Chakra, como antaño, para poder atender sus casi seguras llamadas telefónicas sobre cómo hacer esto y lo otro. La cabeza de un distrohopper funciona así, cuando se activa el clic de cambio de distro es imparable. No he borrado Arch con XFCE, funciona tan bien que la ausencia de problemas me aburre, incluso. Digamos que ahora es mi distro estable. Pero el retorno a Chakra me ha provocado dos cosas: no volver a entrar en la partición de Arch (esto suele pasar con el distrohopping, sobre todo al principio) y estar de nuevo al tanto de lo que se cuece en la excelente distro pro-KDE.

Mi escritorio limpio con Chakra Archimedes

Actualmente se encuentra en fase de pruebas la nueva iso de Chakra, llamada Claire en memoria de Claire Lotion, desarrolladora de KDE recientemente fallecida. Esta edición viene con dos novedades principales:

– Un artwork renovado, sustituyendo el tema Ronak por Dharma. Es la obra de Malcer, español y gallego para más señas, cuyo trabajo habla por sí solo.

– La inclusión de Kapudan, una versión del Kaptan de Pardus que sirve para ayudarnos a dar los primeros pasos una vez se instala Chakra.

Mi escritorio atareado con Chakra Archimedes

Por lo que he podido comprobar la comunidad sigue tan activa como siempre, lo cual me congratula. El nuevo artwork de Malcer me parece una maravilla y la última versión de KDE, la 4.9, aún mejor que las anteriores. Sé que el presente artículo se podría resumir en una frase: «Sigo siendo un distrohopper, ahora he vuelto a Chakra». Pero quedaba mejor dar explicaciones y tal. Espero no haberos aburrido demasiado, sed comprensivos. Un saludo.

Bodhi 2.0: el Nirvana queda lejos

Aunque a día de hoy dispongo de un equipo con recursos suficientes para correr cualquier entorno he de reconocer que siento debilidad por aquellos que consumen tan pocos recursos que son perfectamente utilizables en ordenadores más antiguos. Mis experiencias con E17 han sido divertidas, poco más, pues su continuo y ya exasperante estado beta (más de diez años) lo hacen algo complicado de adoptar como entorno de escritorio definitivo. Pero es evidente que, dentro del minimalismo, no hay nada como Enlightenment en términos de belleza y personalización, sobre todo de lo primero.

Logo de Bodhi Linux

Por ello acojo con ilusión y ganas de diversión la nueva versión de Bodhi Linux, una distribución cuya última aparición me dejó un muy buen sabor de boca. Por desgracia no ha pasado lo mismo con esta otra, si bien lo atribuyo a la diferencia de hardware: lo que antes probaba en un Pentium IV de HP ahora lo hago en un AMD A8, con todas las diferencias que ello implica. Vamos a ver qué tiene de bueno y qué de malo este nuevo lanzamiento del equipo de Bodhi.

Instalación
La instalación desde un pendrive funciona, lo cual es noticia positiva, dados mis recientes fracasos en iniciar a un entorno live desde este medio. Bodhi, para empezar, incluye una opción específica para usuarios de tarjetas ATI/AMD (¿o debería decir sufridores?), que básicamente añade el parámetro «nomodeset» a la línea de inicio de kernel. Se agradece, pues no todo el mundo está al tanto de este molesto problema de ATI en Linux, y nada como un pantallazo negro nada más comenzar para que un usuario pierda todo el interés en una distribución.

Lo primero que nos vamos a encontrar en el escritorio live es la opción clásica de elección de equipo y tema que incluye E17. Me explico: se trata de un asistente para ayudarnos a elegir el tipo de ordenador en que estamos instalando. Contamos con las opciones siguientes:

– Bare. El escritorio «al desnudo», lo más simple posible.
– Compositing. Incluye efectos de escritorio para embellecer el sistema.
– Desktop. Un típico sistema de escritorio con la barra de tareas abajo.
– Fancy. Lo mismo de antes pero con un toque más artístico.
– Netbook. La clásica configuración óptima para los portátiles, con la barra arriba y los applets de batería, red, etc.
– Tablet. Disposición orientada a dispositivo táctil, tipo Android.
– Tiling. Opción que incluye seis escritorios y ventanas que no se superponen entre sí.

Como se puede apreciar es una aproximación muy completa a lo que el usuario quiere en un principio. Lo siguiente es la elección del tema, que se puede hacer entre cuatro diferentes, si bien luego tenemos disponibles en los repositorios cientos de ellos. Al entrar por vez primera a la sesión live E17 hace «crash», algo muy habitual por otra parte en versiones anteriores. Tras reiniciar el entorno todo va sobre ruedas. La barra de tareas incluye una opción para instalar Bodhi y allá que me aventuro a pulsar sobre ella.

El instalador es el de Ubuntu, solo que bastante más feo. Ciertamente es una mancha en el bonito diseño de la distribución, se trata de una serie de diapositivas en Gtk, cinco para ser exactos, dos de las cuales se refieren específicamente a Ubuntu 10.04. No entiendo este fallo en una distribución con una estética tan cuidada, pero el caso es que ahí está. De cualquier modo no nos va a llevar más de cinco minutos instalar Bodhi, con lo que la horrible visión pronto es historia.

E17 en Bodhi Linux

Al reiniciar nos tocará elegir de nuevo tanto el tipo de equipo como el tema, pues los desarrolladores entienden que nuestra primera decisión era referida a la sesión live. En mi caso particular se inicia a una resolución menor de la óptima, debido a la presencia de mi ya viejo amigo, el driver radeon (libre). Para los pacientes usuarios de ATI, basta iniciar Synaptic e instalar el paquete fglrx a la vez que desinstalamos el paquete radeon. Luego, antes de reiniciar (importante que sea así para evitar problemas) debemos abrir una terminal, que en el caso de Bodhi se llama Terminology (una maravilla, por cierto) y teclear el consabido comando:

sudo aticonfig –initial

Luego ya podemos reiniciar y disfrutar de toda la potencia de la gráfica. Igualmente recomiendo entrar en el centro de software, mediante la opción del menú llamada «Add software», e instalar el Language Pack de español para que todo esté en nuestro idioma, si bien arroja un error en los locales que no conseguí desentrañar. También podemos cambiar, si no nos gusta demasiado, el tema, iconos, fuentes y demás, mediante otra opción del menú principal de Bodhi denominada «Artwork». Antes de eso deberemos instalar alguno de los muchos temas disponibles en el centro de software.

Error en los locales en Bodhi Linux

Navegación
Bodhi es una distribución minimalista, en todo el sentido de la palabra. Trae pocas cosas instaladas por defecto, lo que la hace algo más complicada de poner en funcionamiento. El navegador que eligen es Midori, muy liviano aunque escasamente funcional de inicio, debido a la falta del plugin para Flash. La solución pasa por hacer algunas cosas, como veremos a continuación.

Guía de E17 en Bodhi Linux


En primer lugar, debemos ir al centro de software y buscar «Browser plugins». Ahí encontraremos, a un clic de distancia, la forma de instalar Adobe Flash. Sin embargo, esto no soluciona otro problema: la ausencia de sonido. En mi caso bastó instalar Pulseaudio usando Synaptic. Luego, desde el menú, elegir Applications (sí, hay partes que permanecen en inglés, desgraciadamente), luego Sound & Video y finalmente Pulse Audio Volume Control. Desde la ventana que se abre podremos probar distintas configuraciones, dependiendo del hardware de cada uno, hasta que consigamos arreglar el sonido.

Como se puede apreciar ya en este punto, el tono minimalista de Bodhi se deja notar en exceso y nos obliga a configurar cosas que en otras distribuciones vienen ya preparadas para funcionar.

Adobe Flash en Bodhi Linux

Vídeo
No tenemos reproductor de medios instalado. Elijo VLC. Es importante destacar algo, y es que al abrir el centro de software y buscar una aplicación siempre aparece la página para instalarla en su versión de 32 bits. Si nuestro sistema es de 64 bits, debemos pulsar arriba a la derecha la opción correspondiente y elegir la aplicación de la lista ordenada alfabéticamente que nos aparecerá a continuación. VLC va bien, una vez resuelto el problema del sonido que veíamos más arriba.

VLC en Bodhi Linux


Música
Tampoco hay reproductor musical específico instalado. Pruebo con Clementine, todo va bien.

Clementine en Bodhi Linux


Ofimática
Como no puede ser de otra manera, no hay aplicaciones de oficina por defecto. Instalo Libreoffice, sin problema alguno.

Fotografía e imágenes
No lo repetiré de nuevo, ya sabemos lo que hay. Podemos elegir instalar Shotwell y Gimp, funcionan perfectamente.

Shotwell en Bodhi Linux

Gestor de programas
Como es habitual tenemos un par de opciones a nuestra disposición, la clásica manera de instalar paquetes que nos depara Synaptic y la novedosa «instala-en-un-clic» que tenemos con el centro de software, vía Midori. Esta segunda manera resulta muy cómoda e intuitiva para el usuario. Destacar dos cosas: asegurarnos de que instalamos la versión para nuestra arquitectura (se ofrecen 32 y 64 bits, así como ARM) y el que podamos elegir «Quick install» para ahorrarnos el sincronizar los repositorios una y otra vez que ocurre cuando pulsamos «Install Now». La opción de actualización automática no se contempla en Bodhi.

Reconocimiento de hardware
Acorde con el carácter de la distribución, no hay soporte específico ya instalado para la impresora. Antes de encenderla debemos ir al centro de software y elegir «Printing», lo cual instalará todo lo preciso. Luego, con solo pulsar el botón de encendido del aparato todo marchará (al menos así ocurrió con mi Epson) sobre ruedas. Para probar el escáner instalé Simple Scan, todo correcto. Sabía que la webcam funcionaba, pues durante la instalación pude tomar la fotito de rigor (dicho sea de paso, no tiene utilidad alguna en E17), pero aun así instalé Cheese, que también funcionó libre de errores.

Cheese en Bodhi Linux


Programas de uso habitual
Encontré todo lo que buscaba en el centro de software (Cheese, Simple Scan, Dropbox, Skype) y en Synaptic (Vagalume y jDownloader). Lo único negativo, un error que impide a Vagalume conectar con el servidor, probablemente derivado de alguna librería que falta por instalar, son las cosas del minimalismo.

Dropbox en Bodhi Linux


Gestor de inicio
La instalación de Bodhi la hice en mi disco duro externo de pruebas. Grub detectó Chakra pero obvió por completo los sistemas instalados en el disco duro interno, actualmente Arch y SolusOS. Para colmo no encontré en los repositorios nada para poder editar el archivo de configuración y añadir dichos sistemas, con lo cual tocaría hacerlo todo a mano.

Estabilidad y suspensión a RAM
Desde que inicié Bodhi tras su instalación no experimenté más que un cuelgue de aplicación, en concreto el applet de sonido de la barra de tareas, que no conseguí hacer funcionar. Por lo demás, aquella ventana de error de E17 que aparecía con frecuencia en anteriores probaturas aquí brilla por su ausencia, afortunadamente. Parece que E17 va ganando en estabilidad y eso es una gran noticia para sus entusiastas. De la suspensión a memoria no puedo escribir nada, pues no funcionaba a pesar de contar con los drivers privativos. No es que no pudiera regresar de la suspensión, es que ni tan siquiera podía ir. La pulsación del botón correspondiente no hace absolutamente nada. ¿Falta algún script? De nuevo, el minimalismo…

Error en Vagalume en Bodhi Linux


Ciclo de desarrollo
No hay uno, propiamente dicho. Esta versión de Bodhi está basada en Ubuntu (ignoro en qué versión y no encuentro el dato por ninguna parte). Lo cierto es que se publican frecuentes actualizaciones de la distribución, aproximadamente cada cuatro o cinco meses, supongo que continuarán con la misma cadencia.

Como siempre mantengo, en Linux todo depende de los gustos y del hardware del usuario, o de una combinación de ambos. Bodhi se mantiene fiel a su filosofía y a sus principios: minimalismo y configuración personalizada, muy cerca de los de Arch, por cierto. Pero en este blog tendemos a puntuar en base a la facilidad de uso desde el punto de vista de cualquier tipo de persona, desde la que llega a Linux hasta la ya avezada en la materia.

Midori en Bodhi Linux

Por eso titulo así la entrada, porque Bodhi requiere de bastante trabajo para ser un sistema funcional. Es su filosofía y la respeto. A mí, que si puedo presumir de algo es de haber probado distros hasta el hartazgo, no me cuesta nada dejar Bodhi a mi gusto en dos o tres horas. Pero para un usuario novel la tarea puede resultar, quizás, demasiado pesada. Cuestión de probar, ni más ni menos. Si uno es poseedor de algún equipo ya entrado en años le recomiendo darle una oportunidad, los requerimientos mínimos son ridículos (CPU a 300 Mhz, 128 Mb de RAM y 2’5 Gb de disco duro). Ahora bien, si no se conoce E17 hay que ser paciente, no es un entorno al uso y bastantes cosas se hacen de manera distinta a lo que estamos habituados en Gnome o KDE. En la web de la distribución ofrecen esta guía para aprender a familiarizarse con el entorno. Un 6’59 para esta edición de Bodhi Linux. Saludos.