Se ha hecho esperar un poco, como las cosas buenas, pero ya está aquí desde hace unos días la nueva iso de Chakra, de nombre Claire en homenaje a Claire Lotion. Me preguntaba si merecía la pena hacer una revisión de una distro que sigue el modelo semi-rolling, aunque sea la que actualmente utilizo. En suma no ha cambiado tanto, es cierto, pero se presenta con alguna novedad que merece la pena ser comentada. Dicho motivo, unido a la falta de motivación para probar nuevas distribuciones que me afecta últimamente me lleva a re-analizar Chakra.
Antes de decidirme a hacerlo pasé una interesante tarde instalando y probando Linux Mint Maya Cinnamon, distro que ya analicé en su versión con MATE y que, de hecho, ocupa el primer lugar en el ranking de distribuciones de nuestra peculiar clasificación. La tarde de probaturas me dio para sacar un par de conclusiones. La primera es que Cinnamon, motivo principal que me llevó a hacer la instalación, sigue estando verde para mi gusto. Cinco minutos con el entorno me hicieron perder los nervios, dos kernel panic incluidos, que ya es decir. Lentitud, errores inexplicables y dos pantallazos negros de la muerte. No se puede pedir más, Cinnamon + drivers propietarios de ATI resultan en una combinación infumable actualmente. La otra conclusión viene dada por la cantidad de visitas que recibe el análisis de Linux Mint Maya en el blog. Es evidente que muchas de las personas que nos visitan no pasan por alto el lugar que ocupa en la clasificación de distribuciones, de ahí que ocupe también el primer puesto entre las entradas más vistas en La Sombra del Helicóptero.
Este hecho me da mucho que pensar. En primer lugar, supone una tremenda responsabilidad, pues si bien los análisis que hago son muy particulares y siempre tratando de ver la distro desde el punto de vista de alguien con pocos conocimientos, está claro que el puntuar las distribuciones tiene una gran influencia entre quienes navegan y se topan con el blog. Me dispuse, pues, a revisar concienzudamente la forma de puntuar una distribución y encontré un punto en concreto, el referido al software de uso habitual, que simplemente, no tenía sentido alguno. Hay decenas de miles de paquetes en Linux, y la definición de «uso habitual» depende tanto de cada uno que es absurdo puntuar a una distribución en base a los programas que ofrece o deja de ofrecer. A partir de esta revisión nos olvidamos de este punto y añadimos uno referido al navegador de archivos y sus opciones de red (samba) y de montaje de dispositivos (pendrive, tarjetas de memoria y esas cosas). Espero que se entienda el cambio y las razones que lo han motivado.
Fin del tocho, vamos con Chakra:
Instalación
En el anuncio oficial sobre el lanzamiento de Chakra Claire se advierte que no se debe intentar grabar la iso a un pendrive con Unetbootin. Nada se dice sobre Imagewriter, el programa que yo empleé y que no me dió ningún tipo de problema. Recuerdo que Chakra ya no está disponible para arquitecturas de 32 bits, como se discutió en la entrada anterior.
Chakra es de las pocas distribuciones que permite iniciar con los drivers propietarios de cada tarjeta gráfica. Lo cierto es que esta es una ventaja importante, sobre todo en ATI, donde los drivers libres pueden llevar el equipo a estado de reposo y dejarlo allí, esto es, obligarte a hacer un hard reset a poco que te levantes a por un café y dejes de mover el ratón cinco minutos. Tribe sigue en estado alfa (en Chakra son pocos desarrolladores y bien que se nota) pero aun así continúa siendo el mejor (opinión personal) instalador de Linux. Las nuevas capturas de pantalla que adornan el slide show lo hacen todavía más impresionante.
Una rápida instalación y reiniciamos el sistema. El nuevo tema de KDM es también muy bonito, pero por desgracia no se muestran las fotos de usuario a elegir. Tras hacer el correspondiente login, aparece el escritorio conocido, un KDE que con su versión 4.9 ha dado un paso más hacia la consolidación como mejor opción dentro de los entornos de escritorio. Nuevos fondos de pantalla, nuevo tema (el popular Caledonia) pero el sabor de la Chakra de siempre.
En esta nueva versión nos da la bienvenida Kapudan. Se trata de una adaptación de un programa de la otrora popular Pardus, conocido como «desktop greeter» o «saludador de escritorio». Kapudan nos ayuda a dar los primeros pasos en Chakra, al mismo tiempo que nos permite configurar algunos aspectos del sistema. Las pantallas a través de las cuales nos guía el Kapudan (capitán en turco antiguo) son:
– Creación de carpetas de usuario. En Chakra no vienen por defecto las típicas carpetas de Documentos, Imágenes, Vídeos, etc. Podemos crearlas aquí.
– Elección de fondo de pantalla. Varios bonitos wallpapers entre los que elegir.
– Elección del menú de KDE. El habitual, Lancelot, estilo KDE3 o estilo dashboard.
– Elección del tema de plasma. Igualmente tenemos varios entre los que elegir, recomiendo tanto Caledonia como Helium, uno oscuro, el otro claro.
– Elección de la foto de usuario. Como apuntaba antes, las imágenes que podemos seleccionar como foto para el KDM no aparecen correctamente. Lo que sí que funciona es la posibilidad de tomar una foto con nuestra webcam (al estilo del instalador de Ubuntu) la cual podremos usar para dichos menesteres.
– Elección de la distribución de teclado. Este apartado permite seleccionar un teclado distinto al del idioma por defecto de nuestro sistema, que ya se eligió en Tribe.
– Configuración de las notificaciones de actualizaciones disponibles. Lo que su propio nombre indica, cada cuánto tiempo deberá el script Spun advertirnos de que es momento de hacer «sudo pacman -Syu» para actualizar el sistema.
– Elección de demonios al inicio. Podemos, por ejemplo, indicar al sistema que inicie el servidor de impresión, que por defecto viene desactivado. Ello posibilitará, entre otras cosas, que se detecte automáticamente nuestra impresora al encenderla por vez primera en Chakra.
– Configuración de las herramientas de seguridad. Activar el cortafuegos y algunas opciones para usuarios más preocupados por la cuestión. Permite incluso instalar Clam AV, el antivirus con versión para Linux… (su utilidad real es un tema controvertido, ciertamente).
Estas son las variadas elecciones que nos permite esta primera versión del Kapudan de Chakra. Se puede convenir que es un muy buen punto de partida, si bien tiene sus pequeños fallos, como la mala aplicación del tema de plasma Caledonia (se usa un color para las tipografías que choca, al ser oscuro, con el fondo usado en la barra de tareas). Nada que no se solucione con un reinicio, por otra parte.
Quizás el único punto negro de mi primera impresión post-instalación de Chakra Claire ha venido por el lado del applet de sonido en la barra de tareas. En otras ocasiones, incluso en alguna instalación de Arch Linux con KDE, me ha ocurrido que el sistema detecta como predeterminada la tarjeta de sonido referida como «IEC958». Casi siempre que ha ocurrido esto (extrañamente no me pasó con la anterior versión de Chakra) me ha bastado con instalar dos paquetes, pulseaudio y pulseaudio-alsa, para zanjar la cuestión de forma positiva. Sin embargo, no ha sido así en esta ocasión. Ni la medida anterior, ni crear un archivo .asoundrc en mi /home, ni trastear con alsamixer han dado fruto alguno. El applet sigue mostrando el canal equivocado y no me permite subir ni bajar el volumen del sistema. Extraña cuestión…
Navegación
Como es norma en Chakra, todo sigue la senda de las librerías Qt. Los navegadores no son una excepción, claro, y es por eso que tenemos Qupzilla y Rekonq, por orden de preferencia de quien escribe estas líneas. Es justo reconocer que ambos han mejorado mucho, de hecho la última versión de Qupzilla incluso permite instalar scripts de Greasemonkey. En mi caso particular es casi el único que utilizo, solo empleo Firefox (disponible como bundle) cuando es preciso, pues todavía hay quien programa sus webs para uso exclusivo de la terna de navegadores más famosa. El problema que aparece en esta versión de Chakra es que no hay sonido en los vídeos en flash, probablemente esté relacionado con el problema del applet que menciono en el anterior párrafo.
Comentar, en lo referente a flash, que tanto Qupzilla como Rekonq no lo traen incorporado, no así Firefox, que sí lo tiene de serie. Se puede instalar el plugin de flash, junto a otras cosillas útiles con:
Vídeos
El reproductor por defecto sigue siendo Bangarang. Comprendo su inclusión, pero no me hallo entre sus admiradores. Algo que me molesta bastante es que al hacer clic para abrir un archivo de vídeo éste no se reproduce automáticamente, sino que únicamente se abre Bangarang y el usuario debe pulsar el botón de inicio para que comience la reproducción. Desconozco si es un bug que me afecta solo a mí, o tiene que ver con mi hardware, el caso es que es algo fastidioso. Por lo demás, reproduce todo lo que se le echa.
Música
Amarok es el reproductor/organizador de colecciones musicales elegido. Ambas cosas las hace a la perfección.
Ofimática
La «fidelidad de marca», entendida en este caso como apostar por KDE, hace que los desarrolladores de Chakra incluyan la suite Calligra como la predeterminada en su distribución. Sigue creciendo, pero aún no alcanza a Libreoffice. Si preferimos dicha opción, tenemos un Libreoffice sin dependencias gtk disponible a golpe de pacman.
Fotografía e imágenes
Gwenview se incluye como organizador de fotos y visor de imágenes al mismo tiempo. Se puede instalar Digikam si se desea. Gimp es un bundle que funciona sin problemas. En este apartado siempre voy a echar de menos a mi preferido Shotwell. Para mi desgracia, depende demasiado de gtk como para poder instalarlo en Chakra. Pero Digikam está bien y por fin he aprendido a ordenar las fotografías con la fórmula año/mes/día.
Gestor de programas
No hay tal cosa en Chakra, al menos, todavía no. En esta versión seguiremos instalando las actualizaciones con pacman (sudo pacman -Syu) si bien se incluye un script, que se ejecuta por defecto, para notificarnos cuándo hay disponibles nuevas versiones de los paquetes. El citado script se denomina Spun y no hemos de hacer nada con él, su única misión es notificar. Como he indicado en otras ocasiones, el nuevo gestor de paquetes Akabei se encuentra en fase de desarrollo y, una vez se termine, podremos empezar a considerar el uso de programas para instalar o desinstalar software. De momento, no es posible, y aquí es donde quizás Chakra patina un poco para los usuarios noveles.
Reconocimiento de hardware
Si hemos indicado a Kapudan que se inicie el servicio de impresión (cups) no debemos tener problemas con nuestra impresora. En mi caso, solo encenderse y se configura todo correctamente. Para probar el escáner instalé Skanlite e igualmente funcionó bien. La webcam ni tan siquiera precisé de un programa para probarla, el propio Kapudan hizo uso de ella para la foto de usuario. Todo perfecto «out of the box».
Navegador de archivos
Dolphin, el navegador de KDE, cumple todas las expectativas. Dispone de innumerables opciones de configuración, panel de vista previa, miniaturas… Las funciones de red están habilitadas y también cumplen su cometido, permitiendo conectar con un equipo Windows con solo conocer la contraseña correspondiente. El auto-montaje de dispositivos, como un pendrive y una tarjeta SD de memoria, funciona también sin fisuras.
Gestor de arranque
Chakra emplea Grub2 como gestor de inicio, adornado con el bonito tema creado por el usuario Malcer. Reconoció el otro sistema instalado en el equipo (mi partición de trabajo, también con Chakra) y además permite hacer cuantas modificaciones se deseen gracias al módulo de configuración incluido en el menú de KDE –> Preferencias del Sistema –> Arranque y Apagado. Perfecto, una vez más.
Estabilidad y suspensión a RAM
El sistema destaca, sobre todo, por su rapidez. Si se deshabilitan las opciones de búsqueda de escritorio (lo hago siempre, aunque tenga equipo de sobra) como se sugiere en esta entrada se consigue una experiencia inmejorable con KDE. Si añadimos la gran estabilidad y la suspensión a RAM de serie, gracias a la inclusión de los drivers propietarios de ATI desde el comienzo, no podemos pedir más.
Ciclo de desarrollo
Chakra emplea el modelo semi-rolling, no es necesario volver a instalar el sistema cada vez que aparece una nueva versión. Los desarrolladores mantienen con especial cuidado los paquetes más críticos (relacionados con el kernel, el servidor gráfico y ese tipo de cosas) al mismo tiempo que se proporcionan las últimas versiones de los paquetes de aplicaciones. Si se desea aún más rapidez (casos de versionitis aguda) se puede habilitar el repositorio testing. Más información, aquí.
Se podría concluir que este es un análisis sesgado dado que Chakra es la distro que uso y con la que colaboro en lo que puedo. No era mi intención, desde luego, pero tal vez me pueda el entusiasmo. Chakra tiene una serie de ventajas muy claras entre las que destaca su definición como distribución con KDE, que la hacen dedicarse exclusivamente a este entorno, y a la vista está el excelente resultado. La creciente y amigable comunidad que la respalda es otra de sus virtudes. Un entorno libre de gtk… no tanto.
Pero no voy a perder más tiempo en debatir una filosofía, es absurdo a todas luces. Chakra nació libre de gtk y así va a continuar. Tal vez sea ese el secreto de su estabilidad y velocidad, no lo sé con certeza. Cosas a mejorar de esta última versión, algunas las he apuntado más arriba: el problema del applet de sonido en determinado hardware, el «molesto» Bangarang y un error al apagar el sistema que lo hace demorar unos segundos debido a un fallo en networkmanager, si bien esto último ocurre igualmente en Arch y es achacable a los desarrolladores de dicho paquete (Gnome, me temo). Por lo demás, la considero – a la espera de la nueva openSUSE – la distribución de referencia y obligada probatura para todo amante de KDE. Ahí queda, con sus 9’13 de puntuación. Saludos a todos.