Frugalware 1.7: para usuarios avanzados

Atendiendo a la sugerencia que me hacía INDX hace unos días voy a revisar hoy una distro de la que hasta el momento de mencionarla él apenas tenía idea de que existía. Se trata de una distribución de origen húngaro creada por uno de los antiguos colaboradores de Slackware, quien como tantas veces ocurre, al no estar de acuerdo con algún aspecto de dicho sistema decidió liarse la manta a la cabeza e iniciar su propio proyecto aparte. Ya se sabe, la gran ventaja y a la vez el gran problema de Linux: fragmentación por todas partes.

Me he tenido que contener para no titular esta entrada con algún calificativo peyorativo. No me gusta tirar por tierra el trabajo desinteresado de los demás aun cuando la experiencia habida con el sistema te lo pone bien fácil a la hora de hacerlo. Por resumir en una palabra mis vivencias con Frugalware Gaia diré que ha resultado exasperante. Problemas de toda índole han aflorado en la instalación y configuración del equipo con esta distribución que se precia de ser «lo más simple posible sin olvidarnos de mantenerse cómoda para el usuario». La primera parte de la frase la podemos dar por buena, la segunda, simplemente, no es cierta, al menos en mi caso.

Instalación
La primera impresión que uno se lleva de Frugalware por el aspecto de su instalador es que es una especie de híbrido entre Slackware y Arch Linux. Me refiero a la época en que Arch implementaba el script AIF, no a la actual. Es una instalación totalmente en inglés y en la que se deben tomar decisiones que muchos usuarios no están capacitados para tomar, en especial en lo referente a los grupos de paquetes que se van a instalar. Digamos que, por ejemplo, se incluyen por defecto tres escritorios (Gnome, KDE y XFCE), con lo que alguien poco habituado a lidiar con estos menesteres se podría encontrar con un sistema bien lejos de ser «frugal», más bien al contrario, con el triple de escritorios instalados.

En mi caso escojo instalar KDE guiado por la correspondiente entrada de la distribución en Distrowatch, que señala al escritorio alemán como el predeterminado. No deselecciono nada, sino que añado algunos grupos de paquetes más, aquellos que mis conocimientos me indican que debo instalar para no tener problemas luego… Menos mal que lo hice, pues de no haberlo hecho prefiero no imaginar con qué otros inconvenientes me habría topado.

A las dificultades inherentes a este método de instalación heredado de Slackware se añade el hecho de que, nada más iniciar el proceso el sistema parece quedar sin respuesta. No avanza ni da señales de actividad alguna. La solución: pulsar Enter, con lo que se inicia el script de instalación.

Después de un largo tiempo de espera, consecuencia de haber elegido la iso net-install que me obliga a descargar 1.334 paquetes (a buena velocidad, eso sí), termina el proceso y reinicio el ordenador. Lo siguiente que veo es una pantalla negra con el rótulo OSD de mi monitor rezando «Señal fuera de rango». Obviamente el gestor de arranque Grub se ha configurado para una resolución incorrecta, con lo que no puedo ver el menú. Pero el que no lo vea no quiere decir que no exista, de modo que pulso Enter (ya van dos veces) y consigo entrar, ahora sí, a mi nuevo Frugalware Gaia.

Escritorio KDE en Frugalware

El aspecto general del escritorio KDE en esta distribución es lo que más me ha gustado de ella, por no decir lo único. Los desarrolladores escogen una combinación de colores más que acertada, con el azul-verdoso como tono principal y unas lineas suaves que transmiten tranquilidad. La fuente tipográfica Oxygen añade un toque distintivo al conjunto, al igual que los omnipresentes iconos Faenza. El fondo de pantalla, sin embargo, no aparece, de manera que me encuentro con un tapiz negro, fácilmente intercambiable con solo pulsar el botón derecho y escoger por nosotros mismos el wallpaper. Los efectos de escritorio vienen activados por defecto y el sistema recién iniciado únicamente consume 355 Mb de memoria, cantidad que, en efecto, podríamos calificar como «frugal» sobre todo en KDE.

Y hasta aquí lo poco bueno que puedo contar de Frugalware. A pesar de que se incluyen dos manuales en PDF, para usuarios y desarrolladores, la gran mayoría de las casi cien páginas de las que consta el primero se dedican a detallar la configuración de paquetes que en muchos casos no son de uso común. La utilidad del manual queda reducida a la nada si tenemos en cuenta que en la instalación de KDE no se incluye un lector de PDF, de modo que el usuario que pretenda acudir a él tendrá que pasar primero por el gestor de software e instalar Okular, por ejemplo.

Antes de comenzar a probar las aplicaciones hay dos pasos habituales que suelo dar en cada revisión. Uno es poner el sistema, si no lo está ya, en castellano. En el caso de Frugalware hay que instalar primero el paquete kde-l10n-es, con el gestor de programas o con la instrucción pacman-g2 -Sy kde-l10n-es. Si optamos por lo segundo deberemos hacerlo como root (orden su), puesto que sudo no se encuentra configurado por defecto. Una vez se realiza este paso vamos al menú –> System settings –> Locale y allí escogemos el español.

Instalar Catalyst en Frugalware

El segundo paso que acostumbro a dar es el correspondiente a la instalación de los drivers propietarios de AMD/ATI para mi APU A8. Frugalware me simplifica, aparentemente, la tarea con la inclusión de un paquete llamado catalyst en los repositorios oficiales. Sin embargo, si lo instalamos descubriremos dos cosas: por una parte se trata del driver beta, como nos recuerda continuamente la marca de agua en la esquina inferior derecha. Por otra, es la peor implementación que he visto, y mira que he probado sistemas, de dicho driver. Lento hasta decir basta, el simple hecho de mover una ventana se nota inflado y a saltos. Un horror. Si se ha cometido el error de instalarlo habrá que «apechugar» y seguir adelante, pues de intentar poner en práctica las instrucciones del manual para su eliminación (pacman -g2 -Rd catalyst && pacman-g2 -Sy ligl libglx xf86-video-ati) nos vamos a encontrar con que no podemos entrar al sistema nunca más. La cosa, decididamente, promete una barbaridad…

Navegación
Para nuestras excursiones por la red tenemos dos opciones preinstaladas: Konqueror y Firefox 14. La antigüedad de la versión del navegador de Mozilla no es algo que me preocupe, pues sacan actualizaciones como churros y no hay tanta diferencia entre ellas. Al menos esto es algo que funciona perfectamente, con Flash ya instalado y andando con fluidez y con sonido. Lo único negativo en este apartado es el horrible aspecto, pues no se ha configurado la apariencia de las aplicaciones gtk en KDE. Podemos hacerlo en menú –> Objetos perdidos –> GTK Styles and fonts.

Firefox en Frugalware


Vídeo
Este es posiblemente el campo más desconcertante de todos. Suponiendo que el sistema es, por definición, sencillo, no se entiende que al instalar KDE se acumulen hasta ¡cuatro! programas que hacen lo mismo… ¡y ninguno funcione! Tenemos MPlayer, Kaffeine, VLC y Dragonplayer. Casi nada. El primero se queja de la no existencia de un «skin default» y se cierra sin reproducir el archivo. El segundo se hace un lío con las tildes del nombre del fichero y dice no encontrarlo. El tercero reproduce sin sonido con un inquietante «Audio device default could not be used». El cuarto no muestra mensaje de error, pero, oh sorpresa, no reproduce nada de nada. Nuevamente el manual no me sirve de ayuda.

Error VLC en Frugalware


Música
En este apartado el asunto ya alcanza un cariz irritante. Abro juK, el reproductor que incluye y pretendo añadir una carpeta de música, hasta aquí todo correcto. Al hacer clic en la primera canción para reproducirla se inicia un bucle infinito consistente en abrir una y otra vez una ventana de error con el mensaje «no se pudo reproducir por la siguiente razón: //». Efectivamente, dos barras inclinadas. El bucle sigue y sigue hasta abrir cientos de ventanas y obligarme a apagar el equipo para terminar con el desaguisado. Realmente impresentable.

Ofimática
Al fin, algo que funciona como debe. A Libreoffice versión 3.5.7 no se le puede poner pega alguna. Solamente reseñar que se debe instalar el paquete libreoffice-l10n-es para tenerlo en español.

Libreoffice en Frugalware

Fotografía e imágenes
No se incluye de inicio un gestor de colecciones fotográficas, pero Shotwell y Digikam están en los repositorios de Frugalware y funcionan. GIMP sí que viene instalado, con una curiosa pantalla de inicio tematizada para la distro, aunque en inglés. Todo bien.

GIMP en Frugalware


Gestor de software
Frugalware emplea una herramienta escrita en C, Pacman-g2, para instalar desde consola. Se trata de una implementación diferente del famoso gestor de paquetes de Arch. Pese a que recomiendan usar la terminal para estas tareas se incluye un programa propio, llamado Gfpm, una interfaz gráfica de Pacman-g2. De aspecto algo rudimentario y en ocasiones dando la sensación de que no responde, debo constatar, sin embargo, que no funciona mal del todo. En una ocasión tan solo se cerró inesperadamente. Si queremos notificaciones de actualizaciones del sistema tendremos que iniciar una instancia aparte, el Frugalware Update Notifier, que se instala en la bandeja del sistema y nos avisa llegado el caso.

Gfpm en Frugalware

Reconocimiento de hardware
Otro talón de Aquiles de la distro. A pesar de que el manual advierte de la necesidad de instalar el paquete pipslite para que funcionen las impresoras Epson, pues resulta que dicho paquete no existe en los repositorios. Para colmo el manual termina el apartado correspondiente a este asunto con una frase lapidaria: «nadie ha confirmado que dicho paquete funcione». Esto, en serio, no hay por dónde cogerlo. Si a pesar de todo hacemos oídos sordos a la advertencia e intentamos al menos configurar cups por ver si suena la flauta, nos topamos con que no es posible acceder a la interfaz web de éste. En una última intentona lanzo como root el programa system-config-printer, solo para encontrarme desactivada la opción de «Añadir impresora».

Error impresora Frugalware

Al menos consigo hacer funcionar el escáner tras instalar Skanlite sin necesidad de tocar nada más. Kamoso no está en los repos, de modo que opto por el popular Cheese para probar mi webcam. La aplicación se cierra con un escueto mensaje de «error en el programa». Una gozada…

Navegador de archivos
Dolphin no consigue conectar con mi portátil con Windows 7 aduciendo un problema en la configuración del cortafuegos. A estas alturas de la película ni se me ocurre tratar de meterme a configurar iptables, la verdad no me quedan fuerzas. Los dispositivos externos conectados al equipo son reconocidos y montados por el sistema automáticamente.

Error samba en Frugalware


Gestor de arranque
Grub reconoce todos los sistemas que tengo en este momento instalados, que son legión ya: SolusOS en sus dos versiones (1.1 y 1.2), Manjaro 0.8.2, Linux Mint Nadia, Xubuntu 12.10, openSUSE 12.2 y, por supuesto, Windows 7. El problema es que la resolución a la que se instala no me permite ver el menú. Al menos los desarrolladores han tenido la deferencia de incluir Startupmanager en los repositorios para poder modificar el archivo de configuración del Grub… pero, lamentablemente, todo lo que veo al iniciarlo es una ventana vacía. ¿Por qué no me sorprende?

Error startupmanager Frugalware

Estabilidad y suspensión a RAM
Si el lector ha tenido la paciencia de llegar a este punto entenderá que no se puede hablar de estabilidad en este sistema (por llamarlo de algún modo) que he montado en mi equipo. Es obvio, visto lo visto, que no soy un usuario con conocimientos intermedios, a los que los desarrolladores señalan como público «diana» de su distribución. Lo que he confeccionado aquí funciona fatal, no permite hacer las más básicas operaciones que se esperan en un sistema operativo y se salpica con continuas ventanas que muestran errores genéricos que orientan más bien poco a la causa de los problemas. El lamentable driver beta de AMD, por lo menos, sí que permite suspender a RAM.

Ciclo de desarrollo
Frugalware comenzó su andadura allá por el año 2004 y desde entonces mantiene un ritmo de un par de versiones estables por año, aproximadamente. Es posible descargar desde su web una versión «current», algo así como la «testing» que recalco, para que conste, que no es la que yo he descargado. Toda la revisión la he hecho con la actual versión estable, publicada en Agosto de 2012, llamada Gaia, al menos es la iso que escogí. El hecho de que dicha iso sea una net-install me confunde un poco, solo espero que los repositorios los traiga apuntando a la susodicha versión estable.

«Un sistema lo más simple posible, sin olvidarse de la comodidad del usuario. Para usuarios intermedios sin miedo a usar la consola, que sepan cómo particionar un disco o qué es el MBR». En estos términos se refieren los desarrolladores a su sistema. Yo, la verdad, no sé con qué quedarme de esta experiencia, si sentirme un cero a la izquierda en Linux o no. Como usuario no sabría ponerme un calificativo, lo que sí sé es que llevo usando Linux de forma exclusiva desde 2007 y nunca me he topado con una distribución que me haya provocado tantos problemas.

Error configuración cups en Frugalware

Pero, como señalaba al principio de la revisión, no es plato de mi gusto desprestigiar el trabajo de los demás. Diré, sencillamente, que los desarrolladores se equivocan al proponer su distribución para usuarios con conocimientos intermedios. En mi humilde opinión, y es eso, una opinión, esta distribución está un punto de dificultad por encima de lo que en el manual se marca. Y, desde luego, es cualquier cosa menos cómoda para el usuario por la gran cantidad de dificultades que se encuentran en el camino. Claro que, como no me cansaré de repetir, lo que para mí y mi hardware ha resultado un auténtico fiasco, puede ser que para otros usuarios sea un camino de rosas. Ojalá, de momento tengo que calificar a Frugalware 1.7 con un 6’21, mal que me pese. Saludos.

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Linux Mint 14 Nadia: me quedo con Maya

Me está resultando difícil últimamente encontrar distribuciones para revisar, de ahí la falta de actividad en el blog estos días pasados. A decir verdad intenté echar un vistazo a un par de ellas, Pear 6 y Pinguy OS 12.04, pero ninguna de las dos conseguí que arrancaran desde mi pendrive, por mucho que grabara las imágenes con dd, con Imagewriter o con Unetbootin. Nada de nada en todos los casos. Ya me encuentro en un punto en el que no me apetece (básicamente porque no me da la gana) perder soportes físicos para probar distribuciones que sé de antemano que no me van a aportar nada más que un artwork distinto o una selección de programas concreta.

De manera que me he estado dedicando a la personalización y las probaturas con mi SolusOS Eveline, distribución que continúa funcionando perfectamente en mi equipo y que he instalado con éxito en el ordenador de mi cuñado. Ese equipo, un Intel Core Duo al que en su día le puse Chakra, había experimentado algunos fallos con el wifi y la impresora, problemas que no entiendo de dónde pueden venir si no se han instalado ni programas nuevos ni actualizaciones en él. En cualquier caso, mi cuñado está encantado con SolusOS y reconoce ser más gnomero que KDEero, cosa que comprendo y comparto. Contando con esta instalación de Eveline son ya tres los familiares que se han beneficiado de la distro de Ikey Doherty y todos tan contentos.

Pero vamos al grano y al tema que trataremos hoy: la última versión de Linux Mint, la que hace la catorce y que han bautizado, como es su norma, con nombre de mujer. Nadia, para más señas. Puesto que Mint se basa en Ubuntu tenía motivos para temer un empeoramiento del sistema siguiendo una idea básica, esto es, si Quantal es peor que Precise, Nadia debe ser peor que Maya. No es exactamente así, pero veremos que las ventajas de cambiar una por otra no van más allá de… bueno, de nada, en realidad. Serían más bien desventajas, al perder un soporte extendido a cambio de nuevas versiones de los programas que en muchos casos no mejoran a las anteriores. He escogido otra vez la edición con MATE por la sencilla razón de que Cinnamon no me gusta, aunque en las notas de la versión se reconocen muchas más correcciones para dicho entorno, que parece ser el preferido de Clem y su equipo.

Instalación
Poca cosa que contar. El continuismo en esta edición de Mint es total, nada ha cambiado. Esto tiene su parte positiva, puesto que la versión anterior es de lo mejorcito que ha pasado por mi ordenador, pero también su contrapartida que lleva a preguntarse para qué sacar una nueva edición que supone más de lo mismo. El instalador de siempre, el slideshow de siempre y la sencilla instalación de siempre. Para ser exactos, encontré un cambio: donde antes se recomendaban unos 4 Gb de espacio libre en disco ahora se precisan más de 6. Es la única diferencia que noté.

Por lo demás, Mint se instaló en doce minutos exactos pese a que apenas habían transcurrido veinticuatro horas desde que se lanzó la versión y suponía que se saturarían los servidores. Esto es algo que también me da que pensar. ¿Se corresponde la popularidad de Mint y su liderazgo en Distrowatch con la realidad? ¿O acaso su base de usuarios no es tanta como se desprende de dicha posición? Son preguntas retóricas, no tengo la menor idea.

Mensaje de bienvenida de Linux Mint 14

Tras entrar al escritorio me encuentro con 72 actualizaciones. Aplicadas y reiniciado el sistema, todo va bien. Para instalar mi viejo compañero de fatigas, también conocido como el «dichoso driver privativo de AMD/ATI» o fglrx, hay que remitirse a Menú –> Preferencias –> Controladores adicionales. La aplicación del citado driver resulta un éxito, obteniendo unos valores de FPS con glxgears brutales, del orden de 7 u 8 mil cuadros por segundo.

Instalar driver propietario de ATI en Linux Mint 14

En mi modesta opinión va siendo hora de cambiar un poco el aspecto de Mint, que viene utilizando el mismo tema desde la versión 10. El fondo de pantalla comienza a verse ya un tanto repetitivo igualmente. El sacar nuevas ediciones tan exactamente idénticas a las anteriores resulta aburrido, por mucho que sea cuestión de hacer un par de cambios aquí y allá y dejarlo todo al gusto particular de cada uno. Alguna variación estética por parte de los desarrolladores estaría bien.

Escritorio de Linux Mint 14

Navegador
Firefox 16.0.2. Debido a los acuerdos de Mint con Yahoo se ofrece dicho buscador como el predeterminado del navegador. Como es norma de calidad de la casa, todo funciona como debe sin que el usuario tenga que preocuparse de instalar nada. Flash fluido y sin errores.

Firefox en Linux Mint 14

Vídeos
Podemos escoger entre Tótem y VLC, los dos reproductores multimedia instalados por defecto en Mint. En ambos casos se reproduce todo sin sobresalto alguno.

Tótem en Linux Mint 14

Música
Se sigue apostando por Banshee, lo que en su día dejó de hacer Canonical en Ubuntu en favor de Rhythmbox. Correcto en todos los aspectos.

Banshee en Linux Mint 14

Ofimática
Contamos con la versión 3.6.2 de la suite Libreoffice. Con cada nueva versión se da un pasito más hacia la perfecta integración con los estándares de otras suites de pago. Muy buena.

Libreoffice en Linux Mint 14

Fotografía e imágenes
Para clasificar fotos podemos usar gThumb o instalar Shotwell o Digikam. Para edición digital de imágenes contamos con Gimp ya instalado y en su versión más reciente.

GIMP y gThumb en Linux Mint 14

Gestor de programas
MintInstall y MintUpdate se encargan de que podemos añadir o quitar software de nuestro equipo así como de advertirnos de las actualizaciones pertinentes.

MintInstall y MintUpdate en Linux Mint 14

Reconocimiento de hardware
¿Para qué cambiar lo que tan bien funciona? Todos los periféricos se conectan y a trabajar, como suele ser habitual en Ubuntu y derivadas.

Reconocimiento de impresora en Linux Mint 14

Navegador de archivos
Caja, el continuador del «auténtico» Nautilus, funciona sin fisuras, con total integración. Se puede conectar con equipos Windows sin configurar nada gracias a Samba y el sistema monta y abre los dispositivos externos que se conecten, en mi caso, disco duro USB, tarjeta de memoria SD y pendrive.

Caja en Linux Mint 14

Gestor de arranque
El clásico Grub sin demasiadas florituras. Al igual que en Ubuntu se puede personalizar con la adición de programas que no están en los repositorios oficiales, como Grub Customizer.

Grub Customizer en Linux Mint 14

Estabilidad y suspensión a RAM
Un par de asuntillos en cuanto a estabilidad: tuve que matar el servidor X en una ocasión al reiniciar y no ser capaz de llegar al gestor de entrada MDM. Al igual que me pasara ya con Mint Maya, cualquier intento de personalizar el aspecto del escritorio termina dando al traste con la sesión. Me explico: algo tan simple como cambiar el tema de MATE a Shiki-Brave y activar la composición en las ventanas me lleva a la desaparición, tras el reinicio, del panel completo y a que no se respete el fondo de pantalla que yo había cambiado antes. Esto nos deja con una situación donde únicamente tenemos el fondo estándar de Mint y nada más. Para un usuario novel significaría un «hasta aquí hemos llegado, me largo a otra parte», ya que no sería capaz de iniciar ningún programa y ni tan siquiera de apagar el equipo.

Suspender, suspende bien a RAM. Pero a quién le importa esto si algo tan sencillo y básico como personalizar un poco tu escritorio tiene estos desastrosos resultados. No es algo achacable a MATE, que va por la versión 1.4, pues en Manjaro lo tengo instalado y toqueteado al máximo sin problema alguno. Por lo menos tuve tiempo de hacer una captura de pantalla de lo bien que me había quedado antes del reinicio que hizo desaparecer todo el trabajo:

Mi escritorio personalizado MATE en Linux Mint 14

Ciclo de desarrollo
La versión 14 de Linux Mint estará soportada hasta abril de 2014. Una nueva versión verá la luz aproximadamente un mes tras el lanzamiento de Ubuntu 13.04 en abril del próximo año, si todo sigue como hasta ahora y los Mayas estaban equivocados…

A poco que profundicé en el uso de Mint Maya encontré algunos problemas asociados a la personalización del entorno, con Docky, con AWN y con Compiz. En Nadia no he llegado tan lejos, si no he sido capaz ni de cambiar el tema del sistema sin cargarme el escritorio no voy a intentar tareas más complejas, no me apetece. Y lo peor es que en este caso no puedo culpar a Mutter o Gnome 3 y su pobre implementación en cuanto a los drivers propietarios de ATI, en MATE no hay nada de eso. Por otro lado, como indicaba más arriba, mi buena experiencia con MATE en Manjaro descarta también que se pueda atribuir la culpa a éste.

Glxgears en Linux Mint 14

Sea por esto o sea porque simplemente no veo una mejoría que lo justifique, si yo fuese usuario de Mint me quedaría con Maya. Nadia no me ofrece nada, en lo bueno y en lo malo, que no me ofrezca ya su anterior versión. Y, a su vez, me hace perder el soporte extendido hasta 2017 que proporciona la LTS de Maya. De las supuestas mejoras de las que se hace eco el equipo de Mint en las notas de desarrollo no hay ninguna que haga que merezca la pena cambiar. Tal vez en el caso de Cinnamon sea una historia diferente, pero ya digo que no me gusta ese entorno y no le voy a dar otra oportunidad, al menos por el momento. Linux Mint Nadia me deja un regusto amargo junto con la sensación de que va haciendo falta renovar un poco el aspecto de la distro para que no empiece a parecer que se lanza siempre lo mismo. Pese a los problemillas de personalización, Mint Nadia obtiene un 9’54, pues en todo lo demás cumple con creces. Saludos.

Xubuntu 12.10: cada vez mejor

Las versiones comunitarias de Ubuntu parecen empeñadas en seguir el camino inverso a su distribución principal. Si en el análisis del último lanzamiento de Canonical veíamos una clara regresión, y esto no es manía mía sino algo que se repite en las revisiones que pululan por la red, con Kubuntu la tendencia era a mejorar. Turno hoy para la versión con XFCE, Xubuntu, que al igual que su compañera con KDE resulta un avance en cuanto a prestaciones, si es que esto es posible, respecto a anteriores entregas.

Logo de Xubuntu

Si en sus orígenes Xubuntu era una versión de Ubuntu destinada a equipos más modestos, hoy día, sin haber perdido la vitola de ser una de las mejores en cuanto a relación rendimiento-posibilidades, se ha convertido en un referente para muchos de los que huyen de Unity y/o de Gnome 3 y su shell. Vamos a ver qué nos ofrece la comunidad xubuntera en esta oportunidad.

Instalación
Sin ninguna duda el paso que más quebraderos de cabeza me ha causado es el primero, el de la instalación de Xubuntu. La razón, como suele ocurrirme, la ignoro por completo. La cuestión es que tanto Ubuntu como Kubuntu, además de anteriores versiones de Xubuntu, han sido instaladas desde pendrive sin mayores complicaciones. En la presente he tenido que repetir hasta tres veces, con distintos métodos, la grabación de la iso.

Mi primer intento, que normalmente no falla, es utilizar la terminal. Lo hago desde mi partición principal de trabajo, en estos momentos ocupada con SolusOS 1.2 Eveline, empleando el comando:

sudo dd if=nombre de la iso of=ruta del pendrive bs=4M

Tras finalizar la copia y reiniciar, veo el logo de Xubuntu y poco más. Pasados un par de minutos de espera, el sistema me arroja un mensaje de error que indica que no es capaz de encontrar no se qué directorio.

Segundo asalto, el otras veces socorrido Unetbootin, también en SolusOS. El resultado es aún peor si cabe, lo único que llego a ver en mi pantalla es la frase «Boot error» (error de arranque). Un poco mosqueado ya y sopesando la utilidad de gastar un CD para probar esta versión de Xubuntu, decido dar una última oportunidad a la distro: inicio mi partición con Manjaro 0.8.2 (versión MATE), y descargo el programa SUSE Imagewriter que está en sus repositorios.

Éxito, por fin. Reinicio y después del logo de Xubuntu aparece la pantalla donde se puede escoger entre iniciar el escritorio «en vivo» o instalar la distro. Como siempre hago, decido obviar la primera opción y me sumerjo de lleno en la instalación. Lo cierto es que, con cada entrega de Xubuntu, tengo la impresión (y la mía es, como todas las demás, algo muy subjetivo) de que el aspecto visual mejora. Los temas que incorpora Xubuntu me transmiten tranquilidad y sosiego, ignoro el motivo pero así es. Además, la presentación que acompaña la instalación me parece muy cuidada y más bonita que la del resto de versiones de Ubuntu, mención aparte para el par de pantallas que dedican a mostrar al usuario una introducción a su nuevo sistema, algo así como «conozca su escritorio». Bien pensado y mejor ejecutado, una delicia visual.

Me lleva unos veinte minutos terminar de instalar Xubuntu con la opción de descarga de codecs multimedia activada. Nada más reiniciar nos encontramos con la clásica implementación del escritorio XFCE que caracteriza a Xubuntu, en mi opinión la más lograda junto con la de Manjaro. Al contrario que con Ubuntu y Kubuntu, lo primero que se me presenta es el aviso de que existen actualizaciones disponibles. Al finalizar la instalación de las mismas, para variar, me dispongo a acometer la tarea, de incierto resultado en ocasiones, de tratar de vestir mi sistema con los controladores privativos de AMD/ATI para Radeon.

Actualizaciones automáticas en Xubuntu

Pero como ya voy sobre aviso tras lo acontecido con Ubuntu, sé dónde buscarlos. En el menú de XFCE escogemos Configuración –> Orígenes del software y dentro de la ventana que se abre, la pestaña Controladores adicionales. Tan sencillo como eso, cuando se sabe, claro está. Como ya me quejé en la revisión de Ubuntu no quiero insistir más con lo mismo, pero Jockey era una forma mucho más fácil e intuitiva de instalar el driver y sigo sin explicarme por qué lo han desestimado. Vuelvo a reiniciar y todo está como debe estar. El único pero que le puedo poner al aspecto de Xubuntu es el hecho de que aparezcan por duplicado todas las particiones del disco duro en el escritorio. Esto es poca cosa, pues basta deseleccionar «mostrar volúmenes» en el apartado escritorio de la configuración del sistema. Al contrario que en otras implementaciones de XFCE, en Xubuntu tienen la buena costumbre de eliminar el horrendo fondo que acompaña a los iconos del escritorio, haciéndolo transparente.

Controlador ATI en Xubuntu

Navegación
Firefox 16 en su última versión. Con flash, fluidez y rapidez, poco más se puede pedir.

Firefox en Xubuntu


Vídeo
Xubuntu es la única distro que he revisado, si la memoria no me falla, que incluye en reproductor de medios ligero Parole. Lo cierto es que funciona muy bien y reproduce todos los tipos de archivo sin inmutarse. Tratándose de un reproductor creado por y para XFCE, parece la opción más lógica, por otra parte.

Parole en Xubuntu

Música
Algo parecido a lo que ocurre con Parole, la elección de gmusicbrowser es casi exclusiva de Xubuntu.  Se trata de un reproductor musical escrito en Perl que es definido por sus creadores como ideal para el manejo de grandes colecciones de archivos de sonido. Es altamente personalizable, pudiendo añadirse diversos plugins con funcionalidades adicionales, además de poder asemejarse en aspecto al reproductor que escojamos (Rhythmbox, Exaile, itunes…). Funcionamiento perfecto y, de nuevo, excelente integración con XFCE.

gmusicbrowser en Xubuntu

Ofimática
Los desarrolladores únicamente incluyen como aplicación de ofimática el procesador de textos ligero Abiword. Si deseamos instalar otros programas de esta índole los tenemos en el centro de software, por poner un ejemplo, Gnumeric o la suite completa Libreoffice.

Libreoffice en Xubuntu


Fotografía e imágenes
Para manejar nuestra colección de fotos se opta también por una aplicación ligera que cada vez incorpora mejores prestaciones: gThumb. Como suele ser habitual, en los repositorios están el resto de opciones: Shotwell, Digikam, etc. Gimp también podemos instalarlo.

gThumb en Xubuntu

Gestor de programas
El centro de software de Ubuntu controla todo lo relacionado con la instalación y desinstalación de programas. Intuitivo y completo, resulta ideal para usuarios noveles que no quieren liarse con la consola para estos menesteres. El sistema, como veíamos al principio, nos avisa de las actualizaciones disponibles. Me ocurrió algo extraño, pues después de terminar la instalación de Cheese el sistema mostró el aviso de que era preciso reiniciar, como si en lugar de instalar una aplicación para usar la webcam hubiera actualizado el kernel. Curioso…

Cheese en Xubuntu


Reconocimiento de hardware
Nada que objetar, como en el resto de versiones de Ubuntu. Reconocimiento instantáneo de la impresora al encenderla, funcionamiento normal del escáner con Simple Scan y webcam operativa desde el comienzo de la instalación del sistema.

Instalación de la impresora en Xubuntu


Navegador de archivos
Thunar, el navegador de cabecera de XFCE. Cumple de sobra con todas mis necesidades, pues no uso pestañas (aspecto que muchos echan de menos, por lo que leo en la red, y que pronto será implementado). La conexión con mi portátil con Windows 7 es perfecta, pudiendo reproducir archivos en streaming sin mayor dificultad. Thunar reconoce y monta el pendrive, el disco duro externo y la tarjeta de memoria SD.

Thunar en Xubuntu

Gestor de arranque
Otra de las señas de identidad de la familia *buntu, jamás me han dejado de reconocer un sistema instalado en el equipo. Debería ser lo habitual, pero con otras distros no sucede, vaya usted a saber por qué. Xubuntu reconoce todo lo instalado: Windows 7, SolusOS y Manjaro, y al igual que en el resto de versiones, podemos añadir el siempre útil Grub Customizer en su PPA correspondiente.

Grub Customizer en Xubuntu

Estabilidad y suspensión a RAM
Inicio y apagado rápido, trabajo fluido, sistema estable. No pido más y todo me lo ofrece Xubuntu. La suspensión también funciona, vuelvo a insistir como en cada revisión, siempre que se instalen los controladores privativos.

Ciclo de desarrollo
Xubuntu sigue idéntico ciclo que Ubuntu, con nuevas versiones cada seis meses. La actual, Quantal Quetzal, estará soportada hasta el mes de Abril de 2014.

Atendiendo al excelente rendimiento y magnífico aspecto visual de Xubuntu no veo muchos motivos para optar por Ubuntu a menos que uno sea un enamorado de Unity (que puede ser, cosas más raras se han visto). Pese a que esta versión no es de soporte extendido, mejora en rendimiento a la anterior, al menos así ocurre en mi equipo. La comunidad que se encuentra tras Xubuntu demuestra, una vez más, su buen hacer y su voluntad de entregar versiones bien acabadas y pulidas, ya sean LTS o no. Visto lo visto con Ubuntu, es de agradecer la calidad de esta Xubuntu Quantal.

Y poco más se puede añadir, salvo el deseo de que Xubuntu continúe en esta línea, la del buen trabajo que la convierte en la mejor opción dentro de su «familia». Le damos un 9’54, difícil de superar. Un saludo a todos.

Kubuntu 12.10: esto es otra cosa

Con mayor o menor apoyo por parte de la comunidad, lo cierto es que parece existir consenso en el paso atrás que supone la última versión de Ubuntu, que veíamos hace unos días en este blog. Aunque bien es verdad que muchos de los errores que se reprodujeron en mis sistema parece que tenían que ver con la no instalación por mi parte de algún paquete. Mis dotes de adivino nunca han hecho su aparición y en este caso no iban a hacer una excepción… Los desarrolladores deciden dejar de instalar un paquete imprescindible para el buen funcionamiento de los drivers propietarios a la vez que también deciden esconder un poco la opción de instalar dichos drivers, cualquiera sabe con qué extraña intención. Resultado: Ubuntu se arrastra de manera lamentable y la culpa la tengo yo por no leer las notas de la versión.

Logo de Kubuntu

Problemas personales aparte, estoy convencido de que los creadores y mantenedores de Gnome nunca imaginaron la tremenda repercusión que su decisión de reescribir por entero el escritorio iba a tener para Linux en general. De haber sido así tal vez no hubieran dado el paso, supongo. Lo queramos o no, Gnome ha sido la entrada al mundo de Tux para la gran mayoría de personas que hoy usan Linux en todas partes. Un cambio tan drástico como ha supuesto Gnome 3 respecto a su anterior versión ha revolucionado – en sentido negativo – a más de uno, dejando a muchos usuarios con sensación de desamparo y a la búsqueda de un entorno con el que sentirse más confortable o más identificado. Ello nos ha hecho caer a muchos en un distro hopping compulsivo sin llegar realmente a encontrar, en algunos casos, lo que se busca.

Lo anterior lo traigo a colación a propósito del cambio, obligado para muchos desarrolladores, en el escritorio de referencia de determinadas distribuciones. Debian saldrá ahora con XFCE por defecto. Ubuntu eligió desarrollar su propia herramienta paralela a la shell de Gnome. Dicha herramienta, de nombre Unity, va mejorando en algunas cosas y empeorando en otras, pero de cualquier modo se ha convertido en la imagen que identifica a Ubuntu, y eso no va a cambiar, al menos, no en un futuro próximo. Hay mucha gente que se ha acostumbrado a Unity y la encuentra atractiva y sencilla de utilizar, a la par que productiva. No les alabo el gusto pero reconozco que sí, que con algo de tiempo uno se puede habituar a Unity y usarla sin problemas.

Pero, ¿qué ocurre cuando no nos gusta Unity o se nos cuelga a cada instante? Podemos iniciar la interminable búsqueda de una nueva distribución, claro. O podemos mirar justo al lado y fijarnos en Kubuntu. La otrora versión llena de fallos y lenta de Ubuntu se ha convertido actualmente en la mejor alternativa a la distro de Canonical, alcanzando su madurez junto a la de KDE, su escritorio por defecto. Analicemos qué nos trae esta Kubuntu Quantal Quetzal:

Instalación
Nada ha cambiado en el proceso de instalación de Kubuntu. El sistema inicia con los controladores libres de ATI y nos muestra el típico slideshow de la distro, que como ya he indicado en otras ocasiones, resulta más completo y descriptivo que el de Ubuntu. Además, la descarga de los códecs y demás software propietario lleva unos diez minutos, nada que ver con el procedimiento interminable que veíamos en el análisis de la versión principal de la distro.

Con estas premisas, la instalación de Kubuntu se completa en poco menos de veinte minutos. Tras reiniciar veo… la nada. El sistema no llega a presentarme el gestor de entrada KDM, tan solo se queda en una pantalla gris de la que no se puede salir sin pulsar el dichoso botón de apagado del ordenador. «Empezamos bien», pienso. Pero en esta ocasión no se va a cumplir aquello de «lo que mal empieza, mal acaba», pues tras un segundo reinicio todo marcha como debe y así va a ser en las horas de prueba que dediqué a la distribución. Ignoro qué provoco el error, el caso es que no se reprodujo en los siguientes inicios o reinicios del sistema. Al segundo intento consigo llegar al escritorio, limpio y claro, de esta versión de Kubuntu. Tal vez se podría incluir algo en el plasmoide de carpeta, un recuadro con la frase «esta carpeta está vacía» resulta algo pobre, en mi opinión. Así como un fondo de escritorio personalizado para la distro, en lugar del predeterminado de KDE. Cuestión de gustos.

Escritorio limpio de Kubuntu Quantal

Como es habitual, lo primero es lo primero, y en mi caso esto se refiere a instalar los controladores propietarios de AMD/ATI para mi «querida» Radeon. Ya me temía que la cosa no iba a ser sencilla, pues al igual que en Ubuntu no aparece la ventana que advierte de esta posibilidad nada más iniciar. Nuevamente, me equivocaba. En el menú de KDE –> Aplicaciones –> Sistema tenemos, en primera posición, la entrada «Additional Drivers». Y, contrariamente una vez más a lo que ocurrió en Ubuntu, la instalación funciona a la primera sin darme más quebraderos de cabeza. Simple y eficaz. Y aquí es donde me pregunto por qué en Ubuntu no puede ser igual.

Drivers de ATI en Kubuntu Quantal

La notificación automática de actualizaciones, por el contrario, no cumple con su cometido. Entrando en el gestor de actualizaciones se puede configurar, si bien aparentemente está todo correcto. Al salir del gestor ya me aparece el correspondiente icono en la bandeja del sistema.

Instalando actualizaciones en Kubuntu Quantal

Una vez se produce la actualización, todo ha ido bien. Los efectos de escritorio vienen activados por defecto y funcionan perfectamente, cosa que con los drivers libres no era así del todo (algunos fallos gráficos). Lo único que me resulta un poco chocante en la sensación global que me da Kubuntu son las tipografías. Recuerdo anteriores versiones con un renderizado de fuentes mejorado, cosa que ahora no aprecio. Aunque también es posible que me haya acostumbrado al impresionante aspecto de SolusOS, la cual tengo por escritorio principal ahora mismo, y de ahí venga el «problema». No lo sé, pero yo diría que en mi Arch con KDE las fuentes, a las que aplicaba el patch Infinality, se veían mejor.

Para colmo, en un intento de arreglar este tema usando las Preferencias del Sistema de KDE, lo que hago es empeorarlo. Tras activar el suavizado de fuentes la tipografía empeora sensiblemente y, si lo vuelvo a desactivar, tras reiniciar, no mejora. De cualquier modo es un problema menor que se puede solucionar con algún tiempo de configuración o cambiando las fuentes, posiblemente. Nada preocupante.

Navegador
En Kubuntu apuestan por Rekonq, un fork de Konqueror que en sus inicios solía emplear en Chakra con no muy buenos resultados. Lo cierto es que parece mejorar a pasos agigantados, pues no me ví en la necesidad de instalar Firefox, ya que todo funcionaba con corrección y fluidez. Si a pesar de todo queremos el navegador de Mozilla existe un enlace directo en el menú –> Internet –> Instalar Firefox.

Vídeo
Nada que destacar, si acaso un extraño comportamiento de Dragon Player: al pulsar el botón de cerrar de la ventana, desaparece y vuelve a aparecer la aplicación por un segundo. Por lo demás, reproduce todo correctamente.

Música
Amarok, como suele ser habitual. Sin ningún problema, de hecho, creo que inicia más rápido de lo que lo recuerdo en anteriores versiones. Nótese en la imagen de debajo como el renderizado de las fuentes ha cambiado respecto a las capturas previas.

Amarok en Kubuntu Quantal


Ofimática
Libreoffice, bien integrado y con funcionamiento impecable. Perfecto.

Libreoffice en Kubuntu Quantal


Fotografía e imágenes
El gestor de fotos escogido para Kubuntu es Gwenview. En los repositorios de la distribución tenemos el resto de alternativas, así como Gimp para poder retocar y mejorar las fotografías.

Gestor de software
El programa de gestión de programas, valga la redundancia, es Muon. Aunque en sus primeras versiones era bastante inestable, en la actual no he encontrado problema alguno digno de mención. Salvo, quizás, el hecho de no notificar las actualizaciones tras la instalación de Kubuntu cuando estaba configurado para ello. Pero esto, como hemos visto, es muy fácil de solucionar.

Muon en Kubuntu Quantal


Reconocimiento de hardware
Kubuntu no ha empeorado un ápice en este apartado. Impresora, escáner y webcam funcionando de primeras. Se incluye Skanlite y Kamoso para la gestión de los dos últimos, respectivamente.

Skanlite en Kubuntu Quantal


Navegador de archivos
A estas alturas pocos no estarán de acuerdo en que Dolphin es el navegador más avanzado y que más características incluye de entre todos los disponibles en Linux. La integración con samba, para compartir archivos con otros equipos Windows, funciona de maravilla sin tener que configurar nada. Tanto disco duro externo como pendrive y tarjeta de memoria SD son reconocidos y montados al insertarlos. El único inconveniente lo protagonizó Dragon Player, al ser incapaz de reproducir los archivos de vídeo remotos aduciendo la falta de un complemento que, pese a ser ofrecida su búsqueda e instalación, no conseguí encontrar. La solución, chapucera (lo reconozco) pasa por copiar previamente el archivo a nuestro equipo para así poderlo reproducir. O instalar VLC, que no presenta este problema.

Problema con Dragon Player en Kubuntu Quantal


Gestor de arranque
Grub reconoce todos los sistemas que actualmente conviven en mi equipo, que son Windows 7 Profesional, SolusOS Eveline y Manjaro 0.8.2 (sí, volví a instalarla y persiste el molesto error gráfico). Si deseamos personalizar este gestor de arranque será necesario recurrir a programas como Grub customizer, que podemos añadir mediante su correspondiente repositorio personal o PPA.

Grub customizer en Kubuntu Quantal

Estabilidad y suspensión a RAM
A excepción del cuelgue del primer reinicio no he tenido problemas durante las horas que he probado Kubuntu. Ni fallos de plasma, ni molestas ventanitas advirtiendo de un error interno que a nadie le importa, ni nada de nada. Cero problemas. Suspensión a RAM perfecta, como siempre recalco, a instancias de los controladores propietarios de mi AMD/ATI, pues con los libres sigue sin ser posible volver al sistema después de suspender.

Ciclo de desarrollo
Kubuntu es una distribución puramente comunitaria, o al menos lo era, pues actualmente su mantenimiento recae en la misteriosa Blue Systems en forma de esponsorización. Esta misma compañía contribuye con fondos en proyectos como Firefox KDE, Rekonq o Netrunner (el fork de Kubuntu auspiciado por los desarrolladores de Mint). Independientemente de quien la patrocine, Kubuntu mantiene el ciclo de soporte y desarrollo. Saldrá una nueva versión en mayo de 2013, junto con Ubuntu Raring Ringtail. La actual versión 12.10 estará soportada hasta abril de 2014, siguiendo con el ciclo habitual de dieciocho meses.

Kamoso en Kubuntu Quantal

Así pues, la instalación y prueba de Kubuntu Quantal ha resultado muy diferente a la de la versión homónima de Ubuntu. La diferencia está en que los desarrolladores de Kubuntu me han facilitado las cosas a mí y a otros muchos sufridos usuarios de AMD/ATI en cuanto a la instalación de los dichosos controladores propietarios. Eso por una parte, por otra está la gran seguridad y garantía de estabilidad que ofrece, a día de hoy, KDE como sistema de escritorio. Cosa que Unity y Gnome 3, insisto, a día de hoy, no pueden igualar.

Sea por la razón que fuere, Kubuntu parece mejorar con cada entrega, ya se trate de una versión de soporte extendido o no. En realidad no se me ocurre ningún buen motivo para actualizar de Kubuntu Precise a Kubuntu Quantal, ambas versiones son tan parecidas en cuanto a solidez y buen desempeño, que no veo argumentos suficientes para cambiar la una (soportada hasta 2017) por la otra. Si acaso la consabida «versionitis» que nos ataca a muchos usuarios linuxeros (vamos a incluirnos todos). Se opte por lo que se opte, tenemos un sistema fácil de instalar y de usar, con muchísimo software disponible, con un soporte excelente y donde todo funciona casi sin tocar nada. Realmente poco más se puede pedir. Un merecido 9’43 para Kubuntu (lástima de ese primer cuelgue) y, una vez más, mis felicitaciones a la comunidad que se encuentra tras este gran sistema operativo. Saludos.