Bienvenidos a una nueva etapa de revisiones en el blog. Motivado por un renovado espíritu curioso y unas tremendas ganas de retomar la principal y más demandada actividad de LSDH, me dispongo a relatar mis experiencias con un nuevo lanzamiento de la que siempre consideré mi distribución favorita: Chakra Euler. Como muchos ya sabéis, Chakra es una distro tipo «semi-rolling», que publica una imagen con el estado de los repositorios cuatro veces al año, aprovechando habitualmente para actualizar los paquetes centrales y críticos. Pero el continuo lanzamiento de nuevas versiones no es óbice para que, de cuando en cuando echemos un vistazo escrutador, siempre con cariño, eso sí, al momento en que se encuentra la distro.
Antes de comenzar considero importante hacer un par de puntualizaciones sobre las clasificaciones. He introducido algún cambio en los parámetros, confiriendo mayor importancia al rendimiento ofrecido, de modo que a la tradicional batería de pruebas de la Phoronix Test Suite se viene a añadir un «benchmark» de navegadores (Browsermark 2.1) que ejecuto sobre los dos más utilizados (Firefox y Chrome), a la par que incluyo el tiempo de transferencia de archivos a dispositivos externos como indicador de calidad.
También contamos a partir de ahora con una corrección por errores (leves, moderados o graves), con la idea de reflejar fallos de la distribución que no entran en ninguna de las categorías estudiadas. Podéis consultar el remozado sistema de calificaciones en este enlace. Por pura lógica y sentido de la justicia, se hace necesario hacer tabla rasa y volver a comenzar la clasificación desde el principio. Pues bien, Chakra ha de ser la primera en someterse a revisión con nuestro particular sistema, el cual, os recuerdo, hace especial hincapié en la facilidad de uso, la estabilidad y la experiencia de usuario. No son nimiedades, desde luego. Vamos al turrón, pues.
Instalación
Tribe sigue y seguirá en estado alfa. Se trata, pese a ello, de un instalador muy bueno, de los mejores que podemos encontrar ahí fuera, pero sigue adoleciendo de características que son cada vez más comunes en sus «competidores» (nótense las comillas, por favor). Y cuanto más tiempo pasa más inexplicable resulta la ausencia de mejoras… hasta que uno lee que han decidido prescindir de Tribe para futuras versiones, sustituyéndolo por Calamares, un nuevo marco de instalación que se prevé implementar en muchas distribuciones. No sé qué aspecto tendrá, pero con el nombre se podían haber esmerado un poco más. En cualquier caso, una forma de acercamiento y de convergencia entre distribuciones que no seré yo quien desmerezca: me parece una gran idea.
Entre las cosas que me enervan de Tribe está una que nunca he comprendido por qué ocurre: la mezcla de textos en inglés y en español. Como usuario colaborador en la traducción de la distro y sus herramientas, vía Transifex, simplemente no puedo entender por qué, lanzamiento tras lanzamiento, si uno escoge el idioma de Cervantes siempre surgen múltiples párrafos de texto en Tribe que no se muestran traducidos, cuando me consta que sí hemos trabajado sobre ellos. Puede parecer una tontería, pero afea mucho el aspecto profesional de la distribución.
Y luego está lo peor: la errática instalación de los controladores propietarios de AMD, los archiconocidos Catalyst. Chakra siempre fue una de las pocas (puede que la única, no estoy seguro) distribuciones que permitieron al usuario/sufridor de estas tarjetas y APUs poder disponer de los controladores propietarios desde el mismo momento de la instalación. En pasadas ediciones de Chakra ni siquiera se podía iniciar en modo controladores no libres, mientras que en la que hoy nos ocupa, se inicia e incluso se logra instalar, para luego descubrir que se está usando un controlador vesa que será fuente de no pocos problemas, como veremos a continuación.
La instalación la hice con una resolución de pantalla muy baja (1024×768). Tras el primer reinicio sí pude usar una resolución adecuada, pero a qué precio: los sucesivos reinicios colgaban el sistema, no era capaz de apagar el equipo (quedaba en bucle infinito y necesitaba de un «hard reset»), no se reproducía el vídeo con Dragon Player… Ya preveía un desastre en las puntuaciones cuando caí en la cuenta de que todo se debía a que estaba utilizando un controlador de vídeo genérico (vesa), en lugar del que yo creía que Tribe había instalado (Catalyst). La solución pasa por instalar manualmente los controladores, siguiendo las indicaciones de la wiki de Chakra.
Solventado este importante asunto, que provoca que Chakra inaugure, a mi pesar, las correcciones negativas por fallos graves (la distro queda casi inutilizable con el controlador genérico), me encuentro con un escritorio que presenta el familiar aspecto de siempre. Una estética inigualable, para mi gusto personal. Kapudan nos da, como otras veces, la bienvenida, aunque lo sigue haciendo a medias entre inglés y español (volvemos a lo mismo de antes). A destacar la inclusión de la posibilidad de activar el repositorio extra desde el propio Kapudan, así como las notificaciones de actualizaciones de software en la barra de tareas.
Arranque y apagado
El Chakra Euler instalado en mi equipo se inicia en 45 segundos y se apaga en tan solo 7. Son tiempos más que aceptables. El menú de elección de sistema en el arranque («aka» Grub) está en perfecta consonancia con el tono artístico del resto de la distribución, algo que, como siempre, debemos al fenomenal trabajo de Malcer. El sistema que habitualmente empleo, Ubuntu 14.04, es reconocido y se puede iniciar sin problemas.
Software
La colección de programas por defecto que incluye Chakra Euler es adecuada, con soluciones para la mayoría de tareas básicas que un usuario pueda precisar. Cabe recordar para los puristas de Qt que si no se activa el repositorio extra no se podrá instalar nada que incluya librerías Gtk. Es por ello que todos los programas que vienen con Chakra beben de las fuentes de las librerías Qt: el navegador Rekonq (2.4.2), la suite Calligra (2.8.6), el reproductor de medios Amarok (2.8.0) o el de vídeo Dragon Player (2.0) son solo algunos ejemplos. Considero un acierto la inclusión, en su momento, de Octopi para facilitar la instalación de software a usuarios poco cómodos con el uso de la terminal, si bien el propio programa llama a una instrucción que ejecuta el shell de comandos. Pese a esto, es sencillo de usar y cuenta con un indicador de actualizaciones, como comentaba antes.
Hardware
Comenzaré con todo lo que Chakra Euler reconoce con solo encenderlo: el escáner (probado con Skanlite), la webcam (ídem, con VLC, pues no funciona Kamoso) y el adaptador de red wifi (funciona desde el entorno en vivo pre-instalación). La impresora es caso aparte, por desgracia, al precisar de un software propietario (un «plugin» de HP), problema que en otras ocasiones logré salvar usando el controlador «foo2zjs», disponible en CCR. A día de hoy, dicho paquete no está actualizado (falla la suma MD5) y se debe instalar de modo manual. Pese a no ser excesivamente complicado (lo explico aquí), yo diría que excede los conocimientos de un usuario novel o medio, por lo que no puedo reconocer a Chakra el mérito de proporcionar una fácil instalación de la impresora que poseo, cosa que sí hace, por ejemplo, Ubuntu.
Todo ello ocurre a pesar de que, con solo encender la impresora, se nos muestra el mensaje de que se está configurando y que, tras unos segundos, queda «lista para imprimir». Pronto descubriremos que no es así: la impresora no imprime y se necesitan seguir los pasos anteriormente descritos.
Conectividad
En el apartado referente a la conectividad, Chakra Euler falla en la comunicación con mi equipo portátil con Windows 7 a través del protocolo habitual (samba). Pese a estar instalado de serie, el servicio correspondiente de systemd (samba.service) no parece funcionar, lo que provoca un mensaje de error en Dolphin al intentar acceder al equipo remoto. La copia de archivos a pendrive, disco duro externo USB y tarjeta de memoria SD-mini se produce sin contratiempos, aunque en todos los dispositivos la velocidad alcanzada es inferior a la lograda en Ubuntu.
Mas no todo es negativo, pues no queda ni rastro de las cuestiones comentadas en mi entrada «Solucionando problemas en Chakra» en lo que respecta a las congelaciones del escritorio y la bajísima velocidad de transmisión. Punto positivo para el equipo de Chakra.
Experiencia de uso
Como ya es habitual con esta distribución, se nos ofrece una experiencia «out-of-the-box» prácticamente perfecta en cuanto a reproducción de formatos de archivo. Podemos abrir casi todo lo que almacenamos en nuestro disco sin recurrir a la instalación de programas adicionales. El único pero está en que Dragon Player no abre el formato de vídeo digital (.dv), algo que se resuelve fácilmente con la instalación de VLC.
Rekonq, por otra parte, sigue presentando algunas lagunas en determinadas páginas. Si optamos por Firefox (que, recordemos, está en el repositorio extra), es altamente aconsejable instalar los paquetes oxygen-gtk2 y oxygen-gtk3 si no queremos que se vea realmente horrible.
Estabilidad
Más allá de lo referido anteriormente acerca del controlador de vídeo erróneo, cuando caí en la cuenta y puse remedio al tema se resolvieron todos los extraños comportamientos (impropios de Chakra, la verdad) que me habían acontecido. Abreviando: si eres el sufrido poseedor de una tarjeta gráfica o APU de AMD y deseas instalar Chakra Euler tienes dos opciones: quedarte con los controladores libres, que funcionan muy bien siempre que no vayas a utilizar el equipo para jugar o, como segunda posibilidad, instalar la distro con dichos controladores libres para luego recurrir a la wiki y pasar a los privativos.
Fluidez
Nada negativo que destacar en este apartado, lo normal cuando hablamos de Chakra. Un KDE liviano y, sin embargo, estética y funcionalmente perfecto, como es marca de la casa. Pasan los años, pasan las distros, y sigo sin encontrar una experiencia KDE parecida a la que ofrece Chakra.
Gestión de energía
Que los controladores privativos de AMD son cada vez peores es algo que, por desgracia, parece irrefutable. Hace ya varios meses que me resulta imposible, use la distro que use, suspender a RAM o hibernar. Únicamente se puede hacer en Windows, pues cualquier intento de hacerlo en GNU/Linux provoca que, inmediatamente tras entrar en estado de suspensión o hibernación, el equipo se reinicie. Si Nvidia mereció en su momento el famoso dedo de Linus, ¿cuántos dedos merece, por acumulación, AMD? Pues eso.
Rendimiento
Como ya comentaba más arriba, me he propuesto dar mayor importancia a las pruebas de rendimiento a la hora de evaluar las distribuciones GNU/Linux. Contamos ahora con 10 puntos de prueba con los que estimar el mejor o peor desempeño respecto a Ubuntu LTS, en los que Chakra solamente es superior en 3 de ellos. Destaca la gran velocidad de codificación de formato FLAC, mientras que, por el contrario, se muestra bastante inferior en el rendimiento gráfico (pese a Unity, lo que son las cosas) y en la transferencia de datos a dispositivos externos.
Sienta bien volver a las revisiones, mejor de lo que esperaba. Lo cierto es que había llegado a un punto de saturación que aconsejaba descansar y dedicarse a otras historias. Superado el mal momento, he disfrutado con la evaluación y probatura de mi distro preferida, la que adorna la cabecera de este blog.
Y eso es así aunque actualmente no la use demasiado a menudo. Es una cuestión de practicidad y compatibilidad, a la par que de seguridad: el modelo «semi-rolling» está muy bien, pero KDE saca versiones como churros y va demasiado rápido para mis necesidades actuales. Casi siempre hay algo que falla. Chakra va dando pasos hacia la facilidad de uso (Kapudan y el repo extra, Octopi y las notificaciones…), si bien me parece que sigue sin ser adecuada para usuarios noveles, algo que, nunca está de más recordarlo, jamás fue el objetivo de la distribución ni creo que lo sea.
Chakra Euler es continuista, como no podía ser de otra manera, en la filosofía y carácter de la distribución. Centrada en KDE y dirigida a sus pocos pero fieles incondicionales, es el único refugio de los que desean una experiencia completa de uso de este popular escritorio y no pueden renunciar a las librerías de 32 bits (la gran limitación de KaOS). Pero aun así, me queda la impresión de que corrieron tiempos mejores para esta distro, unos en los que se podía instalar con los controladores privativos sin problemas y la impresora funcionaba sin comerse demasiado el coco, o en los que los paquetes en CCR eran mejor mantenidos.
Pero esto escapa a la capacidad de los desarrolladores. A la hora de buscar culpables: AMD y sus controladores, HP y los suyos, cada usuario de CCR y su tiempo para dedicar al repositorio. No obstante, la decisión de seguir incluyendo una opción de instalación con controladores propietarios o el error al cargar los servicios de samba sí pueden apuntarse en el demérito del equipo de Chakra. Que cada palo aguante su vela, pues. Chakra Euler sigue siendo una gran distribución gracias al trabajo de su pequeño pero dedicado equipo de desarrollo. Y que este 7’09 de puntuación no lleve a nadie a engaño. Tened en cuenta siempre, por favor, que la combinación del hardware de cada cual con la distro que se analiza produce un resultado muy variable. Sin esta premisa en mente todo el trabajo que aquí realizo vale para bien poco.
Salud
LO MEJOR
- Como siempre, la experiencia KDE y la estética muy cuidada
LO PEOR
- Error al instalar con los controladores propietarios AMD
OpenGL: 4.4.12874
GCC: 4.9.0
CHAKRA EULER | LSDH |
---|---|
Instalación | 9,00 |
Arranque y apagado | 8,75 |
Software | 8,75 |
Hardware | 7,50 |
Conectividad | 5,00 |
Out of the box | 9,58 |
Estabilidad | 10,00 |
Fluidez | 10,00 |
Gestión de energía | 3,33 |
Pybench | 3.802 |
Apache | 19.389,79 |
Encode-flac | 7,62 |
Unpack-linux | 17,51 |
Unigine Valley | 441 |
Browsermark FF | 2.791 |
Browsermark GC | 3.970 |
Transf. pendrive | 4,17 |
Transf. disco USB | 1,23 |
Transf. SD-card | 5,43 |
Corrección por rendimiento | -0,23 |
Corrección por errores | -1,00 |
CALIFICACIÓN | 7,09 |