¡Atención! Artículo no apto para talibanes de GNU/Linux, también conocidos como «tuxlibanes». El revuelo mediático que ha causado la decisión de Microsoft de dotar de supuesta gratuidad a su nueva versión de Windows bien merece unas líneas por aquí, por mucho que bajo el título de cabecera del blog rece «sobre GNU/Linux». En la esencia de todo linuxero se halla, por naturaleza, la curiosidad. De lo contrario, probablemente casi ninguno habría abandonado el redil de la compañía de Redmond. No soy una excepción, como creo que de sobra conocéis los asiduos, de modo que allá vamos: un artículo sobre Windows 10, sometido a nuestra habitual batería de pruebas para evaluar su rendimiento y su idoneidad para usuarios noveles. Como si de una distribución más se tratase, pues, desgranaremos punto por punto sus virtudes, sus defectos y sus novedades, que tampoco son tantas como pueda parecer.
En primer lugar, y a ver si conseguimos que quede claro de una vez por todas, Windows 10 no es gratis. Lo es tanto como cualquier otra versión de Windows. La respuesta natural de una gran cantidad de usuarios del sistema al conocer la noticia fue: «¿acaso no lo era ya?». Tal es el grado de desconocimiento de la mayoría de los que compra un ordenador y ni tan siquiera sabe que le están cargando el Windows en el precio total. Esto tiene mucho mérito, y es un logro que hay que apuntar en el haber de Microsoft: haber conseguido que el usuario corriente, sin muchos conocimientos, asocie el uso de un ordenador con el sistema operativo que alberga, de una forma indisoluble e inseparable. Veinte años de contratos de «partnership» tienen la culpa. Sus buenos dineros les habrá costado…
Si acaso, lo que es gratuito es la actualización desde una versión anterior. ¡Ojo, solo desde Windows 7, 8 y 8.1! A los pobres diablos que corren un sistema sin parches de seguridad como Windows XP, que les den. Lo que sí constituye una novedad para mí es la posibilidad de descargar Windows directamente desde la web de Microsoft. Se nos ofrece dicha opción, claro está, sin clave de activación. Con lo cual, sí, podremos usar Windows gratuitamente, aunque no estará activado y nos privará de las características de las que solo podrán disfrutar los usuarios que paguen la licencia, cuyo precio por estos lares supera los 100 euros. Para mí, usuario ocasional para jugar a ciertos títulos muy concretos, esto no supone ningún problema. Es más, me permite poder analizar el sistema de Microsoft y escribir las líneas que estáis leyendo ahora sin tener que recurrir a una «Jack Sparrow Edition» (copyright Yoyo Fernández, 2015).
Si alguno de los usuarios del programa «Windows Insider» me está leyendo, tengo noticias que darle: no, Windows 10 tampoco es gratis para ti. Lo estás pagando al dar a Microsoft consentimiento, EULA mediante, para acceder a todos y cada uno de los archivos que alberga tu disco duro, además de a cualquier cosa que escribas en la barra de búsquedas de Cortana. Así es: si no pagas por el producto, es que tú eres el producto. Tengas o no algo que esconder, no parece ético ni conveniente aceptar ese acuerdo, pero allá cada cual…
Bueno, vamos a sumergirnos pues en Windows como sistema operativo, sin más, para ver por qué me atrevo a afirmar que es bastante bueno, si se obvian (cómo hacerlo, madre mía) los poderosos argumentos de arriba.
Instalación de Windows 10
Como explicaba antes, accedí a una versión de Windows 10 Single Language desde la propia web de Microsoft. Desde mi openSUSE 13.2, con el programa K3B, grabé la imagen descargada (de casi 4 Gb de peso), a un DVD para hacer la instalación a la antigua usanza. También es posible grabarla a un pendrive, pero me gusta instalar Windows como toda la vida se ha hecho, soy así de rarito y tradicional.
La instalación de Windows 10 se toma una hora entera, lo cual bate el récord, por mucho, de cualquier GNU/Linux que escojamos al azar. Recién acabada la tarea, se nos pide la clave del producto, la cual, obviamente, no poseo. Se nos da, entonces, la opción de omitir el paso y continuar con la instalación de un Windows sin activar. Lo siguiente que nos pide Microsoft es que accedamos con una cuenta de correo o nos creemos una in situ. Yo tengo cuenta en Outlook, y no una, sino dos. No obstante, puesto que existe también la opción de obviar este paso (bien por Microsoft en este caso), salto al siguiente punto.
Y ése no es otro que el peliagudo asuntillo de la privacidad. Puertas traseras de la NSA aparte, alabo que la empresa nos permita modificar y no dar permiso para acceder a ciertas cosas, refiriéndome con ello a los datos que se envían, la ubicación o incluso los informes de error. Desmarcar todas las casillas nos dejará sin poder usar Cortana, pero se puede cambiar más adelante, en cualquier caso.
La estética de este nuevo Windows me recuerda mucho, por su estilo plano, a la de Plasma 5. Sería absurdo entrar en guerrillas de quién la tiene más larga, quién copia a quién, y demás zarandajas. El «Flat» es el estilo estético que parece estar de moda, y Microsoft se adhiere. Punto. Para continuar con viejas y establecidas costumbres, nuestro querido Windows se carga al Grub y todo lo que en él hubiere, con lo que tendremos que tirar de un disco de recuperación tipo «Super Grub» para poder volver a entrar en las particiones GNU/Linux a restaurar el arranque.
Una de las primeras cosas que hace Windows 10, antes de que podamos siquiera entrar al escritorio por primera vez, es actualizarse e instalar todos y cada uno de los controladores del hardware del equipo. Si Windows 8 solía instalar una vetusta versión de los controladores Catalyst de AMD, el nuevo sistema se va directamente a por la 15.2 que, como vemos en la imagen de debajo, se trata de una de las más recientes disponibles. La 15.7 es la más moderna que podemos instalar en estos momentos.
Entre lo novedoso que destaca a simple vista hay varios aspectos, bastante relevantes y creo que ya conocidos: el menú clásico integra ahora los «tiles» de Metro, de un modo nada intrusivo y que permite olvidarse del fallido concepto de interfaz de convergencia que nos obligaba a correr a pantalla completa ciertas aplicaciones de Windows 8. Es uno de los ejemplos de que Microsoft ha cambiado su política de no atender a las peticiones de sus usuarios, una cuestión que es de agradecer. Por otra parte, la barra de búsqueda, con el asistente Cortana integrado, copa buena parte de la barra de tareas. Junto a ésta, un botón denominado «Vista de tareas», que no es más que la exposición de ventanas abiertas y minimizadas que conocemos en GNU/Linux y MAC desde hace eones.
Arranque y apagado
Atrás quedaron los tiempos en que Windows tardaba una eternidad en iniciar y apagar… ¿o no? El caso es que la implementación del inicio rápido, que no es otra cosa que poner el equipo en hibernación en lugar de apagarlo totalmente para que arranque con más rapidez, nos puede fastidiar y mucho a los linuxeros. ¿Por qué? Pues porque si tenemos habilitado el montaje automático al inicio de una partición NTFS, ya sea la del propio Windows o una de datos, el controlador ntfs-3g da la partición como hibernada y no permite montarla para evitar una posible pérdida de información. El resultado es que no podremos iniciar nuestra distribución, pues seremos lanzados a una consola de recuperación al no ser capaz de finalizar con éxito lo establecido en el archivo /etc/fstab.
Lo anterior tiene solución, entrando en las opciones de energía de Windows y deshabilitando el inicio rápido. Pero claro, entonces, volvemos a lo de siempre… En cualquier caso, los tiempos de inicio no están mal para lo que ha sido este sistema (apenas 35 segundos), y los de apagado son bastante aceptables (12 segundos). Por cierto que el botón de apagado, tan rebuscadamente escondido en la versión previa, se encuentra donde siempre estuvo: en el remozado menú de Windows 10.
Software
La tienda de aplicaciones de Windows sigue siendo poco más que una broma de mal gusto. De todo el software que suelo emplear, tan solo VLC venía como disponible, aparte de Skype, que se puede instalar desde un acceso directo en el menú de inicio. Todo lo demás ha de buscarse por la red, lo que me reafirma en mi idea de que la susodicha tienda está orientada totalmente al uso del sistema en tablets y teléfonos móviles. La cansina convergencia…
Eso sí, el usuario no tiene que preocuparse de incongruencias entre las versiones de sus programas y las librerías del sistema. Ese es para mí, y para otras personas, el talón de Aquiles de nuestro amado GNU/Linux. Esto no es novedad, pero me apetecía recalcarlo.
Reconocimiento de hardware
Como escribía más arriba, durante el primer reinicio de Windows 10 el sistema se encarga de analizar todos los componentes y periféricos conectados al equipo para proveer el correspondiente controlador que posibilite el correcto funcionamiento de cada uno de ellos. En mi caso hay una notable excepción: el escáner. Tan antiguo que su fabricante, Epson, considera que no soy merecedor de su uso nunca más, al menos en Windows. Que dicen los señores de Epson que qué es esto de comprar un aparato en 2001 y seguir usándolo en 2015. ¿Estamos locos o qué? Que los ingenieros de hardware no viven del aire, oiga… Cómprese otro escáner, so tacaño, y permítame seguir comiendo.
La cuestión, ironías aparte, es que ya no hay soporte para el Epson Perfection 640 en Windows. Al menos, gratuitamente, pues existe una compañía, a la cual nos remiten desde la web del fabricante que, previo pago de unos 40 euros me volverá a otorgar el derecho que me ha sido conculcado: usar aquello que compro hasta que me salga de… ahí. Si sigue funcionando no tengo motivo para comprar otro y contribuir con más residuos al deterioro medioambiental. Menos mal que existe GNU/Linux, donde puedo usar mi escáner como el primer día y donde se respetan mis derechos como consumidor. Ni que decir tiene que cuando «casque» el escáner, el próximo que compre no será de marca Epson.
Para todo lo demás, Windows 10 reconoce sin dificultad el hardware y lo hace funcionar sin tener que andar buscando controladores por todo lo largo y ancho de la red. En este aspecto, el sistema ha mejorado mucho desde los tiempos del XP.
Conectividad
Me ha resultado curiosa la desaparición del «Grupo en el hogar». Solo sé que intenté acceder a mi portátil, que aun corre un Windows 7 legítimo (religiosamente pagado, oigan y esperando su actualización pacientemente), y la tarea tuvo un éxito inmediato. Sin contraseñas, ni configuraciones. Cómodo es, desde luego. De la seguridad de esta práctica no estoy yo muy convencido… Supongo que, al señalar mi red casera como segura, Windows 10 obvia toda precaución y se lía la manta a la cabeza en aras de la sencillez.
Las unidades externas conectadas al sistema fucionan bien todas ellas, con tiempos de acceso mejores que en la casi totalidad del universo GNU/Linux que ha pasado por aquí. La diferencia nunca es excesiva, al menos con respecto a Ubuntu, pero haberla, la hay. Además del hecho de que la copia de archivos termina cuando la barra de progreso llega a su fin, cosa que en GNU/Linux no suele suceder.
Experiencia «out of the box»
Este apartado, en otro tiempo, hubiera sido un desastre absoluto bajo Windows. Ya no ocurre así, aunque GNU/Linux sigue llevando ventaja. Para empezar, en esta versión se incluye un reproductor llamado «Películas y TV» junto al eterno Windows Media Player, que tuvo problemas con los archivos MKV (falla en 4 de cada 5 reproducciones), ciertos MP4 y los de vídeo digital, extensión DV. Todos ellos se abren sin dificultad una vez que instalamos VLC, por otra parte, con sus «codecs» incluidos de serie.
El reproductor de música por defecto se llama «Música de Groove» y se define como «aplicación de la tienda de Windows de confianza». Agrega automáticamente tus canciones al iniciarlo por vez primera y permite comprar música en la tienda de Windows. Al igual que muchas aplicaciones parecidas, carece de funciones a las que estamos acostumbrados los usuarios de Amarok y Clementine, pero como programa para escuchar canciones, sin más pretensiones, es correcto.
En cuanto a la lectura de archivos PDF, también han quedado atrás los tiempos en que había que instalar de inmediato el Adobe Acrobat Reader. El «novedoso» (ironía, guiño, guiño) navegador Edge, del que ahora hablaremos, se encarga de abrir los ficheros en este formato tan extendido. Para la descompresión de archivos, como de costumbre, los ZIP se abren de serie, mientras que los RAR nos remiten a la tienda de Windows, donde podemos descargar gratis una aplicación para poder descomprimirlos.
Vamos con el nuevo navegador Edge. Cualquier página en que comprobemos el «user agent» nos revela que estamos ante Internet Explorer 12. Tampoco hay que ser muy espabilado, basta con fijarse en que el logo es prácticamente idéntico (a lo «flat», claro) para concluir ante qué nos encontramos. La burda maniobra, sin embargo, no es óbice para reconocer que el navegador monopolístico por antonomasia también ha mejorado una barbaridad, de modo que cada vez se acerca más a lo que debe ser un buen navegador de escritorio, con más opciones de personalización y la posibilidad (aún por confirmar) de añadir extensiones realmente útiles. Su rendimiento, como atestigua el banco de pruebas Browsermark, sigue a años luz de Chrome y muy lejos de Firefox.
Luego está Cortana, del que también se ha hablado largo y tendido por la red. De su utilidad poco puedo opinar, porque para mí no tiene ninguna. No necesito una secretaria, y si la necesitase la contrataría y no se llamaría Cortana (espero, cualquiera sabe…). Tiene cierta gracia que te responda a preguntas absurdas con frases ingeniosas, de acuerdo. Pero a cambio de sus gracietas te pide un compromiso inicial inalterable: necesita tu permiso para acceder a tu ubicación, tus archivos, tus enlaces y, en suma, a todo lo que escribes mientras estás en Windows. No, gracias.
Estabilidad, fluidez y gestión de energía
No puedo meterme en el pellejo de todo usuario de Windows en el mundo. En mi experiencia personal, eso de la BSOD (pantalla azul de la muerte), pasó a la historia hace mucho tiempo. Igual en la de mis allegados, que tienen otros problemas a veces, como un virus, una o varias barritas de anuncios en el navegador, lentitud extrema, etcétera. Pero ni rastro de las pantallas azules. Este Windows 10, en mis varios días de probaturas, no se ha colgado ni comportado de modo errático en ningún momento.
Llama la atención la potencia del sonido con respecto a la obtenida en la mayoría de distribuciones. El chip Realtek funciona mejor en Windows que en GNU/Linux, con la honrosa excepción de openSUSE, donde están a la par. La fluidez del sistema también es digna de reseñar, aunque sé que me encuentro ante un Windows recién instalado y eso influye bastante. Sin embargo, ya se aprecian algunos «lags» o retardos, como al abrir el mastodóntico menú de inicio por vez primera tras iniciar. Pero, en general, se puede afirmar sin ningún género de dudas que Windows 10 es estable y cómodo de utilizar.
La gestión de energía es otro de los campos en que se mejora a GNU/Linux. AMD es la responsable de que esto siga siendo así, por desgracia. Bajo Windows, el chipset gráfico integrado en la APU A8 se comporta como debe, permitiendo la suspensión y la hibernación. Esta última no está disponible de serie, pero buscando por la red se encuentra rápidamente el modo de habilitarlo. Pero aunque no lo hiciésemos así, sabemos de sobra que funciona por el ya mencionado inicio rápido que hace uso de esta función.
Rendimiento
En su momento hice un ánalisis de Windows 7, coincidiendo con una reinstalación en el equipo. Comparando los resultados obtenidos, sin poder tener en cuenta el «benchmark» de Phoronix (no es fácil correrlo en Windows), digamos que este nuevo Windows 10 no lo mejora en casi nada. El «benchmark» gráfico Unigine Valley obtiene exactamente la misma puntuación, mientras que los navegadores y tiempos de acceso a periféricos, en algunos casos no solo no avanzan sino que retroceden. Curioso… Este escaso repunte del rendimiento no impide que el resultado de las pruebas que he podido realizar siga siendo mejor que en GNU/Linux.
A pesar de los inconvenientes aquí reseñados, el buen soporte de hardware y la facilidad de uso de esta edición del sistema de Microsoft lo posicionan en un buen lugar en nuestra clasificación. Por otra parte, la escasa fluidez, sobre todo al entrar al sistema o abrir algunas aplicaciones, lo lastran demasiado.
Mis razones para no usar Windows 10
Y si es tan bueno, vamos al quid de la cuestión: ¿por qué proclamas que vas a seguir usando GNU/Linux si este sistema se muestra superior a casi todas las distribuciones que has probado hasta ahora?
En primer lugar, por seguridad. Teorías «conspiranoicas» aparte (que no lo son tanto, pregunten a Snowden) sobre la existencia de puertas traseras en Windows, me siento mucho más tranquilo en GNU/Linux. No solo por la cuestión del espionaje y el comercio con mis datos, sino porque puedo despreocuparme prácticamente por completo de los virus, troyanos y demás porquería que inunda el universo Windows. Atendiendo a varios artículos que circulan estos días por la red, las puertas ya han dejado de ser traseras para convertirse en portones de entrada enormes, que ni una plaza de toros, vaya. Windows 10 espía al usuario por defecto. Éste, una vez deshabilitadas las trece o catorce opciones de privacidad (Ubuntu implementa solo una, por poner un ejemplo conocido), puede estar relativamente seguro de que no es espiado, salvo mediante «backdoor».
Insisto: no me merece la pena usar un sistema así. Por no mencionar la divertida nueva práctica de Microsoft de utilizar al usuario de a pie como servidor, en plan «peer to peer», para agilizar las actualizaciones del resto sin pedir permiso. Inaudito e inadmisible. Que sí, que se puede deshabilitar. Pero de primeras viene activado y tú ni te enteras…
Segundo, por pura y simple coherencia. Lo único que puedo hacer en Windows con una diferencia destacable de rendimiento es jugar a ciertos títulos de mi colección de Steam, además de aquellos que ni siquiera están disponibles para el sistema del pingüino. Una utilidad puntual, eso es todo lo que supone Windows para mí. ¿Para qué narices voy a pagar más de cien euros por una licencia? ¿Para jugar ocasionalmente al State of Decay o el Age of Empires? Sería absurdo. Ya puedo jugar a eso con mi copia no activada de Windows 10. Al último de ellos, incluso con Wine en GNU/Linux.
Y por último, pero igual de importante, por gusto. GNU/Linux me gusta más que Windows. Sus herramientas me son más cómodas de utilizar y estoy habituado a ellas. Algunas las puedo usar también en Windows (Libreoffice, Clementine o Gimp, por ejemplo) pero no lucen igual que en el sistema para el que fueron creadas. Por no hablar de los pequeños detalles, ésos que hacen la vida, tan insignificantes y tan importantes a la vez. Por ejemplo, ¿por qué en el administrador de archivos uno no puede hacer «scrolling» sin hacer antes clic en algún punto de la pantalla? Es una chorrada que me mata. De éstas hay varias en Windows que los usuarios que únicamente han usado dicho sistema ni tan siquiera notan, lógicamente.
Por todo eso me seguirás encontrando por los mundos de Tux. Mi opinión, personal e intransferible como siempre, es que GNU/Linux sigue mejorando. A poco que AMD mejore los controladores privativos (o la comunidad haga lo propio con los libres) y Ubuntu dé forma con éxito a su proyecto de contenedores de aplicaciones (o algo parecido, llamado Snappy) que permita separar de una vez las librerías del sistema de las necesarias para cada programa, algo que creo esencial para el éxito de GNU/Linux, nuestro querido sistema habrá dado un paso de gigante en la dirección correcta.
Recordemos que estamos hablando de herramientas, útiles que se emplean para desempeñar tareas que se suponen nos facilitan la vida, cotidiana o laboral. Es por esto que Windows sigue siendo necesario para muchas personas a las que GNU/Linux les falla y no tienen tiempo, ganas o conocimientos de arreglar lo que sea que no funciona. Lo bueno, lo extraordinario de GNU/Linux, es que no distingue al usuario por su poder adquisitivo o lo anticuado de su hardware. Y eso es algo que se me antoja imprescindible en un mundo como el que nos ha tocado vivir.
Resumen para los anti-tochos: Windows 10 está bien, es funcional y moderno. Cortana a mí no me sirve para nada, a ti a lo mejor sí. Lo puedes usar sin pagar, si pagaste antes por Windows 7 u 8, o sin activar, descargando desde la web de Microsoft. Lo que me ofrece me parece insuficiente para gastar más de 100 euros y abandonar GNU/Linux.
Salud
| WINDOWS 10 HOME SL | LSDH |
|---|---|
| INSTALACIÓN | 10 |
| ARRANQUE Y APAGADO | 2.50 |
| SOFTWARE | 10 |
| HARDWARE | 7.50 |
| CONECTIVIDAD | 10 |
| OUT OF THE BOX | 7.08 |
| ESTABILIDAD | 10 |
| FLUIDEZ | 6.25 |
| GESTIÓN DE ENERGÍA | 8.33 |
| PYBENCH | N/D |
| APACHE | N/D |
| ENCODE-FLAC | N/D |
| UNPACK-LINUX | N/D |
| UNIGINE VALLEY | 511 |
| BROWSERMARK FIREFOX | 3.694 |
| BROWSERMARK CHROME | 4.047 |
| TRANSF. PENDRIVE | 4.31 |
| TRANSF. DISCO DURO USB | 0.55 |
| TRANSF. TARJETA SD | 4.08 |
| CORRECCIÓN POR RENDIMIENTO | +0.26 |
| CORRECCIÓN POR ERRORES | 0.00 |
| CALIFICACIÓN | 8.83 |
Archivo de La sombra del helicóptero 
Vaya artículo te has currado, increible! Un diez para ti Enrique. De lo mejor que he leido y mira que el tema no me entusiasma, por no decir que me lo paso por la pinza 😉
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Comentarios como el tuyo animan – y mucho – a seguir con el blogueo. Gracias a ti.
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Le estoy temiendo a actualizar por que yo desactive uefi y tengo mi manjaro como antes, no quiero recuperar el grub.
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Pues sí, es para temerle. Yo actualicé en casa de un familiar y Chakra ya no inicia.
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Te toca repara, el método que nunca me falla es este
http://blog.desdelinux.net/reparacion-del-sistema-howto-chroot/ .
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Gracias por el enlace. Yo soy más de usar Super Grub Disk.
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No claro pero es que a mi aun no me ha funcionado supergrubdisk ni una vez, será que algo estoy haciendo mal.
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Excelente trabajo que para un linuxero no dice nada nuevo. Según mi conclusión indicas que aunque GNU/Linux no es perfecto está a años luz de lo que representa el sistema de las ventanitas con sus virus y toda su parafernalia. Hay que tener ganas de dolares para pedir 100 pavos de semejante cosa. Me parece bien que haya gente que se los gaste si es ese su deseo. Será por que no han sabido entender que detrás de esa puerta está la auténtica verdad.
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La clave, D’Artagnan, está en «si es ese su deseo». La mayoría no desea nada más que usar el ordenador, y éste viene con Windows pre-instalado. Jugada maestra en su día del amigo Gates, que veinte años después sigue copando el 99% de equipos de escritorio del mundo.
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Me reafirmo: hasta un artículo sobre Windows es ameno si lo escribes tú. 😉
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Muchas gracias, Juan Carlos 🙂
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Estupendo, ameno y claro artículo.
Me gusta el analisis sin «talibaneos»
Para mi, la unica utilidad de Windows Insider (sip, lo soy) sera instalarlo en una maquina virtual para ver como se utiliza y poder atender a los clientes de mi curro sin tener que perder el tiempo buscando donde fue a parar esta o aquella opcion. Poquitos datos sobre mi van a sacar los de Microsoft con esto.
No estoy de acuerdo en el tema de contenedores de librerias, porque solo serviria para duplicar archivos. Creo que el camino es poder tener diferentes copias de una libreria solo si las aplicaciones asi lo necesitan.
Y en cuanto a los drivers… ¡que envidia me dan! ¡Si tuvieramos un apoyo asi de los fabricantes en linux…!
Y el gran merito de Microsoft sigue siendo que mucha gente identifique el PC con windows y ni se entere de que tiene otras opciones… ¡y de que lo ha pagado! ¡No es gratis!
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La verdad es que tu opción me gusta más: diferentes versiones de una misma librería en lugar de contenedores para ahorrar espacio. No sé si técnicamente será posible o conveniente hacerlo. Lo que tengo claro es que los líos de dependencias que impiden poder actualizar aplicaciones sin afectar al núcleo del sistema son una pesada carga que contribuye a que GNU/Linux no se popularice. Aunque lo que más contribuye es lo que señalas: para muchos, ordenador = Windows, y no hay más.
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Fantástico análisis, como siempre da gusto leerte. Gracias por compartirlo.
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Gracias a ti, un saludo.
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Muy buena review Enrique aunque nunca dejare linux siempre es bueno leer opiniones y aprender de los que os gusta cacharrear. Creo que este Windows 10 tiene mucha morralla encima, pero reconozco que el diseño las carpetas y el consumo a mejorado.
Saludos.
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Gracias. Aunque realmente no necesito Windows para el día a día, la curiosidad de probar sistemas me puede 😉
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Excelente artículo, como siempre. Aunque no uso Windows desde hace varios años en ningún ordenador, me gusta estar enterado de las novedades, puntos fuertes y defectos de Windows. En especial, creo que tus razones para no usarlo están más que justificadas.
En lo que respecta al tema de Cortana y/o la privacidad, siempre habrá gente que opine que todas las ventajas que da Cortana y otras características merecen la perdida de privacidad. Allá ellos. Otros te dirán que puedes desactivarlo cuando te apetezca. Aunque esto último sea así, no todo el mundo está enterado del coste que suponen estas herramientas ni está al tanto de que puede desactivarlo. A todo esto, yo sumaría la eterna pregunta, que quizá muchos tilden de paranoia: ¿cómo se que, cuando desactivo todo esto, realmente lo estoy haciendo?
Antes de enrollarme con más cosas me despido. Ha sido un placer leerte y, como tú, yo también seguiré en GNU/Linux durante mucho tiempo.
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Al igual que tú, también me planteo si la opción de desactivar las características intrusivas sirve de verdad para algo. No es paranoia, las puertas traseras estaban ahí y probablemente seguirán estando.
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ni te imaginas lo que me as hecho reir en algunos pasajes del articulo, super bien escrito, muy claro, facil de leer y te deja ganas con mas, vamos si lo haces todo igual que escribes me declaro ya tu admirador incondicional.
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Muchas gracias por tu comentario, para mí es un placer escribir. Y si alguien lo disfruta, pues placer doble 🙂
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Que buen y divertido artículo. También me gusta el hecho de que está escrito con mucha neutralidad y eso se agradece. Personalmente tengo mucha paranoia con los programas actuales (SO: Android, Windows; Navegadores: ejemplo Chrome) respecto a la «privacidad», son muy metiches y asustan XD. Por funcionalidad, libertad, seguridad, estabilidad y belleza sigo usando Linux y no hay porque al cambio por que con el Camaleón y Plasma 5 no me lo sacan ni a palos. Un gran abrazo muchas gracias y saludos.
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Gracias, Mdrvro. Siempre intento analizar los sistemas desde el punto de vista más objetivo posible, aun sabiendo que es imposible ser totalmente neutral porque este es un blog sobre GNU/Linux. Y sobre la privacidad, insisto, no es paranoia. Ha pasado antes y nadie nos garantiza que no siga pasando.
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Que artículo tan excelente! ni el más talibán de los Tuxlibanes podría decir algo en contra de este escrito. Muy bien tocados los temas claves de la nueva versión del sistema de la ventana.
Desde hace días estoy en la disyuntiva si pasar de win 7 a win 10 pues ya tengo la notificación para actualizar el sistema.
Por una parte, si quiero hacerlo pues aunque entro a la partición de windows 3 o 4 veces al año por algún motivo de fuerza mayor, me desespera lo lento que es y algo que me llama la atención fuertemente de actualizar es eso, que esa nueva versión es más rápida que la que tengo instalada.
Por otra parte los problemas de seguridad son demasiados y no me refiero a virus y etc. sino a todas las artimañas para espiar al usuario. Hoy precisamente leí un articulo en der Spiegel sobre los peligros de la privacidad en Windows 10 y los tips para proteger sus datos y me pareció increíble que uno este obligado a «buscar medidas para protegerse» de algo que uno está comprando para su uso privado (a nivel recreativo o profesional).
Creo que definitivamente no voy a actualizar y el próximo computador que tenga va a ser solo linux, por una parte Chakra y alguna otra basada distro .deb.
Me llama la atención la calificación que le diste en el item «instalación», no sé bien cuales son tus puntos a tener en cuenta para otorgar las calificaciones pero yo pienso una instalación que dura una hora no merece un 10 😉 pero claro es mi opinión.
Nuevamente gracias por esta excelente reseña, tan moderada, tan critica y bien abordada.
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Hombre, eso de que ni el más talibán podría decir algo en contra… me da a mí que algo habrá, pero ya cuento con ello. Efectivamente, tienes razón en que es un abuso, con todas las letras, que el usuario deba desactivar opciones que atañen a su privacidad, en lugar de ser al revés, y Microsoft pedir permiso para utilizar tu equipo como servidor de actualizaciones, por ejemplo.
La instalación no tiene en cuenta el tiempo. Es una clasificación que ideé para GNU/Linux, donde todas las distribuciones tardan en instalarse más o menos lo mismo (Ubuntu y Mint, algo más), por lo que no le dí importancia alguna. Se fija más en que no se produzcan errores, que se pueda hacer en castellano o que se pueda formatear el disco, entre otras cosas.
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Buen post! 🙂
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¡Gracias! 🙂
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Excelente artículo. Como siempre objetivo, de gran calidad y sencillez. Un placer como siempre leerte Enrique.
Coincido yo también uso Linux porque me gusta, además me parece más sencillo y rápido además de las ventajas obvias.
Excelente blog.
Un saludo.
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Gracias, somos muchos los que tenemos la suerte de conocer las muchas ventajas de GNU/Linux, que ganan con creces a los inconvenientes.
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Hola.
Tener que matizar cosas en un blog sobre Linux o software libre tiene narices. No, no he probado Windows 10, pero supongo que antes o después lo probaré en algún cliente.
A ver, un Pantallazo Azul es el equivalente en Windows a un Kernel Panic. Se producen por fallos en el hardware o en sus drivers, que es lo mismo. Por supuesto, si todo va bien, simplemente no hay. Lo que diferencia a Windows de GNU/Linux y otros sistemas es lo que puedes hacer ante un bloqueo de este tipo. Mientras en GNU/Linux es relativamente simple averiguar su causa y emprender medidas para evitarlo, en Windows tienes que tener un gran dominio del sistema para saber por donde comenzar a buscar.
Lo que nos lleva a los drivers. Ver el mantra sobre el soporte de hardware de Windows es casi doloroso. Windows 10 es lo suficientemente reciente para que la mayoría de dispositivos sean reconocidos como tales, pero eso no es ningún misterio, es lo usual. Aunque sería una gran noticia que proporcionase soporte AHCI «out of the box», cosa que Windows 8 no hace. Por su parte, pocas veces que tengo que instalar un driver en Linux, al punto de que la rara vez que necesito un controlador propietario tengo que documentarme un poco para hacerlo XD (sí, saber cómo se llama el driver es un gran principio, y no, el procedimiento no es sustancialmente diferente a hacerlo bajo Windows).
La mayoría usamos alguna de las distribuciones «habituales», que por cuestiones legales o filosóficas sólo incluyen drivers libres en su instalación. Pero no todas las distribuciones son así, y antes de glorificar a Windows deberíais probar alguna de las que te instala un driver nvidia sin preguntar. De forma similar, no se debería comparar la estabilidad de distribuciones «al límite» (rolling, por ejemplo) con sistemas operativos estables. Tienes Debian, Sled y rhel si lo que quieres es estabilidad.
Y finalmente sí, para la mayoría de la gente Windows funciona. Aunque sólo sea porque tienen un concepto al menos un poco raro de lo que es funcionar. No me los imagino aceptando un microondas o su coche. Pero es su dinero. Aunque el proverbio dice «enseña al que no sabe». En fin, que llamarle Sistema Operativo a Windows es ya bastante generoso. Decir que es bueno es absurdo.
Salud!!
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Hola, Karl
En primer lugar, no entiendo por qué tener que matizar algo en un blog de GNU/Linux parece molestarte. Este es un espacio que, entre otras funciones, me gusta pensar que sirve para fomentar el debate y los comentarios son una forma de hacerlo. Decir que Windows es un buen sistema, no es más que una opinión personal mía, que lamento que tildes de absurda. Puedo entender que no la compartas, faltaría más, pero igual que las versiones anteriores a Windows 7 (incluyendo el por muchos «glorificado» XP) me parecían bastante malas desde mi propia experiencia, todas las que le siguen me han funcionado más o menos bien. Y así lo escribo, porque así lo he comprobado.
Totalmente de acuerdo en que poco o nada puedo hacer ante un BSOD de Windows, mientras que en GNU/Linux conozco la manera de investigar y tratar de arreglar un kernel panic. La suerte que tengo es que hace años que no veo ni lo uno ni lo otro.
Por curiosidad, ¿qué distribución GNU/Linux instala los controladores propietarios sin preguntar? He revisado muchas y no recuerdo que ninguna lo haga por defecto.
Gracias por dejar tu opinión.
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Hola.
Matizar cosas de Windows en un blog de Linux es molesto por su propia necesidad. Uno de los problemas «de imagen» de Linux es precisamente lo malparado que sale siempre en las comparaciones. Es como el mito de que Windows soporta mejor (o en más cantidad) el hardware. O lo de que «es un buen» sistema operativo. Son mitos que se reflejan en blogs,foros y listas de Linux, y los usuarios de Windows, naturalmente, se lo creen: «si los de Linux reconocen que…». Pues no, en muchos casos, es sencillamente falso. Menciono algunos, pero hay muchos más.
La gente utiliza ciertas aplicaciones y su buen catálogo de juegos. Eso es correcto y cierto. Ya está.
¡Ah!, y por supuesto, no es un buen sistema operativo. No respeta la jerarquía de capas, de forma que una aplicación de usuario puede hacer una petición al kernel a través de alguna de las muchas funcines no o mal documentadas. Eso no es opinable. Después puedes tener un coche que cada dos meses se pasa una temporada en el taller, que consume 15 litros a los 100 y un sinfín de problemas más, pero bueno, «si al fin y al cabo, me lleva y me trae». Pues eso, pues vale. Eso es subjetivo y cada cual hace con su tiempo y su dinero lo que mejor le parece. Unos leen Alatriste y otros a Frodo; incluso hay gente que no lee a ninguno de los dos.
Y distribuciones hay muchas. Creo recordar que había sido PClinuxOS la que me había montado el driver de ATI sin preguntar ni ocho cuartos, y que yo sepa lo único que no preinstala es libdvdcss, aunque dicen que está en los repositorios. Y hay un buen puñado de ellas donde le procedimiento para instalar el controlador privativo es similar al descrito en tu artículo de Windows sin que se merezcan un gran premio por ello. Pero hay más. Hay, o había, algunas que soportaban la ejecución de software de Windows, a través de Wine, incluso con versiones comerciales.
Windows tiene tres ventajas sobre Linux. La primera y más evidente, es el catálogo de juegos que usan ActiveX. Las otras dos están relacionadas con el dinero: puede ir preinstalado en muchas de las máquinas que se venden por ejemplo en España (por ejemplo, HP jura y perjura que ellos proporcionan portátiles con cualquier sistema operativo); y tiene más capacidad para publicitarse a sí mismo. Incluso en los noticiarios se encuentra el folleto publicitario del lanzamiento de Windows, cosa que no sucede cuando SLES, rhel, Debian o Ubuntu sacan sus versiones. Y sí, deberían de ser noticia, por las máquinas donde se instalan. Pero la publicidad, perdón, las noticias son así.
Por estas y otras cosas es un debate molesto. Podría ser un debate interesante en un ámbito de Windows, digamos en un foro de soporte para Windows. Por ejemplo, podrías argumentar en ellos que los errores publicados por Google pertenecen a la categoría que he enunciado antes, y eso es lo que los hace tan peligrosos lo que también explica por qué la propia Microsoft no es capaz de proporcionar soluciones en tres meses. Pero en un ámbito de Linux, lo interesante puede ser el efecto en la imaginería social de un error de seguridad grave, pero parcheado mucho tiempo antes de su publicación xd
En fin.
Salud!!
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Gracias por la matización, Karl. Me temo que mi nivel de conocimientos no me da para seguirte del todo, pero más o menos entiendo que Windows tiene errores de base en su concepción que para los «no iniciados», como es mi caso, pasan desapercibidos, pero en el fondo son errores muy peligrosos para la seguridad. Algo de eso leí en el famoso artículo de Artem S. Tashkinov donde comparaba ambos sistemas y en los dos encontraba problemas, siendo Windows el peor parado en cuestiones de ese tipo.
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Hola.
No se trata de que «pasen desapercibidos». Si algo es Windows, es famoso por ellos. Lo que sucede es que no se les da la consideración adecuada. Por ejemplo, si Linux suelta un kernel panic, o si Windows muestra un pantallazo azul, lo inmediato es volver a ejecutar el sistema. Si el error persiste en Windows, se reinstalan drivers y software hasta que deja de fallar, esté o no arreglado. Y si el error aun persiste, se reinstala.
En cuanto a los errores de seguridad, bien, ahora empiezan a estar de moda. Antes eran molestias. El «I Love You» puede saturar un poco la red, pero mientras lees la presentación del powerpoint no te enteras, y con un poco de suerte al acabar ya tienes la red normalmente. Ahora va un caco ruso y te encripta tus ficheros. Vaya, eso ya no tiene tanta gracia. En particular, los del trabajo. Bueno, en este caso no es exactamente un fallo, sino dos decisiones de diseño: en Windows, un ejecutable es un .com, .exe, etc.; y la interfaz no te muestra la extensión por defecto, sino que se supone que el usuario reconocerá el fichero… por su icono. Pero sí hay cierta preocupación, y el software antivirus se vende como rosquillas.
Hablando de malware, los virus son otro problema de Windows por diseño. Aunque en Linux son posibles a nivel teórico, su incidencia nunca puede ser importante tanto por la heterogenea del sistema en sí mismo como por la jerarquía de capas ya mencionada. Sin embargo, en Windows es fácil que aprovechen alguno de los miles de errores que ya he mentado más de una vez. De forma adicional, Windows permite algunos automatismos que no hacen sino agravar la cuestión. Por ejemplo, puedes poner casi cualquier tipo de código en un correo ¡y se ejecutará!
Fíjate que si bien no hay sistema operativo ni remotamente perfecto, en el caso de Windows los problemas vienen por dejadez y por diseño. En ese sentido, ni siquiera son errores.
Salud!!
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Muy buen artículo (como todos los tuyos, que para eso llevo un par de años siguiéndote religiosamente e incluso haciéndote caso).
Windows 10 se actualizó el día 31 en el único ordenador que mantengo con Windows por motivos de trabajo (tenía W7). Y coincido en todas tus apreciaciones: está bien pero… Muy mono, muy flat, pero me he tirado media mañana para conseguir que el escaner de la multifunción haga honor a su nombre y funcione (y es una Canon MFC 4550d que no es del siglo pasado precisamente). Cuando se actualizó W10 funcionaba perfectamente pero tres días después desapareció. Cómo ha vuelto a funcionar, no tengo idea sinceramente (borrado de la utilidad, reinstalación, varios reinicios). Con la impotencia que te produce Windows cuando sabes que después de haber tocado las dos o tres clavijas de rigor ya no te quedan más opciones (al contrario que Linux).
Y si alguien quiere algo sencillo, Linux Mint 17.2, una vez más haciéndote caso, lo tengo instalado en tres ordenadores dispares (uno de ellos con siete años) y «no pide pan».
Un abrazo
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Los errores de reconocimiento de hardware en Windows producen una gran frustración. En GNU/Linux, más o menos contamos con que determinados fabricantes ignoran al sistema (grave error, en mi opinión) y sabemos que estamos obligados a cacharrear o buscar soluciones. Pero en Windows, si algo no anda… ¿pides ayuda al soporte de Microsoft? ¿Al fabricante, Canon en tu caso? Por desgracia es probable que debas esperar bastante a que te den una solución.
Curiosamente, se encuentra mucha más información relativa a estos temas en la comunidad de GNU/Linux, habiendo más probabilidades de solucionarlo rápidamente que en el caso de un error en Windows. Lo escribo con conocimiento de causa y a experiencias propias me remito.
No puedo estar más de acuerdo con tu recomendación sobre algo sencillo y que funcione: Linux Mint 17.2.
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Hola.
Algunos fabricantes te darán mejor soporte y otros peor. En realidad, depende de cuál sea el problema, y muchas veces requiere de varias actualizaciones para que desaparezca como por ensalmo.
Ahora bien, los controladores en Linux suelen ser genéricos, o lo que es lo mismo, generalistas. Para impresoras, por ejempo, puedes encontrarte un driver «unificado para Linux», mientras que la mayoría de impresoras simplemente requieren sane. En una ocasión he tenido que añadir la regla udev a mano, pero fue una sola vez. Otros dispositivos que me han fallado en Linux, también lo han hecho en Windows. Y suelo usar algún live-CD para testear los problemas de hardware cuando me traen un equipo con Windows. No puedes evitar que un equipo venga con wifi broadcom, pero la mayoría no trae eso. Tampoco es que su instalación sea espectacular, pero en un live-cd sería un poco engorroso.
Y después están los fabricantes. Recuerdo un lector de tarjetas con soporte para dnie, interno. Venía «para Windows 7», pero si desplegabas la hoja de instrucciones te decía que Windows 7 interpretaba mal el driver porque el chip era el mismo que el de cierto detector infrarrojo. Y así lo mostraba en el administrador de dispositivos. Bastaba con actualizar el controlador y guiarlo a donde tienes el CD de marras xd
Salud!!
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Tengo ese lector de tarjetas xD
Venía con un mini cd con controladores e instrucciones para solucionar el problema
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Excelente tu análisis soy usuario de linux mint pero por cuestiones de incompatibilidad de algunos programas debo usar windows 7 y ando revisando todos los post a ver si me convenzo de actualizar el sistema operativo, tu análisis es muy completo y detallado, me ha servido mucho
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Me alegro de que te haya sido útil 🙂
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Excelente artículo y ameno, es un verdadero placer leer artículos así aunque sean de windows, que hasta hace bien poquito compartía con Opensuse. Sigue así, blogs como el tuyo es lo que hace de internet un pozo de sabiduría.
De verdad, muchas gracias por su dedicación.
Un saludo.
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Gracias, José. Encantado de escribir y leer vuestras opiniones.
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Práctico enfoque en tu análisis. Me ha gustado y, si sirve de algo, me has disuadido de usar Windows X hasta lo irremediable. . Seguiré con W7 (para el trabajo y compartido con xubuntu) y Opensuse y Mageia en mi casa. Y tienes razón en todo lo escrito.
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Creo que el soporte extendido de Windows 7 termina en 2020, así que tienes sistema para rato 😉
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Voy a ser breve, …Gracias por el excelente articulo, y me sirve para reafirmar que mi decisión de abandonar el lado oscuro fue muy sabia. LOL
Have a lot of Fun!!!
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Una sabia decisión, sin duda 😉
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Hola, Enrique. He de decirte que me he reído un buen rato con este artículo; entre otras cosas porque aquí, el que más y el que menos, todos conocemos windows. Al linuxero que le gusta usar la terminal y obviar la interfaz todo lo que su nivel le permita, métele una maricona de esas que gestione lo que no le importa 😀 , también la manía de microsoft de ventilarse los archivos de arranque ajenos; pero te diré, que la próxima vez desenchufes el cable sata de los demás discos duros que tengas; tan sencillo como eso. Y, cierto es que la tranquilidad que te ofrece linux, no te la da windows, de hecho, los que han actualizado a win10, se ven con la sorpresa de que se ventila el antivirus que tenían instalado, y las aplicaciones las cambian de sitio; el que no se desenvuelva bien con los ordenadores… el descojone está servido. Ah, te pregunto una cosa: La descarga de windows 10 (que gracias a ti la conozco), ¿acepta la clave del windows 7/8 tuya?. Un saludo y gracias por el artículo; he disfrutado con la lectura!.
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Gracias a ti por comentar. No te puedo resolver la duda, porque el Windows que tenía era Jack Sparrow Edition y esa clave no la aceptó. Sin embargo, de haber actualizado directamente en vez de hacer instalación en limpio, el nuevo Windows 10 aparecería como activado (comprobado en casa de un familiar).
En mi portátil con Windows 7 legítimo se actualizó sin problemas. El de escritorio lo he dejado sin activar, ya ves qué problema…
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Noticias frescas:
https://thehackernews.com/2015/08/windows-update-malware
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Cada versión de Windows parece más vulnerable que la anterior. En fin, pronto saldrá algún Service Pack…
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No es cuestión de SP, ya que el problema es el proceso de actualización en sí. Precisamente, cuando instalas el SP es cuando eres vulnerable. Además, los cambios para evitar la vulnerabilidad tienen que ir en los dos lados del proceso.
Salud!!
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Al leer la parte «mis razones para no usar Windows 10» he estado pensando en lo mismo desde el otro lado, y he llegado a la conclusión que uso Linux, entre otras muchas cosas, porque un montón de gente (sobre todo de foros y blogs) me ayudaron y me siguen ayudando muchísimo. Siempre encuentro ayuda cuando la necesito.
Gracias por el artículo.
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Gracias a ti. Una buena razón más para usar Linux.
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Está claro que tus «vacaciones indefinidas» te han sentado bién: cada vez publicas mejor.
Muchas gracias por dedicarnos tu tiempo….
…y, sí, lo reconozco, las pocas veces que intento instalar algún programa en mi partición con W8, termino desquiciado…maldito pinguino!!
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Excelente artículo, muchas gracias por lo que compartes. Saludos
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Gracias a los dos por vuestros comentarios, un placer.
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Buen articulo, actualmente uso windows 10, y estoy pensando en pasar a elementary os, lo he usado antes y me encantaba su simplesa y minimalismo por no decir su estabilidad, pero tengo cierto temor a perder ciertas ventajas que vienen acompañadas de windows 10, por ejemplo el fast boot, lo encuentro bastante util, pues practicamente tarda 2 segundo en encender un ordenador desde suspencion o hibernando.
No soy de los que se preocupa tanto por la privacidad, me parece extraño tanto rollo por algo asi, disculpame si los ofendo es que se me hace dificil entender.
Asi que si opto por linux(para trabajar conjuntamente con windows) es simplemente por cuestion de gusto, estabilidad, y seguridad( Virus, fluidez, etc.)
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En absoluto me ofende tu postura, David. Tu privacidad es tuya, valga la redundancia y no es asunto mío ni de nadie lo que decidas hacer con ella. Por lo demás, me parece perfecto que uses ambos sistemas si uno te ofrece cosas que no te ofrece el otro. Son herramientas y están para usarlas.
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Hola. qué buen blog, me parece que sitios así merecen estar vivos.
Yo compré hace poco un portátil i3 con win 10 de fábrica, y pese a tener una licencia con todas sus características decidí ayer mandarla a freír monos a Marte y pasarme a una distro libre. Creo que tener un software ideado por nosotros mismos nos hace más soberanos en muchísimos aspectos.
Aprovecho de consultarle, mi interés es aprender. Hace años que tengo Ubuntu y Mint en otras computadoras, ahora tengo Mint 17.2 ¿Qué distribución me recomendaría para sumergirme aún más en linux?
Saludos y gracias, ante todo, por esta grata iniciativa.
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Si buscas aprender mi recomendación tiene que ser Arch Linux. Es la distribución donde adquirí más conocimientos sobre el funcionamiento del sistema, gracias a esa fantástica wiki. Ánimo y a disfrutar.
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Excelente artículo, de verdad es muy bueno señor, me recuerda a un amigo que usa GNU/Linux desde hace bastantes años y me decía frases muy ciertas, como por ejemplo: «Cuando un usuario de Windows intenta acercarse al mundo de GNU/Linux, su primera impresión puede ser dificil. En cambio, si un usuario de GNU/Linux intenta acercarse a Windows, la impresion resulta ser HORRIBLE.
Si me lo permite, voy a recomendar su artículo en algunos blogs porque me agradó la forma en que expone el tema, de antemano gracias.
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excelente, exacto, imparcial, objetivo, alejado de los fanatismos extremos. por eso es que tu blog es referencia obligatoria a la hora de buscar una opinion util
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Curiosamente tengo que agradecerle a Windows 10 que al probarlo, no me emocionó nada. Esto me llevo a buscar cosas nuevas y recorde Linux como una opción. Como ves, tengo poco en el mundo de GNU/Linux pero estoy tan facinado que dificilmente lo soltaría. Ahora estoy con Arch Linux y despues de varios intentos creo que ya lo tengo a mi gusto y me encanta. Saludos Enrique felicidades por tan buenas reseñas.
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Interesante. ¿Que opinión tienes ahora con todo lo que ha pasado en este mundillo?
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¿A qué te refieres con «todo lo que ha pasado»?
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