Suena el despertador, como cada mañana en la que, sin excepción, te cuesta levantarte. A partir de ese momento todo ha de transcurrir como sugiere el título de aquella película emblemática del cine quinqui español de los ochenta: Deprisa, deprisa. «Acaba el desayuno que no llegamos al cole, lávate los dientes, corre, ponte el abrigo». «No, no te puedo cambiar el turno de esta noche, tengo el coche en el taller y me viene fatal». «Un whatssap de fulanito, tengo que contestarle o pensará que lo estoy ignorando». «Tengo que ponerme con la revisión de esa distro ya, va a pasar de moda y todavía no tenemos completa la semana en el blog». «Cariño, recoge al niño del kárate que no llego, hay mucha gente en el supermercado». Etcétera, etcétera. Apuesto a que os estáis preguntando ya qué tiene que ver Debian en todo esto.
Sigue leyendo «Debian Stretch y el movimiento «slow» en GNU/Linux»