Bueno, si nos ponemos puristas, no ha sido realmente un año entero. Diez meses mal contados. Me he dedicado a otros menesteres muy alejados de la temática habitual del blog que me han tenido entretenido el tiempo suficiente como para no echar de menos este hábito, que para mí supone solo una afición, de la escritura pública en mi bitácora de la gran red. Con este artículo, o simplemente texto, para no darle más importancia de la que tiene, no estoy regresando al blogueo activo. Tampoco a Linux. Son solo unas líneas para retomar contacto con algunas personas que sé que las leerán a pesar de que no pretendo publicitar lo más mínimo el escrito. Espero que estéis bien, que os vaya bonito.