FacturaScripts: contabilidad y facturas con software libre

Uno de los objetivos que me marqué al crear este blog fue dar a conocer, dentro de mis posibilidades y mis niveles de «audiencia», cualquier sistema o aplicación de software libre cuyo creador así me lo solicitara. Tal ha sido el caso esta semana con el desarrollador de FacturaScripts, un completo software para llevar la contabilidad y realizar facturación en una empresa, que además de libre es gratuito en su versión básica, pudiendo completarse su funcionalidad con múltiples «scripts» (de ahí su nombre), algunos de los cuales son de pago. Los programadores, incluyendo a los que trabajan con software libre, no viven del aire, por si alguien se lo estaba preguntando. Como, además de entender más bien poco de este tema, llevo dos semanas aquejado de una conjuntivitis adenovírica que me impide ver con nitidez, mejor dejo que sea el propio autor del programa quien os lo cuente a continuación. Sigue leyendo «FacturaScripts: contabilidad y facturas con software libre»

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PC-BSD 10 Joule: zona hostil para manazas

ATENCIÓN: si van a probar esto en casa, se recomienda hacerlo con precaución. 2 sistemas operativos fallecieron durante esta prueba…

La curiosidad, a veces, me pica tanto que ya no puedo evitar rascarme. Desde que tuve conocimiento de la existencia de un sistema más cercano a UNIX que el propio GNU/Linux, el «come-come» ése de querer probarlo nunca se marchó del todo. Para mí, que fui estudiante de Ingeniería Informática durante algo más de un año, el primer contacto con el «sistema cinco» supuso un amor a primera vista. Cierto es que no tenía ni pajolera idea de siquiera lo más básico, pero para eso estaba la biblioteca y un fantástico libro titulado… creo que, simplemente, «Introducción a Unix sistema V». Aquel libro lo devoré con fruición y, a pesar de ello, solo fui capaz de adquirir las habilidades básicas para desenvolverme en el Centro de cálculo de la Escuela. En aquellos días me conformaba con eso y con poder cerrar los permisos de mi «tty» para así evitar que algún desaprensivo llenara mi monitor fósforo verde con imágenes ASCII harto comprometidas y bastante escandalosas (maldito comando «cat» y sus pitidos).

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RedFox: software de gestión de PYMES de código abierto

Traigo a colación a este vuestro blog, a petición expresa de sus creadores, una suite completa de gestión para la pequeña y mediana empresa, de nombre RedFox 5. Se trata de un conjunto de soluciones destinadas a dar cobertura a lo que la empresa Neux Software considera un punto débil dentro del mundo de GNU/Linux. Si bien RedFox estará disponible para otras plataformas, los desarrolladores han decidido apostar primero por su lanzamiento en nuestro sistema operativo favorito, de tal forma que durante esta semana se pretende liberar la primera versión alfa. Quien lo desee, no obstante, ya puede consultar el código fuente en la página de RedFox en github.

Mi desconocimiento de este tipo de herramientas es total y absoluto, por lo que no puedo permitirme el lujo de opinar sobre la existencia o no de opciones similares. Sí creo oportuno señalar, para no llevar a nadie a engaño, que código abierto no quiere decir gratis… al menos en lo que a mantenimiento se refiere, como es lógico, por otra parte. La empresa pone a disposición de los usuarios un plan de precios que se puede consultar en el apartado correspondiente de su web.

Y puesto que poco o nada sé sobre el tema, no me queda más que añadir, dejando que sea uno de los desarrolladores de la aplicación, Marc Miralles, quien la defina:

«RedFox es un proyecto GNU en el que un grupo de personas de España y México llevamos trabajando durante aproximadamente tres años.


Se trata de un software de gestión de empresa GNU GPL hecho en c++Qt
sobre Linux. Lo hemos hecho en Linux y GNU GPL ya que creemos que hay
otras formas de hacer las cosas e incluso de ganarse la vida sirviendo,
ayudando y facilitando las cosas a los demás (aunque más adelante
saldrán versiones compiladas para otros S.O.) Pero Linux nos ha dado
mucho y se merece ser el primero, además RedFox aspira a llenar ese
punto débil de Linux (la gestión de la empresa, gestión de clientes,
proveedores, albaranes, facturas, gestión de cobros y pagos…. etc.)

Muchos pequeños y no tan pequeños emprendedores ven como no pueden
acceder a buen software  para su empresa. RedFox nace con la idea de que
todo el mundo tiene derecho a un buen software para gestionar su empresa
y por eso nos esforzamos en hacer que sea completo, fácil de instalar y
de usar, agradable, multiempresa, multiejercicio y multimoneda, y como
no, de código abierto y GNU para que entre todos hagamos grande la idea
de un software asequible a todos, a los que empiezan y a los que
continúan luchando para salir adelante.

En nuestra web www.neuxsoftware.com y en www.neuxsoftware.com/redfox
podrás encontrar más información al respecto de este proyecto que esta
semana entrará en fase alfa, lo que permitirá descargar un .sh para
instalar RedFox en cualquier distro Linux.

RedFox es un proyecto creciente, aún tenemos muchas ideas por delante
para conseguir que Linux en escritorio ya no tenga excusa para no correr
en las empresas. La base está hecha, ahora vamos a por hacerlo mejor y
más completo aún.»

Pues informados quedan aquellos lectores a quienes les pueda interesar. Por mi parte, estaré pendiente del desarrollo de esta aplicación, así como de portarla al CCR de Chakra cuando se publique la versión estable. Me parece que merece la pena dar pábulo a este tipo de soluciones de código abierto, que contribuyen al desarrollo del software libre a la par que pueden servir de sustento a sus creadores, con un modelo de negocio que a grandes grupos empresariales, como Suse o Red Hat, les ha funcionado bastante bien.

No me queda más que desear suerte a sus creadores y agradecer su apuesta por el software GNU.

Camino a la libertad: openmailbox y ownCloud

Un lobo flaco y hambriento se encontró en su camino con un perro gordo y bien cuidado.
– ¿Por qué será – le dijo – que, siendo yo más fuerte que tú, no encuentre qué comer?
– Se debe a que mi amo me cuida y me alimenta – dijo el can. – A cambio, yo vigilo su casa. Si quieres, puedes disfrutar de lo mío, cumpliendo las mismas obligaciones.
– De acuerdo. Estoy cansado de pasar hambre. Pero, oye, ¿qué tienes en el cuello?
– Es el collar de la cadena con la que me atan a la perrera durante el día. Por la noche me dejan libre y puedo correr.
– Pues si no eres libre – replicó el lobo – goza de tus bienes, que yo no los cambio por mi libertad.

Moraleja: es mejor la libertad que el lujo y la comodidad.

Esopo

A raíz de un interesantísimo artículo publicado por Eugenio M. Vigo en su excelente blog sobre software libre me planteé, de nuevo, pues llueve sobre mojado, mis hábitos de navegación y programas favoritos para el desempeño informático diario. Ya hace tiempo que concluí que Richard Matthew Stallman tenía razón, algo que, a poco que se hayan seguido las revelaciones de Edward Snowden y el escándalo de la NSA, cualquiera con ciertas luces puede llegar a comprender. El comportamiento de Stallman se suele situar en un extremo cercano a la enfermedad mental o la paranoia por aquellos que solamente saben recurrir al ad hominem a la hora de rebatir argumentos difícilmente discutibles. Para este tipo de gente debe haber sido un golpe muy duro descubrir que el manido «no tengo nada que ocultar» no es suficiente para hacer oídos sordos a la tremenda coerción de la libertad que suponen las informaciones reveladas en los últimos meses.

Navegar por la red, mantener conversaciones por Whatsapp, comprar en Amazon, y un largo etcétera de acciones normales y corrientes se han convertido, hoy día, en una forma sencilla de rastrear al usuario y usar sus datos personales con fines que casi nunca están del todo claros. No me voy a ir al extremo de dejar de usar la tecnología, único modo que garantiza la privacidad absoluta (o no), pero ya va siendo hora de arrimar un poco el hombro en la concienciación, mediante el uso propio, de que toda esta gran red de espionaje montada a nuestro alrededor sin un ápice de ética que la fundamente se puede desmontar. Hay que ir, como suele ser habitual, paso a paso, y todo comienza con una correcta elección de las aplicaciones que uno mismo utiliza y recomienda a sus conocidos.

En su artículo, Eugenio da unas pautas y menciona programas y extensiones para el navegador que puedo constatar que no interfieren en el normal desarrollo de mis actividades. Hablando claro: no noto lentitud ni pérdida de funcionalidad en Firefox desde que uso las susodichas extensiones.

Además de lo apuntado por el artículo de Eugenio, tuve hace unos días una desagradable experiencia personal que sirve como ejemplo de por qué no se pueden confiar datos personales a «La gran G» y olvidarse del tema. Mi hijo recibió como regalo de Reyes el pasado mes de Enero una tablet Bq Maxwell 2 Plus. Las tablets, regalo estrella en los últimos años para los niños, no son un juguete, y nos corresponde a los padres establecer límites en su uso si no queremos convertir a nuestros hijos en zombis desde temprana edad. Fin del consejo, seguimos con la anécdota.

Desde la primera vez que se inicia un dispositivo con Android uno ya se ve en la tesitura de tener que conectarlo a su dichosa cuenta de Google. Las prisas no son buenas consejeras, y el tener que configurar el dispositivo a escondidas para preservar la feliz inocencia infantil tampoco ayuda demasiado. Resumiendo, que cometí el error de vincular la tablet a mi cuenta de correo personal. Añadan a este imperdonable descuido la Google Wallet, un juego donde se puede comprar contenido a través de dicha cartera virtual y un niño de 6 años y medio. Tremenda combinación que hace muy probable la ocurrencia de algún desastre.

La cosa no pasó a mayores gracias a que los «amigos» de Google tuvieron a bien informarme, correo mediante, de que se habían comprado productos por valor de unos 4 euros para mi dispositivo Bq. Rápidamente corrí a anular la puñetera «wallet» y me dediqué a aleccionar a mi hijo de por qué eso no se puede hacer, lo que cuesta ganar el dinero, etc. Pero, en el fondo (y en la superficie, qué demonios) no es culpa suya, sino de su padre y de unos señores de Mountain View, estado de California… Repartamos las culpas, en un 80-20, para el padre.

Este desafortunado incidente que pudo ser mucho peor (en el jueguecito de marras puedes comprar cosas por valor de más de cien euros, sudores fríos solo de pensarlo) me llevó a terminar de decidirme por prescindir de ciertos servicios. Será duro cortar con Google, probablemente no pueda hacerlo del todo, pero poco a poco lo voy a intentar. Entre tanto lo consigo, se me ha ocurrido haceros partícipes de la experiencia de pasar la mayoría de mis aplicaciones y utilidades a opciones cien por cien software libre. Comenzamos hoy este particular camino a la libertad con la combinación de una cuenta de correo libre con openmailbox y una nube personal de 1 Gb alojada en los mismos servidores de dicha cuenta, usando para ello la solución, también libre, que propone ownCloud. Al lío.

Abrir una cuenta de correo openmailbox
Para documentar gráficamente el proceso voy a emplear capturas de pantalla realizadas en una máquina virtual corriendo Arch Linux con KDE bajo Chakra.

1º Entramos en la web de openmailbox.

2º Pulsamos en «Registro» y completamos los datos. Podéis elegir cualquier nombre de usuario que no esté ya en uso, excepto «sombra» que ése ya lo tengo yo 🙂

3º Si todo ha ido bien, que irá, ya estamos registrados y tenemos 250 Mb de espacio en nuestra nueva cuenta de correo. Sé que no es mucho, más bien todo lo contrario, pero no hemos llegado hasta aquí por la comodidad, sino por algo bien distinto, cercano a los ideales (ver fábula que encabeza el artículo). En cualquier caso, se está trabajando en la posibilidad de ampliar dicho espacio por un módico precio.

4º Pulsamos en «Conectar» y nos aparece la pantalla de inicio de sesión.

5º Y ya estamos en la interfaz web. Como se puede apreciar, está en inglés, algo muy fácil de remediar pulsando en «Settings».

6º Desde la pantalla de «Ajustes», podremos cambiar muchas cosas, entre ellas el idioma de la aplicación y el intervalo de tiempo entre comprobaciones de la llegada de nuevos correos.

Tras el cambio, ya tenemos todo en nuestro idioma. El manejo de la cuenta de correo es similar a los ya conocidos servicios que ofrecen las empresas, intuitivo y muy sencillo. De igual modo, para los que prefieren acceder a su correo a través de programas gestores, como Thunderbird, Evolution o Kmail, existe la posibilidad de hacerlo. En la página principal de openmailbox.org están los protocolos de conexión correspondientes para configurar los clientes de correo. Desde dicha página también se puede acceder a opentrashbox, una utilidad para crear direcciones de correo temporales que podemos emplear para registrarnos en sitios sin dar nuestro correo personal.

ownCloud: nuestro espacio gratuito en la nube
Como funcionalidad añadida a openmailbox, dispondremos de 1 Gb de espacio en la nube gestionado a través del servicio gratuito y de código abierto de ownCloud. Desde este espacio en la nube podremos sincronizar y compartir archivos como lo haríamos con Dropbox, Copy y la ya extinta Ubuntu One.

1º Accedemos a nuestro espacio en ownCloud.

2º Entramos con nuestra dirección de correo completa y nuestra contraseña de acceso a dicho correo.

3º Tendremos la pantalla de bienvenida, donde se nos informa de las distintas aplicaciones con las que extender las posibilidades de nuestro nuevo espacio en la nube. También encontraremos información sobre el modo de sincronizar nuestros contactos, libretas de direcciones, e incluso calendarios y agendas. Un servicio muy completo.

4º Finalmente, nuestra pantalla con los directorios predeterminados y archivos de muestra.

Si bien es muy sencillo gestionar nuestra nube ownCloud desde aquí, lo es más aún si utilizamos las herramientas correspondientes para el escritorio y el móvil o tablet. Respecto a estos últimos, se encuentra disponible una aplicación en la tienda Google Play, por tan solo 0’78 euros, con los que contribuimos al esfuerzo de los desarrolladores. Pero claro, no todo el mundo se siente cómodo dando los datos de su tarjeta de crédito o débito a Google (huelga reincidir en lo que puede pasar). En este caso, podemos descargar su correspondiente alternativa gratuita en F-droid.

Instalar la aplicación de escritorio ownCloud
Para tener nuestro ownCloud completamente operativo e interconectado con nuestro escritorio, podemos instalar el cliente correspondiente.

1º En Arch está en AUR, de modo que se instala con yaourt, pacaur, o el script preferido de cada cual. En Chakra lo tenemos en CCR, y se instala con ccr -S owncloud-client. Para otras distribuciones, los paquetes pre-compilados se alojan en el «Build service» de openSUSE.

2º El paquete se compila e instala para nuestro sistema, gracias a yaourt, pacaur, ccr o lo que sea que usemos.

3º Y ya está disponible entre nuestras aplicaciones de escritorio. Procedemos a iniciarlo por primera vez.

4º La dirección del servidor en la nube es https://cloud.openmailbox.org.

5º De nuevo, los datos de acceso son los mismos que para nuestra cuenta de correo de openmailbox.

6º A continuación, podemos escoger la carpeta de nuestro disco donde se alojarán los archivos. Esta será la carpeta sincronizada con el contenido de nuestra nube personal.

7º Todo listo, todo perfecto.

8º Si abrimos nuestra carpeta, nos encontramos ya con nuestros archivos sincronizados.

9º Finalmente, una vista de la ventana que se abre al hacer clic sobre la pequeña nube que nos aparece en la barra de tareas, desde donde podemos configurar las opciones del cliente de escritorio, incluyendo las velocidades de subida y descarga de archivos.

Como veis, poco o nada que envidiar a otro tipo de soluciones privativas, por mucho que sean gratuitas también. Facilidad de instalación y uso por doquier en una excelente opción con software libre. El camino a la libertad es pedregoso y difícil (a los carceleros les conviene que lo sea) pero muy satisfactorio a la postre. Los que somos asiduos del mundillo GNU/Linux lo sabemos bien, traiciones e «idas de olla» temporales aparte. Espero continuar esta serie de artículos con nuevos pasitos hacia la completa libertad informática, o al menos, algo parecido (Trisquel ya sería demasiado pedir para un usuario de ATI/AMD, en su momento lo intenté pero…uff).

Y termino con un pequeño homenaje al recién desaparecido Gabo que bien podría aplicarse a aquello de lo que pretende tratar este artículo. «He aprendido que el mundo quiere vivir en la cima de la montaña, sin saber que la verdadera felicidad está en la forma de subir la escarpada» – Gabriel García Márquez (1927-2014).

Dvdisaster, un viejo conocido al rescate

Artículo escrito por Bécquer Enrique Vera para este blog. La autoría no es de Enrique Bravo, cuyo nombre figura por error al traspasar el blog a un nuevo alojamiento.

Hace ya tiempo atrás, en mi camino por acercarme a GNU/Linux con la
distro Ubuntu Gutsy Gibbon me encontré con una aplicación que, a
pesar de que fue creada para un fin, yo la adopté para darle otra
utilidad en mi quehacer diario y pues, sin más preámbulos, les
presento a dvdisaster.

 

Dvdisaster es un programa cuya finalidad es recuperar archivos
dañados de un medio óptico ya sea CD, DVD o BD (blu-ray), es decir
que, pasado un tiempo, digamos un año o dos, el disco por factores
del medio ambiente como, por ejemplo, la humedad de la zona, hace que
los sectores del disco ya no sean tan legibles como lo eran antes y,
pues en dicho medio óptico, están las fotos de la familia o algún
archivo de importancia que se desea recuperar, es a esa necesidad a
la que responde dvdisaster.

En la página web del proyecto http://dvdisaster.net/en/index se puede apreciar con más detalle las ventajas y funcionalidades de
este software, entre las ventajas que apuntan, la mejor para mí es
que es una aplicación multiplataforma, en la sección de descargas o
mejor dicho “downloads” (http://dvdisaster.net/en/download)
existe el tarball con el código fuente para ser compilado en un
entorno GNU/Linux, está el binario para Mac OSX y el ejecutable para
Windows. Por supuesto, si no se desea compilar, existe el paquete de
la aplicación para nuestra distro favorita, sólo es necesario
buscar en los repositorios de la distro con el gestor de paquetes de
turno. Es interesante ver que los desarrolladores pensaron en los
usuarios sin importar el sistema que usen, lo cual veo como un punto
a favor, ya que el usuario puede beneficiarse de utilizar la
aplicación sin importar el entorno de trabajo o sistema que haya
elegido o esté usando; una posible desventaja es que el programa no
está traducido al español pero bueno, queda el inglés y creo que
va siendo hora de que lo vaya aprendiendo xd.
La instalación en GNU/Linux depende de si el repositorio de tu
distro lo tiene en su base de datos (paquetes), en distros derivadas
de Debian y Ubuntu sería abriendo un terminal y escribiendo como
root :
apt-get install dvdisaster
Si no te gusta la terminal, se puede hacer desde el centro de
software si usas Ubuntu o alguna de sus derivadas o puedes hacer uso
de synaptic en el caso de Debian y sus derivadas.
En Manjaro Linux haciendo uso del terminal y como root sería de esta
forma :
pacman -S dvdisaster
En Mageia 3 pueden hacer uso de RPMdrake y buscar el paquete
dvdisaster para su instalación.
Debo decir que la función principal que es recuperar archivos no la
he utilizado mucho, han sido pocas las veces que lo usé para poder
recuperar archivos de un medio óptico cuya grabación no fue
exitosa, un DVD9 de marca Memorex, para ser exacto. Al día de hoy
utilizo
más dvdisaster para comprobar que la grabación de un determinado
medio óptico haya resultado con éxito, claro está que después de
grabar el medio con un programa para la tarea como lo es brasero o
k3b, dichas aplicaciones cuentan con la opción de verificar la
integridad del medio grabado, pero en lo personal no me gusta
utilizar las herramientas que vienen con esos programas por
cuestiones de gusto y visibilidad, es por eso que dvdisaster cumple
con el objetivo de verificar la integridad del medio de una forma que, a mi parecer, es más intuitiva y, sobretodo, gráfica, como se puede
apreciar:
Con la opción de “Read” dvdisaster puede leer el disco y,
mientras lee, va generando una iso. Al finalizar la lectura habrá
creado una iso en el directorio que le especifique el usuario.
Con la opción “Scan” lo que hace dvdisaster es leer el medio
pero no genera la iso, lee los sectores y mediante los gráficos que
se pueden apreciar se ve el avance del proceso hasta que termina.
Regresando al asunto del DVD9 Memorex que cité antes, aún conservo
el DVD9, me daba algo de coraje tirarlo a la basura y pensar que con
el dinero que pague por él mejor me habría comprado una
hamburguesa; bueno para algo servirá…
Lo cierto es que es una cosa de locos, antes compraba DVD9 de marca
Memorex pero algunos DVDs los grababa bien y otros pues se grababan
mal, no era la grabadora de DVD ya que en aquel entonces ya había
comprado una nueva, pero aún los discos que se grababan
correctamente no eran legibles en otra grabadora/lectora de DVD, es
decir, grababa un disco DVD9 con mi grabadora LG, iba a la casa de un
amigo y quería que su grabadora de DVD Samsung leyese el disco
Memorex y pues allí estaba el problema, que no lo leía, lo tomaba
como defectuoso, la solución pues bastaría con sacar una iso del
disco en mi grabadora LG con k3b y grabarlo en un DVD9 de otra marca.
Aprovechando las utilidades que dvdisaster ofrece, obtendré la iso
con dicho programa.
Seleccionen la unidad donde está el CD o DVD, en el control de
“Drive selection”:
Luego hagan uso de la opción “Read”, para que comience el
proceso de lectura y de paso nos genere la iso; en el control “Drive
Selection”, a la derecha, pueden apreciar que dice
/home/becquer/medium.iso, la iso se guarda dentro de la carpeta de
usuario, en mi caso la carpeta becquer y con nombre medium.iso.
Bueno, al finalizar el proceso de lectura, como se puede apreciar ya
habrá recuperado la información, esa data estará dentro de la iso
que estará, en mi caso, en la carpeta /home/becquer.
Ahora quiero citar el siguiente texto de la web del proyecto
dvdisaster, ésta sería la forma correcta, aunque debería decir la
adecuada, de usar el programa en sí de acuerdo a los siguientes
apuntes:
“But quality scans are not a reliable means of predicting the
lifetime of optical media.
Consider we are looking for the right time to copy a worn-out medium
onto a new one:
Too early: Copying media because of a bad quality scan is
cost-ineffective. Sometimes such media remain readable much longer
than expected.
Too late: When the quality scan reveals unreadable sectors some
data has already been lost.
Right before the medium fails: The ideal case, but how to
tell?
However, we could do it the dvdisaster way:
Create error correction data for the medium.
Scan the medium regularly. Use it until the first read errors
occur.
Recover the read errors using
the error correction data.
Write the recovered image to a new medium.”
De mi mal inglés llegué a entender esto:
1.- Coloquen el DVD recién grabado en la grabadora de DVD y con
dvdisaster dénle a la opción “Read”.
2.- Cuando termine el paso 1, le dan un clic a la opción “CREATE”.
Tendrán algo parecido a lo que se observa en la siguiente captura :
Dos archivos: medium.iso, que es la imagen del disco DVD y un archivo
llamado medium.ecc cuyo peso es de 632.7 megabytes. Ahora yo supongo
que el archivo que debo conservar es el medium.ecc y que el archivo
medium.iso es el que debo borrar ya que la información está grabada
en un DVD. Ahora según las citas en inglés anotadas líneas arriba
debería escanear el medio óptico cada cierto tiempo (cada mes por
ejemplo) hasta que encuentre algún sector defectuso; cuando lo
encuentre lo que tocaría hacer es recuperar la información perdida
con el archivo medium.ecc que contiene el “error correction
data”
y así generar una
nueva iso, por lo cual cada vez que grabo un DVD deberé guardar el
archivo de “error correction data” para poder recuperar la
información de un determinado DVD.
Pues bien, el programa me parece genial aunque es necesario conservar
en el disco duro o en un medio extraíble los archivos de corrección
de datos para después de un tiempo hacer la recuperación de datos
del disco óptico. Como dije antes no le doy ese uso al software
aunque se creó para usarlo de la forma que les mencioné antes, a mí
me parece útil, ya que sirve a mis necesidades, como verificar la
grabación de un disco blu-ray.
Y para terminar, el programa está al alcance de los usuarios de
GNU/Linux y también, sí, de la gente que usa otros sistemas
operativos como Mac OSX y Windows, así que por qué no darle una
oportunidad al programa y, si está en sus posibilidades, hacer una
donación que consideren justa, o si no, reportando bugs o usando
dvdisaster para hacerle publicidad al proyecto.

 

 Por Reisilver