Si no te convence systemd o, simplemente, buscas una distribución sencilla y bien conseguida con reminiscencias de lo que fue Mandrake, échale un vistazo a este análisis. Enlace externo al artículo en Colaboratorio. Sigue leyendo «Revisión de PCLinuxOS Plasma 2017.03»
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PCLinuxOS Full Monty: una navaja suiza
Es posible que mucha gente no sepa que PCLinuxOS sigue viva. Yo mismo, sin ir más lejos, pensaba hasta hace unos días que el proyecto creado por Bill Reynolds (Texstar) allá por 2003 se había quedado estancado en una fase de no-desarrollo. Recuerdo haber leído acerca de la imposibilidad de este hombre, creo que por razones de salud, para continuar su trabajo. Desde entonces, hace un par de años o más, no he estado al tanto de las andanzas de la distro. Sin embargo, ese observatorio de popularidad tan discutible que supone Distrowatch la seguía – y sigue – manteniendo en los altares. Me preguntaba, de ahí este artículo, a qué se podía deber esto.
Pues resulta que no solo sigue viva, sino que por sus singulares características conforma una distribución GNU/Linux especial: refugio de los «anti-systemd» (¡no lo incorpora, siguen con sysvinit!), de los «anti-Plasma 5» (están con KDE 4) y amiga de todos aquellos que alguna vez hayan sentido la necesidad de descargar una «ISO» con gran cantidad de software. Cantidades industriales, de hecho. No os lo podéis ni imaginar.
Antes de proseguir con el análisis de esta peculiar edición, llamada «Full Monty» («slang» británico, algo así como «todo lo necesario, apropiado o disponible», además de una icónica película de los 90), os aclaro que PCLinuxOS está disponible en ediciones más livianas, con KDE y Mate pero sin el excedente de software masivo. Además, la comunidad mantiene otras pocas versiones con distintos escritorios.
Instalación
No intentéis una instalación al uso en un «pendrive». No funcionará. Cuando descargamos la imagen, se descargan también tres archivos de texto: la suma de verificación, notas sobre la versión y unas instrucciones que conviene leer. Nos dicen que la imagen se debe convertir en híbrida antes de pasarla al USB:
isohybrid -u pclinuxos64-kde-fullmonty-2016.03.iso
Posteriormente, hay que grabarla usando el comando dd:
dd bs=4M if=pclinuxos64-kde-fullmonty-2016.03.iso of=/dev/sdX && sync
donde sdX es la partición correspondiente al «pendrive».
Además de lo anterior, se necesita una partición para el sistema de, al menos, 25 Gb, dada la cantidad de software que trae la distribución. Siguiendo estos consejos, algo obligatorio si queremos final feliz, no hay problema alguno en instalar PCLinuxOS Full Monty, más allá de que todo el proceso se realiza en inglés y tarda un buen rato. La aplicación que se encarga de ello es Draklive-installer, lo que nos recuerda los orígenes «mandrakeros» de la distro. En el caso de mi equipo, detecta la tarjeta gráfica NVIDIA y se instala directamente con el controlador propietario en su última versión disponible, que es la 361, sin intervención del usuario.

Diseño
Es curioso lo que hace la fuerza de la costumbre. Mira que me he pasado años usando KDE 4 en Chakra y Arch. Pues hacía tanto que no lo instalaba que mi primera impresión, por lo añejo, era que estaba ante Trinity Desktop. Tuve que cerciorarme de que no era así… se ve que mi viejo amigo KDE 4 se ha quedado ya obsoleto. Tampoco ayuda demasiado el que se haya respetado el tema e iconos por defecto, Oxígeno, que realmente sí que se nota desfasado.
Por lo demás, la especial disposición de los escritorios, de la que os hablo a continuación, confieren a PCLinuxOS Full Monty una apariencia única. Y sobrecargada, claro, que es básicamente el objetivo de esta edición. No obstante, un par de cuestiones en positivo: el Grub y la pantalla de inicio están bien trabajados y, al igual que en el caso reciente de KaOS, destilan profesionalidad. El renderizado de fuentes, que lo sigo viendo horrible en Plasma 5, es realmente bueno aquí. Intuyo que con parcheado de por medio, pero las tipografías se ven perfectamente definidas y con calidad.

Software
La madre del cordero en esta edición de PCLinuxOS. Creo que jamás había visto tal cantidad de programas de software libre en una distribución. Por lo menos, no recientemente. Recuerdo, así de pasada, a Ultimate Edition como el sistema con más aplicaciones instaladas de serie. Lo de este Full Monty es impresionante. Divide el espacio de trabajo en 6 escritorios, cada uno de los cuales está destinado a una actividad concreta y nos muestra enlaces directos a los programas disponibles para la tarea en cuestión. A saber:
Internet: aquí tenemos Firefox, Chrome, Opera, Kmail, Thunderbird, Dropbox, Skype…
Oficina: LibreOffice, Calibre, KMyMoney, Scribus, Abiword…
Juegos: la suite de KDE, Gcompris, Supertux2…
Multimedia: Clementine, Amarok, Audacity, GTKPod, VLC, Kino, Handbrake…
Gráficos: Gimp, Blender, Inkscape, Digikam, Darktable…
Sistema: Virtualbox, Yakuake, Synaptic, Firewall, Parental control…
Para instalar programas se usa Synaptic, aplicación siempre asociada a paquetería «.deb», pero que en este caso funciona perfectamente bien con los «.rpm». Cuenta con un notificador de actualizaciones integrado en la bandeja del sistema. En el par de días que lo he tenido instalado han llegado unas cuantas, por cierto, lo que denota que los desarrolladores siguen al pie del cañón ofreciendo novedades.
Y es que eso es lo mejor de todo: PCLinuxOS es una «rolling release». Aunque siga apostando por KDE 4, todo el software está actualizado al máximo, además de contar con un kernel a la última (4.4.4). Otra ventaja: los pocos programas que precisemos y no estén instalados (como Spotify), están en el repositorio, por lo que no hay que añadir ningún PPA o nada por el estilo.

Os advierto que hay muchos más programas instalados que los enlazados en cada escritorio virtual. Por poner algunos ejemplos: Steam, Tomahawk y Kodi. Y en cuanto a la configuración, contamos con muchísimas utilidades para monitorización del sistema. Los codecs multimedia vienen de serie, de tal suerte que no me ofreció resistencia ningún archivo multimedia. Insisto, es una distribución realmente completa.
Como, a veces, una imagen vale más que mil palabras, vamos con los pantallazos de los distintos escritorios de PCLinuxOS Full Monty.






Rendimiento
Teniendo en cuenta la ingente cantidad de software y utilidades lo más común sería esperar un rendimiento paupérrimo. Pero no, no es el caso. Si bien ocupa poco más de 1 Gb en RAM al inicio (efectos desactivados por defecto), en ningún momento da sensación de pesadez, algo que sí sucede en la sesión en vivo, como ya nos advierten en las notas de desarrollo. Reconozco que no me creí, en un principio, la afirmación que hacen en dicho documento sobre que una vez instalado, el sistema iría fluido. Pequé de tener poca fe: realmente el comportamiento es genial.
Si hablamos de pruebas de rendimiento, comparando PCLinuxOS Full Monty con Ubuntu, Chakra y KaOS, es la peor parada en 2 de los 5 tests. Sin embargo, resulta ganadora por estrecho margen en la comparativa gráfica usando el «benchmark» Unigine Valley. Conclusión: buen rendimiento, en general, para todo lo que ofrece.

Estabilidad y errores
Mi añorado KDE 4, en una de sus últimas versiones, se comporta con férrea estabilidad. Si a esto le unimos la fluidez que antes os comentaba, obtenemos una experiencia de uso muy agradable. Puede cargar un poco la vista la gran cantidad de opciones disponibles pero, una vez más, es que ése es el objetivo de esta versión. El capítulo de errores queda, pues, vacío, salvo el últimamente frecuente problema del desplazamiento de la pantalla a la derecha con la tasa de refresco del monitor a 75 Hz, usando el controlador propietario. No hay más y se resuelve en un periquete.

Mi opinión sobre PCLinuxOS Full Monty
He tenido que rebuscar bien para hallar mi única referencia a este sistema en el blog. «Centrado en la usabilidad» titulaba el artículo de 2012. Creo que ese eslogan no ha perdido vigencia, pues casi todo lo que uno encuentra en este PCLinuxOS de 2016 está orientado a hacer la vida más fácil al usuario final. Supone un fantástico arsenal de programas con el que ir bien preparado a la batalla en cualquier equipo que se nos ponga por delante, lo cual, es ya una tremenda ventaja por sí sola.
Luego están otras cuestiones que merece la pena plantearse. Por ejemplo, el hecho de que PCLinuxOS haya ignorado esa gigantesca controladora de procesos que es systemd en favor del paradigma clásico. Son pocas las distribuciones que se han resistido al cambio y de ellas, sin duda alguna, PCLinuxOS es la que cuenta con mayor popularidad, especialmente en Estados Unidos. ¿Opción para aquellos que reniegan del «monstruo» una vez que Ubuntu y Linux Mint hayan dado el paso en sus LTS, cosa que ocurrirá de manera inmediata?

Software actualizado a tope, kernel novedoso, ausencia de systemd… Argumentos a favor de este PCLinuxOS sobran, aunque el último de ellos sea más que discutible y dependa de filias y fobias de cada quien. En su debe, tal vez que se trata de una distribución con escaso tirón mediático. No obstante, cuenta con su propia revista electrónica y hasta su tienda de «merchandising», más una comunidad que parece tan activa y orgullosa como siempre. No es para menos. El sistema que propone PCLinuxOS funciona muy bien y no puedo más que recomendarlo a aquellos que gusten de una navaja suiza del software libre a su entera disposición.
Y con esto y un bizcocho, descansito de Semana Santa. Que este ritmo de publicación no hay quien lo aguante y en la vida real se multiplica el trabajo por estas fechas. Espero nos leamos a la vuelta. Entre tanto, material para entretenerse esta PCLinuxOS.
Salud
Puntos fuertes: software de todos los colores y centrado en la sencillez de uso.
Puntos débiles: para algunos, su versión antigua de KDE. Para mí esto no es problema.
Recomendada para: usuarios noveles o con necesidad de gran cantidad de aplicaciones.
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