El mes pasado este blog cumplía 7 años en línea. Lo hacía de manera sigilosa, es verdad, porque con el artículo de hoy se rompen 6 meses de silencio en esta página. Algo que a nadie cogería por sorpresa, pues ya advertía en mi enésimo retorno que solo iba a escribir cuando tuviese cosas que contar. Actualmente me dedico más a vivir que a pensar en el blogueo, de ahí que no encuentre casi nunca un ratillo para meterme en faena. Pero bueno, hoy he hallado ese hueco, de modo que allá vamos: me dispongo a resumir cómo me van las cosas, que para algo esto es un blog personal.