El verano del camaleón I: instalando openSUSE 13.2

El relevo estacional que supone la llegada del verano y el adiós de la primavera es, para la gran mayoría de los mortales, el más esperado y el que contiene una mayor carga significativa de que algo cambia: el trabajo por el ocio, el fresco por el calor, el estudio por la fiesta. Repasando mis anteriores veranos desde que existe el blog me encuentro con una primera toma de contacto con mi realidad de «distro hopper» en 2012; la asunción, con proclama incluida, de Chakra como distribución favorita en 2013 y la crisis linuxera que me llevó a tomarme un respiro el pasado año. Fue precisamente esta última la causante de que me pasase el período estival iniciando en Windows y disfrutando de su casi única ventaja incuestionable sobre GNU/Linux: los videojuegos de cierta enjundia.

Imagen de victorhckinthefreeworld

Con el paso de los meses se gestó mi regreso a las costas de Tux, con Ubuntu por bandera y una actitud menos excluyente en cuanto al sistema de Microsoft. Traducción: puesto que los controladores gráficos de mi APU AMD son lamentables en toda distribución, me acostumbré a iniciar en Windows para jugar. Era eso o que el ventilador saliese volando algún día, en especial durante las horas en que ajusticia el calor, que en el valle del Guadalquivir son la mayoría. Y esta forma de tomarse esta especie de lucha eterna entre sistemas operativos, me parece que es la idónea. Usar cada uno para aquello en que mejor te sirve.
Este verano de 2015 me ha traído visitas a casa. Varios años después, maldita lejanía, mis parientes del otro lado del charco vienen a presentarnos una sobrina que todavía no conocíamos, a punto de cumplir dos añitos. La última ocasión en que pararon por casa, lo recuerdo perfectamente como solo un «distro hopper» y su memoria podrían, mi distribución principal era openSUSE 12.1, con KDE. Nuevamente no había salido muy bien parada en mi revisión, pero como suele ocurrir en la comunidad susera y en casi todas las demás, pasado un tiempo prudencial se reveló como un sistema bastante amigable. Tanto que mi cuñada, norteamericana de usar todo lo de Microsoft (¡Bing incluido!), no halló motivo alguno de queja cada vez que le prestaba el ordenador para sus tareas cotidianas. Y si bien la experiencia no fue suficiente para que cambiara el chip, pudo disfrutar por un tiempo de las ventajas del software libre, sin preocuparse en absoluto de filosofías y demás. Lo utilizó y punto.
De modo que, con lo expuesto arriba como excusa, me propongo iniciar un verano de convivencia con el camaleón Geeko, instalando openSUSE en mi disco duro externo, de modo que se pueda beneficiar de ello mi cuñada, a la par que dedico unos artículos a un sistema que no ha recibido tanto trato por mi parte como desearía. Junto con Linux Mint, openSUSE es la palabra clave que más visitas trae al blog, algo que me hace pensar que quizás Ubuntu no sea el sistema GNU/Linux más utilizado, como muchos sospechan ya, y la balanza caiga más hacia el lado del equipo de Mint y, por qué no, la comunidad de openSUSE. Allá vamos, pues, con el ánimo dispuesto a tener «a lot of fun».
Instalar openSUSE desde la red
 
Con objeto de poder recabar los correspondientes pantallazos, se me ocurrió que debía instalar primero openSUSE 13.2 en una máquina virtual dentro de mi Ubuntu. Dispongo de un DVD con la versión Tumbleweed, pero no está en mi ánimo usar un «rolling release» en este momento. Es por ello que decidí emplear la imagen de instalación en red que proporciona la comunidad susera. No tuve problemas durante la instalación en la máquina virtual, pues ésta simula una conexión por red cableada, pero la experiencia no fue la misma a la hora de la instalación en hardware real. Pero mejor vayamos por partes:
1. Descargar y grabar la imagen de openSUSE
La imagen «iso» se puede obtener en el enlace siguiente:
 button (1)
Una vez lo hayamos descargado podemos proceder a grabarlo en un «pendrive» o CD, operaciones para las que cada cual puede usar sus comandos o programas favoritos. Si ya usáis GNU/Linux, mi preferido es el comando de consola «dd», del que existe una aplicación gráfica que ya hemos mencionado en alguna ocasión: dd Utility. Si tan solo disponéis de Windows, el programa que mejor me ha funcionado en dicho sistema es LinuxLive USB Creator.
Tras la grabación, reiniciamos con el «pendrive» en un puerto USB o el CD en su bandeja. Dependiendo del orden de arranque establecido en la BIOS (de UEFI no entiendo, lo siento mucho) es posible que sea preciso pulsar una tecla para escoger desde donde queremos arrancar el sistema, algo que depende del equipo de cada usuario. Si todo va bien veremos la siguiente pantalla:
Pantalla de inicio de openSUSE 13.2 en inglés
Pantalla de inicio de openSUSE 13.2 en inglés
2. Escoger el idioma
Como veis, todo está en inglés. Basta pulsar F2 para escoger el español y listo.
Poniendo el instalador de openSUSE en español
Poniendo el instalador de openSUSE en español
El resto de las opciones que se nos presentan en la parte inferior de la pantalla no las vamos a tocar, en principio, salvo que tengamos problemas de reconocimiento del hardware del equipo, en especial en lo referente al apartado gráfico (F3) o al chip de nuestra tarjeta de red (F4). Lo siguiente que haremos es pulsar en «Instalación».
Preparados, listos... ¡ya! A instalar openSUSE
Preparados, listos… ¡ya! A instalar openSUSE
3. Descarga del entorno de instalación
OpenSUSE va a comenzar entonces a descargar el entorno mínimo de instalación desde la red. Es posible que os dé la sensación de que el sistema no responde durante un buen rato, durante el cual solamente veréis tres puntos verdes en la pantalla. No os asustéis, que el sistema sigue trabajando aunque no lo parezca.
Los inquietantes tres puntos verdes... don't panic!
Los inquietantes tres puntos verdes… don’t panic!
4. Leer y aceptar el acuerdo de licencia
Pasado un tiempo que variará según la velocidad de conexión a Internet de cada uno, nos encontramos la pantalla de lectura y aprobación (si procede, que «cá un es cá un, y ca dos una piragua») de los términos de licencia. Que openSUSE sea software libre no es óbice para que se apliquen una serie de acuerdos entre la comunidad y el usuario final. Tenemos, además, la opción de elegir el idioma (nuevamente), así como la distribución de nuestro teclado.
Un acuerdo de licencia a la altura de la distribución
Un acuerdo de licencia a la altura de la distribución
5. Inicializar el gestor de paquetes
Una vez hechas las comprobaciones de rigor, comienza la auténtica instalación con la determinación de los repositorios en línea desde los que se va a realizar la misma.
Probando todos los puntos del sistema antes de instalar
Probando todos los puntos del sistema antes de instalar
6. Opciones de instalación
Entre las opciones de instalación se nos permite escoger la adición por nuestra parte de los repositorios y/o la inclusión de ciertos paquetes adicionales desde otro medio externo. La segunda de ellas imagino que debe ser útil cuando se precisan controladores propietarios en nuestro intento por hacer funcionar, por ejemplo, la red inalámbrica. En nuestro ejemplo no es de aplicación, dado que estamos trabajando sobre una red cableada controlada por el sistema anfitrión. Es por ello que dejo ambas casillas sin marcar.
Las opciones de instalación en red de openSUSE 13.2
Las opciones de instalación en red de openSUSE 13.2
7. Particionado automático
La forma de particionar los discos que tiene openSUSE es muy particular, desde la óptica de alguien acostumbrado a instalar sistemas contínuamente. El sistema nos ofrece una opción que incluye 3 particiones principales (raíz, /home y swap), junto con multitud de subvolúmenes dentro de la propia raíz. El sistema de archivos, además, difiere del clásico «ext4», empleándose «btrfs» para la raíz y «xfs» para el directorio del usuario (/home).
openSUSE ofrece unas opciones de particionado bastante peculiares
openSUSE ofrece unas opciones de particionado bastante peculiares
Por desconocimiento no me es posible adentrarme en la conveniencia o idoneidad de uno u otro sistema, por lo que me quedo con la particularidad manifiesta de la distribución. Si vamos a usar openSUSE, lo lógico es aceptar esta opción que nos brinda y así lo hago.
MUY IMPORTANTE: el particionado de los discos no es una operación inocua, pudiendo conllevar la pérdida de datos. Si se va a instalar openSUSE como único sistema del disco, la propia distribución escoge una opción de particionado acorde a dicha configuración. Pero en caso de querer compartir el disco duro con más sistemas, el asunto se puede complicar un pelín. Por si acaso, aconsejo consultar la documentación de la propia web de openSUSE.
8. Escoger zona horaria
En la pantalla siguiente deberemos elegir una zona horaria y, si es preciso, poner el reloj en hora. Esto lo podemos hacer manualmente o, mediante la opción de configuración avanzada, elegir un servidor de hora en Internet.
Una comunidad que se expande a todo el planeta
Una comunidad que se expande a todo el planeta
9. Elegir un escritorio
Momento importante: ¿qué escritorio instalar? Por propia experiencia y gustos personales, me lanzo de cabeza a por KDE. Siempre se ha tenido al KDE de openSUSE como uno de los que mejor integra aplicaciones y aspecto estético, algo en lo que estoy totalmente de acuerdo. También he leído cosas parecidas de la versión con Gnome, aunque no pruebo esta combinación desde los tiempos del genial openSUSE 11.2 con Gnome 2, que se mantuvo un tiempo considerable en mi equipo.
Gnome y KDE son las opciones más populares
Gnome y KDE son las opciones más populares…
Pero como no solo de Gnome y KDE vive el linuxero, esta imagen de instalación de openSUSE nos permite escoger entre más opciones: XFCE, LXDE, Enlightenment y un par de posibilidades más, destinadas a usuarios avanzados (escritorio mínimo con servidor X y modo de texto para servidores).
...pero no las únicas. GNU/Linux y la libertad de elección
…pero no las únicas. GNU/Linux y la libertad de elección
10. Crear nuestro usuario
Tiempo de ir acabando nuestra intervención en la instalación. Ahora debemos escribir nuestro usuario, nombre completo y escoger contraseña. Podemos también decidir si compartimos contraseña con el administrador del sistema (usuario root), recibir correo del sistema (opción un tanto trasnochada, de los tiempos de UNIX, sin mucha utilidad para un usuario doméstico), o saltarnos la introducción de contraseña al inicio para pasar directamente al escritorio. Si nos sentimos duchos en la materia podemos cambiar el método de autenticación para la contraseña en su correspondiente apartado.
Creando mi usuario con mi nombre de pila
Creando mi usuario con mi nombre de pila
11. Revisar la configuración escogida
Paso previo al comienzo de la verdadera instalación. En la pantalla final se nos presentan todas las opciones escogidas para que podamos revisar si todo está correcto. Recomiendo prestar especial atención al apartado de las particiones, no sea que un error a la hora de elegir el número de una nos vaya a costar caro, con la pérdida de datos valiosos.
Momento importante: ojo con lo que se va a formatear
Momento importante: ojo con lo que se va a formatear
12. Y comienza la instalación
Si todo está correcto, podemos pulsar en «Instalar», con lo que se iniciará la descarga de los paquetes necesarios para poner en marcha nuestro openSUSE.
Paciencia, openSUSE en instalación
Paciencia, openSUSE en instalación
El tiempo empleado para completar la tarea dependerá tanto de la velocidad de conexión a Internet como del escritorio escogido, siendo KDE y Gnome los que más tardarán. Transcurrido el correspondiente lapso, y si es KDE nuestro escritorio, tendremos esta preciosidad:
openSUSE 13.2 recién instalado y listo para trabajar
openSUSE 13.2 recién instalado y listo para trabajar
Cuando la instalación no funciona
 
Lo comentaba más arriba: esta instalación en Virtualbox bajo Ubuntu fue como la seda, pues la salida a Internet era gestionada por la propia Ubuntu, simulando ser una conexión cableada. Pero en el momento de proceder a la auténtica instalación en mi disco duro externo, la cosa se complicó. Pese a que openSUSE detecta mi tarjeta inalámbrica (con chipset Ralink) y «ve» la red wifi, no hubo forma de conseguir que se conectase. Para estos casos, se tienen dos opciones: una es ponerse a bucear entre los muchos tutoriales y foros sobre openSUSE en búsqueda de la solución, con lo que ganamos conocimientos y perdemos tiempo. La segunda es optar por lo fácil, descargando una imagen en vivo de openSUSE 13.2 o incluso el DVD completo. De este modo, el sistema encuentra todos los paquetes en el CD o pendrive, sin necesitar la red para nada. Ganamos tiempo, pero aprendemos menos.
Un servidor considera su tiempo más bien escaso, por lo que opté por la segunda de las posibilidades. Quienes deseen hacer lo mismo, pueden descargar las imágenes correspondientes localizadas en la misma página de descargas citada al comienzo del texto.
Este primer artículo de la serie «El verano del camaleón», a medio camino entre el tutorial y la narración de la experiencia personal, acaba aquí. En próximas entregas espero poder describir mis aventuras suseras en lo tocante a la configuración y puesta a punto del sistema. Mi intención es aparcar a Ubuntu durante la época estival (aparcar no es eliminar, que conste) para así poder contar con el bagaje necesario para escribir con conocimiento de causa sobre este magnífico sistema que acabamos de instalar. ¿Alguien más se anima con openSUSE? Si así es, espero vuestros comentarios. Y si no, también.
Salud

 

18 comentarios sobre “El verano del camaleón I: instalando openSUSE 13.2

  1. Aprovecho el post para preguntar: ¿alguien sabe si habrá OpenSuse 12.3 y para cuándo? En Wikipedia y DistroWatch hablan de Tumbleweed como la siguiente versión, pero leyendo se trata de un rolling release. Tampoco he encontrado un roadmap para una siguiente versión. ¿Acaso OpenSuse se decantará por el rolling release y dejará de sacar versiones periódicas?

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    1. Me pregunto lo mismo. En el "roadmap" de openSUSE no se especifica nada referente a la próxima versión estable, tan solo que saldría a lo largo de 2015. En Julio se cumplen 8 meses desde que salió la 13.2, por lo que el ciclo habitual es seguro que se romperá.

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    2. Hola Enrique,La versión 13.3 de openSUSE saldrá con un nuevo ciclo de lanzamiento de 12 meses por lo cual la tendremos en octubre y su end of life pasa de 18 meses a tres años.Un saludo

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    3. Hola.Eso no es discusión cerrada. La idea es cambiar la distribución para utilizar la base de SLE y seguir el mismo calendario de publicación. Eso da un ciclo de tres años porque publicarían una versión después de que SLE publicase su versión o SP. Pero SLE tiene un periodo de soporte mucho mayor ;)Salud!!

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  2. La verdad es que me has robado la idea tenia pensado instalar opensuse kde esta semana, distro aleman escritorio aleman :B, de ubuntu y familia no solo vive el hombre, por cierto llevo mucho leyendote en la sombra y nose aun exacto, que eres sevillano? Sé que te gusta mucho ver videos en las review de sevilla betis jaj

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    1. Bueno, hay que reconocer que los paquetes "delta" sí que molan un poco, sobre todo para los que tienen conexiones a Internet lentas. A mí openSUSE cada vez me gusta más. La considero un pelín más complicada de llevar que Ubuntu o Mint, pero nada del otro mundo.

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  3. Por cierto, ¿has tenido problemas con la instalación del grub en OpenSuse? Me encanta OpenSuse pero siempre que lo instalo mi portátil deja de funcionar. Al parecer OpenSuse instala el grub en mi disco de forma diferente a las demás distros, ya que lo deja sin poder arrancar. Tengo que extraerlo y darle formato en otro ordenador. He intentado cambiando las opciones que ofrece el instalador de OpenSuse para instalar el grub, pero todas fallan. Y solo me sucede con OpenSuse. Es una lástima. La única forma en la que consigo ponerlo a funcionar sin joderme el disco, es no instalando el grub e instalando otro linux después para que lo incluya en su grub. ¿Alguien ha tenido el mismo problema? ¿Alguien lo ha solucionado?

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    1. No he tenido el problema que señalas. En versiones más antiguas de openSUSE, el grub se comportaba como el de Mageia que he revisado hoy: no detectaba nada, o aún peor, ni siquiera detectaba Windows. Pero eso no ocurre en las versiones actuales. Sobre tu problema, me temo que no tengo ni idea de qué puede fallar.

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  4. Hola.Bien está el artículo. Leyéndolo me surgió una curiosidad. ¿Has probado el imagewriter para crear USB-live? digo curiosidad, porque al fin y al cabo es la utilidad de openSUSE para crear estos dispositivos, y tiene versión para Windows.Lo restante, muy bien. Si tienes acceso a internet, puedes encontrar útil seleccionar "añadir repositorios de instalación" como hacen otras distribuciones. Antaño se probó a seleccionar los repositorios en ese momento -incluyendo packman, pero se ve que no cuajó.Salud!!

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    1. Hola Karl, conozco Imagewriter y tuve una época en que lo utilizaba mucho. Pero tuve algunos problemas con determinadas distribuciones y desde entonces me habitué a usar el comando dd en consola o el dd-utility, que nunca me han fallado.

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