Doce meses, doce distros

Con el final de la época navideña llega el momento de retomar la actividad en este vuestro blog. Han sido unas semanas de asueto, tratando de descansar del mundo de Linux por un tiempo, pues bien es sabido que todo, hasta lo bueno, tomado en exceso cansa. Y yo hace tiempo que estoy exhausto, en términos linuxeros, sin ideas y con poco que aportar a la esfera de blogs sobre software libre. Durante mis vacaciones, aunque no he estado muy al tanto de lo que se cocía en Linux si que me he dedicado a pensar, reflexionar, pararme un poco a ver si conseguía encontrar el disfrute perdido.

Confieso que he vuelto a estar fuertemente tentado por la idea de abandonar el blog, pero después de darle muchas vueltas creo que todavía me queda alguna historia que contar y es posible que hasta me pueda volver a divertir escribiendo sobre Linux. El tiempo lo dirá, lo que está claro es que mi última vuelta de tuerca para centrarme en Arch Linux y sus derivadas ha tornado en fracaso absoluto. Poco más que el tutorial de instalación de Arch se me ocurre, la verdad. Lo escribí, me entretuve haciéndolo, pero… ¿y después qué?

Ya preparé en su día un tutorial sobre Chakra, de modo que por ahí poco podía aportar, al no haber cambiado prácticamente en nada la distribución desde el momento de su redacción. Sobre Manjaro tampoco tenía mucho que decir que no se hubiera comentado ya de sobra en Deblinux, por ejemplo. Archbang siempre me ha parecido una lata de configurar, casi tanto como Arch, y qué decir de Cinnarch, distro que ni tan siquiera fui capaz de hacer funcionar como es debido el tiempo suficiente para hacer una revisión. Para colmo, me topé con un par de interesantes artículos de opinión, uno de ellos escrito por Allan McRae, donde discute con su habitual ironía la utilidad de las derivadas de Arch, y como encuentra entre ellas una gran mayoría de paquetes compilados por él mismo para su distro madre. No digo que McRae tenga razón o que me gusten sus formas, pero al menos me dió para pensar un rato en la dichosa dispersión de Linux y su miríada de distros.

El otro artículo es de Rafael Rojas y trata sobre la dificultad de mantener un blog que se centre en Arch Linux. Él postula que de poco sirven los tutoriales sobre esta distro cuando en su wiki se encuentran todas las soluciones a los posibles problemas que surgen a la hora de instalarla y configurarla. Tampoco le falta razón al señor Rojas.

De modo que de nuevo me veo en la tesitura de qué hacer con el blog. La gota que colma el vaso llega cuando me veo en la necesidad de editar, con cierta urgencia, unos vídeos caseros familiares y grabar un DVD con ellos. En Arch me encuentro con algunos problemas de reconocimiento de formatos que no consigo solucionar, por lo general es lo que ocurre cuando se tiene prisa y algo no funciona como se espera. Termino iniciando en Windows 7 y usando Movie Maker para hacer el trabajo, con buen resultado, por cierto. La situación me vuelve a hacer reflexionar sobre la «esclavitud de Linux» a la que yo mismo me someto: instala, configura, investiga, colabora, y a la hora de la verdad… ¡corre a Windows!

Por esto, porque nunca jamás creo que pueda curarme del distro hopping mientras escriba este blog, vamos a hacerlo de forma más selectiva y, a la vez, más participativa. Mi idea es utilizar una distro cada mes, todas ellas de sencilla instalación y mantenimiento para el usuario. La lista de distribuciones la he obtenido de las más populares del año 2012 en Distrowatch, no se me ocurre mejor forma de medir el uso de las mismas. Pretendo usar la distro en cuestión como único sistema operativo durante los treinta días del mes, teniendo como solución de rescate al sistema de Microsoft… eso, ni más ni menos, es lo que pretendo.

Con este método puede obtener mi dosis mensual de distro hopping en vena al tiempo que evalúo más en profundidad lo que supone usar cada distribución. El ritmo de publicación va a ser bajo, eso lo tengo claro, pues es posible que no haya mucho que contar sobre algunas de ellas. Igualmente pretendo solicitar la colaboración de los lectores habituales y visitantes del blog (mil diarios, más o menos) para elegir mediante encuesta la distribución a probar el siguiente mes. He empezado con Ubuntu Precise, con la cual llevo ya una semana sin problema alguno que reseñar.

Así que dejo caer mi idea, soy consciente de que llevo un tiempo dando bandazos y os tengo un poco mareados, pero pido que entendáis que hago esto exclusivamente por diversión y como forma de devolver algo a la comunidad a cambio de lo que he recibido durante más de cinco años de uso de Linux de manera continuada. No creo que existan más motivos para seguir por aquí, la esclavitud ya se abolió en casi todo el mundo y ser esclavo de un sistema cuyo objetivo es hacerte libre se me antoja el colmo de las contradicciones…

Por otro lado yo no soy ningún gurú, a veces recibo comentarios o correos que me consideran algo parecido a eso, tal vez es culpa mía por mantener cierto halo de misterio (anonimato, diría más bien) que tampoco tiene mucho sentido: me llamo Enrique, soy enfermero en las Urgencias de un hospital y no uso el ordenador para nada que tenga que ver con programación o tareas complejas. Soy un simple usuario de Linux con algo de experiencia, nada más, no quiero ser otra cosa. Si en mis desvaríos de distro en distro consigo ayudar en algo me daré por satisfecho. Saludos y Feliz Año para todos.