Manjaro 0.8.4: otro paso hacia la cumbre

Llevo varios días leyendo por mi blogosfera particular algunos lamentos y elevar de quejas acerca de cómo se va degradando este pequeño mundo de los articulistas amateurs que escribimos sobre Linux. No es un tema que me preocupe en demasía, sigo varios sitios que, en mi opinión, no han perdido nada de lo que en esencia los hace interesantes para mí, obviamente no voy a citar ninguno en concreto para no desmerecer al resto. Pero, en suma, no estoy de acuerdo con la negatividad con que se ha tratado el asunto, creo que hay mucha vida todavía en los blogs sobre nuestro querido sistema operativo. Y si he de estar de acuerdo con alguna de las opiniones vertidas aquí y allá, lo estoy con la expresada por el autor del blog Somos Linuxeros, no en su propia página, sino en comentarios en otros sitios: «escribe para ti mismo y no para los demás». Fin de la reflexión.

Se me ha venido a la mente lo anterior debido al placer que me produce revisar alguna de mis distribuciones de cabecera, mis favoritas, que suelen tener en común estar basadas o haber nacido a partir de Arch Linux. No es ningún secreto, la propia cabecera del blog lo deja claro a base de logos. Mientras espero la llegada de openSUSE 12.3 voy a dedicar el artículo de hoy a una de esas distros, Manjaro 0.8.4 Ascella, la cual lleva meses dormitando en el portátil que apenas toco y que el otro día se me ocurrió actualizar. Me gustó lo que vi, al igual que me sorprendió que todo siguiera funcionando sin problemas a pesar de no haber actualizado la distro en un largo período de tiempo. De modo que tomé la decisión de dar un repasito a la evolución de Manjaro instalándola en mi partición de pruebas, animado también por el tiempo transcurrido desde la última revisión. Y esto es lo que me he encontrado:

Instalación
El primer punto de nuestra revisión es el único en que se puede decir que Manjaro flojea, la instalación del sistema. A decir verdad, es lo que lo hace un poco menos simple para un usuario novel, ya que el proceso se realiza con un script muy parecido al antiguo AIF (Arch Installation Framework, Marco de Instalación de Arch), de apariencia espartana y en inglés. Bien, para salvar este pequeño escollo existen guías, tanto en la web como en el propio escritorio «en vivo» de Manjaro, que incluye un enlace a un documento en PDF con este y otros menesteres. Puesto que también está en inglés, una buena solución puede ser recurrir a uno de los sitios de referencia sobre esta distro, DebLinux, donde Yoyo Fernández nos deja esta guía de instalación. El procedimiento no varía de la versión citada en el vídeo a la actual.

A poco que uno navega por el interesante blog antes citado se entera, entre otras cosas, de que este «punto flaco» de Manjaro va a dejar de serlo bien pronto, pues los desarrolladores están ultimando el instalador gráfico. Y es que todo en esta distro evoluciona a una velocidad de vértigo…

Ciñéndonos a la versión que nos ocupa, destacar que al iniciar la sesión «en vivo» podremos elegir si usamos los controladores libres o los propietarios, opción que también nos ofrece Chakra y que es tremendamente útil para los que usan Nvidia o AMD/ATI. Desde la primera pantalla que vemos se nota el cuidado aspecto gráfico de la distro, excepción hecha, para mi gusto, del fondo de pantalla escogido. La primera decisión que el usuario debe tomar se refiere al uso del instalador estable o la versión en pruebas, la cual solamente recomiendan si se precisa alguna de las características que la primera versión no ofrece, como soporte para EFI, btrfs o RAID. Igualmente se puede optar por una instalación en red, con lo que se dispondría de los paquetes más actualizados de manera inmediata.

El proceso no lleva más de 5 minutos, tras los cuales inicio a un escritorio ya conocido donde me llama la atención la acertada inclusión del dock ligero Plank, una creación de los desarrolladores de Docky que se enfoca en la sencillez y el escaso consumo de recursos. El antiguo notificador de actualizaciones, Kalu, ha dado paso a todo un gestor de paquetes, Pamac, que incluye así mismo un avisador en la bandeja del sistema que notifica de la existencia de paquetería para actualizar. Un primer uso de esta característica me descarga casi 70 Mb, kernel incluido, sin que haya que lamentar errores en la tarea.

Tan solo un par de cuestiones que voy a enumerar me resultan molestas, si bien tienen su cumplida solución. Por una parte, el renderizado de fuentes se ve horrible. Una vez más, DebLinux acude al rescate con este excelente artículo que soluciona totalmente el problema. Por otra, no hay manera de que el applet de sonido, PNMixer, se inicie con el sistema. Lo soluciono prescindiendo de éste e instalando el propio de XFCE:

sudo pacman -S xfce4-mixer

Con estas dos acciones tendremos un Manjaro funcional y listo para ir añadiendo nuestras aplicaciones preferidas o disfrutar de las escogidas por el equipo de desarrolladores.

Navegador
Contamos de inicio con Chromium, en su versión 25, si bien todos conocemos la velocidad con que se actualiza la versión metalizada del navegador de Google. Filias y fobias aparte, por mucho que me moleste la creciente intromisión de «la gran G» en la intimidad del usuario, he de reconocer que en fluidez y buen funcionamiento pocos navegadores se equiparan con Chrome/Chromium. No voy a dejar Rekonq o Firefox por ese motivo, pero no me duelen prendas en admitir lo fluido que funciona Chromium en Manjaro y su excelente rendimiento.


Vídeo
Apostar por VLC como reproductor por defecto es hacerlo por caballo ganador. Reconocimiento perfecto de todos los formatos (Manjaro incluye los códecs multimedia de serie) y ningún tipo de adversidad.


Música
Cada vez es más raro encontrar aplicaciones desconocidas para mi, dada la gran cantidad de revisiones que llevo a las espaldas, pero de vez en cuando se da la circunstancia. Es el caso de Xnoise, reproductor multimedia que viene con Manjaro en sustitución de DeadBeef, y que además de ser ligero incluye algunas características que me resultan imprescindibles en este tipo de aplicaciones, como la integración con Last.fm y el plugin de letras de canciones. Interesante y liviana opción.

Ofimática
Como muchos otros entornos que se centran en ofrecer una buena experiencia de uso en equipos con menos recursos, Manjaro incorpora Abiword y Gnumeric como soluciones ofimáticas de proceso de textos y manejo de hojas de cálculo. Si preferimos Libreoffice la podemos instalar.


Fotografía e imágenes
Siguiendo con su misma línea minimalista, Viewnior es el visor de imágenes, pero siempre se puede instalar Shotwell, por ejemplo, si queremos una mejor organización de nuestras colecciones fotográficas. Para editar imágenes tenemos Gimp instalado de inicio.

Gestor de software
Un gran paso adelante el que ha dado Manjaro con la inclusión de Pamac, su propio gestor de programas, destinado a facilitar la vida a las personas que no se llevan bien con la consola. Quienes nos hemos manifestado, en ocasiones, a favor o en contra de la fragmentación en Linux tenemos, con Pamac, un claro ejemplo de argumento a favor: sería impensable, por propia definición y filosofía, que algo así naciera en Arch. Pues aquí lo tenemos, un gestor para pacman, que si bien no es pionero sí que me ha agradado mucho en cuanto a sencillez e interfaz gráfica. No está, sin embargo, exento de fallos, pero es algo que me parece razonable dada la juventud del proyecto. Cito los dos problemas que me ha planteado: faltan partes por traducir al castellano y no manejó bien el conflicto de dependencias en la actualización que realicé hoy mismo.

En referencia al segundo de los inconvenientes, causado por la llegada de qt4 a Manjaro y los paquetes instalados desde AUR, una vez más (¿cuántas van ya?) Yoyo Fernández acude al rescate aquí.

Reconocimiento de hardware
Todo marcha sobre ruedas merced a la selección de paquetes escogidos por el equipo de Manjaro, que hacen que con el solo gesto de encender la impresora ésta sea reconocida y configurada. Para el escáner es preciso instalar alguna aplicación gestora, caso de Simple Scan, y más de lo mismo. Tras instalar Cheese pude comprobar como también funcionaba mi webcam. En cuanto a Cheese, una curiosidad: entre las dependencias que instala se encuentra nada menos que Wayland… Interesante, cuando menos.

Navegador de archivos
Thunar no ha sido nunca mi navegador de ficheros preferido, la verdad. Ha mejorado mucho, pero le sigue faltando algo, en forma de algún error que, tarde o temprano, se hace patente. En el caso de Manjaro no encontré modo de que montara mi pendrive (conteniendo, precisamente, la iso de instalación de la distro). Intenté por activa y por pasiva, pero el único modo de montarlo fue el manual. Por lo demás, Thunar maneja sin complicaciones el resto de funciones que espero de un navegador de archivos, conectando sin problemas mediante samba a mi equipo Windows, detectando mi disco duro externo y una tarjeta de memoria SD. Al hilo de este tema, si deseamos ver las miniaturas de nuestros vídeos en Thunar tenemos que instalar un paquete de AUR:

yaourt -S thunar-thumbnailers-openraster

Sí, sé que lo de openraster no tiene nada que ver, pero la instalación de alguna de las dependencias de dicho paquete (ffmpeg, tal vez) solucionó el asunto.

Gestor de arranque
El grub que instala Manjaro no tuvo a bien reconocer mi partición con Windows 7. Es un problema molesto que no es la primera vez que se me presenta en una derivada de Arch, o en la propia distro madre. Sí que se detectó Chakra, sin embargo. La solución pasa por instalar Grub customizer:

yaourt -S grub-customizer

A continuación, abrimos Thunar y seleccionamos la partición con Windows para que se monte. Luego ejecutamos Grub customizer y dicha partición será reconocida. Tras grabar nuestro nuevo grub, problema resuelto.

Estabilidad y suspensión a RAM
En dos palabras: estabilidad absoluta. Ni un solo cuelgue o fallo de aplicaciones en el tiempo de uso de Manjaro en mi equipo. Y esto, tratándose de una distro «bleeding edge», no es poca cosa. Suspensión a memoria sobre la marcha, gracias a la inclusión de los controladores propietarios de mi AMD.

Ciclo de desarrollo
Se trata de una distribución «rolling release», por tanto no es necesario instalarla de nuevo con cada lanzamiento, basta ir poniéndola al día mediante el gestor de programas, cada vez que éste nos avise de la presencia de nuevos paquetes.

Rendimiento gráfico
Estrenamos nueva sección dentro de las habituales en el repaso a cada distro, referida al aspecto de cómo se comporta el sistema gráfico, asunto importante para los que suelen usar Linux como plataforma de juegos, ya sea nativos o a través de Wine. Y últimamente también usando Steam, que por cierto, en Manjaro lo tenemos instalado de serie. Solía, erróneamente, emplear glxgears como medida del comportamiento de la APU de mi ordenador. Eso fue hasta descubrir por fin un «banco de pruebas» o «benchmark» que funcionase en Linux, que no es otro que Unigine Heaven. Sé que se encuentra ya en su versión 4.0, pero las pruebas en Manjaro y en otras distros las he llevado a cabo con la anterior.

Manjaro obtiene 341 puntos en este apartado, desempeño muy parejo al que obtuve con Chakra, superior a Fedora y, como esperaba, bastante inferior al que logré con Windows 7. Incorporamos una clasificación relativa a este tema en la columna de la derecha del blog, debajo de la clasificación de sistemas analizados, para ir comprobando cómo se comportan las distintas distros que vayamos analizando.

Para ir concluyendo con Manjaro 0.8.4, resulta difícil resistirse a la analogía de la escalada hacia la cima del monte. Esta distribución, nacida con el lema «Enjoy the simplicity» (Disfruta la sencillez) crece por momentos y lo hace a una velocidad sorprendente si la comparamos con otras alternativas similares. Sin alcanzar el año de vida, esta distro franco-austro-germana (ahí es nada) se encuentra ya entre los quince primeros puestos de Distrowatch, de manera merecida, habría que añadir, además de habernos presentado ya un gestor de paquetes muy digno para pacman y su proyecto de interfaz gráfica de instalación.

Es decir, poco a poco, Manjaro escala por igual puestos en el ranking de popularidad y en el de facilidad de uso, limando las pocas asperezas que quedan (una traducción por aquí, el citado instalador por allá) creo firmemente que se encamina al lugar que le corresponde, que no es otro que el de distribución de referencia de entre las basadas en Arch Linux. No sé si Manjaro pretende o pretendía ser el «Ubuntu de Arch», lo que tengo claro es que se está convirtiendo en mucho más que eso. Una distribución sencilla, con varias ediciones en distintos sabores y apta tanto para los equipos potentes como para los más limitados. Una gozada que merece la pena instalar. Obtiene un 9’29 en nuestra clasificación de sistemas. Saludos y a disfrutar de la sencillez bien entendida.